
La crisis sanitaria iniciada en 2020 se convirtió en la protagonista del capítulo más oscuro de historia de la aviación comercial regular en el mundo, con miles de despidos, cierre de compañías aéreas, reducción de flotas y mallas y pérdidas multimilionarias, más allá del drama en torno a las numerosas muertes en todo el mundo, causadas tanto por el virus Sars-Cov-2 como por la turbulencia económica. En una rara paradoja, el transporte aéreo de gran porte, que enfrentaba su mayor desafío, fue justamente el sector que ayudó a la humanidad a lidiar rápidamente con las cuestiones sanitarias, transportando insumos y equipos médicos, así como equipos de salud por todo el mundo.
En el auge de la crisis, algunos analistas preveían una recuperación de la aviación, en los niveles de 2019, solo después de 2025, con un poco de suerte, un año antes. Lo que se vio en 2022, sin embargo, fue una recuperación bastante fuerte, dentro de lo que otros expertos señalaron, que la curva de la crisis sería en “V”, con una caída rápida y un crecimiento vertiginoso en la primera oportunidad.
BRASIL
En 2021, la aviación comercial global había recuperado el 42% de las cifras de 2019, mostrando buenas perspectivas para 2022. En algunos mercados, las cifras ya superaron los resultados de la pre-crisis. Latam, por ejemplo, salió de la recuperación judicial en Nueva York y hoy vuela a más destinos en Brasil que hace tres años. Actualmente son 54 aeropuertos atendidos, diez más que en 2019. Latam, por cierto, retomó y amplió gran parte de sus operaciones nacionales e internacionales, incluyendo la inauguración de los vuelos entre San Pablo y Los Ángeles,