El golpe seco de la inflación al poder adquisitivo, las secuelas de la pandemia en el deterioro del Producto Interno Bruto (PIB), los despidos y las medidas de austeridad en el sector público, así como las reformas para eliminar las prácticas de subcontratación, se han transformado en un ancla para los 47.2 millones de mexicanos que forman parte de la clase media, aquellos que ganan más de 500 pesos diarios.
La cifra preocupa a los analistas porque el patrón que está marcando el deterioro de al menos una década en la expansión de la clase media, podría generar un grave retroceso en este segmento de la población a pesar de que en el país 57 de cada 100 personas que nacía en hogares del extremo superior de la escalera socioeconómica –clase media y alta– se mantenían ahí el resto de su vida.
En la clase media mexicana se estaría presentando una movilidad, pero descendente ante el contexto adverso para acceder a oportunidades.
Los mexicanos