ROMA-Una chaqueta de cuero, pantalones color caqui, un gorro felpudo y unas gafas de sol, eso llevaba Matteo Messina Denaro, el último gran capo mafioso siciliano, cuando la policía italiana lo detuvo el pasado lunes 16. Era buscado por la justicia desde 1993, con unos 50 asesinatos en su haber y considerado la mente de algunos de los atentados más sangrientos de la Cosa Nostra en Italia a finales del siglo pasado.
El criminal, de 60 años y nacido en el pueblo de Castelvetrano, cayó en manos de la policía cuando se encontraba en las inmediaciones de la clínica Maddalena, un instituto sanitario privado ubicado en la ciudad siciliana de Palermo. Se había desplazado hasta este centro especializado en oncología, explicaron luego los investigadores, para seguir algunas terapias, como dijo Pasquale Angelosanto, uno de los agentes de los Carabinieri (policía militar) que ha estado a cargo de la operación que condujo a la