
XALAPA, VER.- Bianet Rozón Tejada desapareció en junio de 2019, tras salir de su casa y dirigirse al municipio de Cosautlán de Carvajal, en Veracruz.
El día de la desaparición, su hermana Jessi ca recibió una llamada. Le dijeron que la habían secuestrado y le pedían 100 mil pesos por su rescate. Jessica decidió acudir a la Fiscalía de Desaparecidos para presentar una denuncia, pero no la recibieron y la mandaron a la Unidad Especializada de Combate al Secuestro.
Ahí le indicaron que no se trataba de un secuestro, sino de una desaparición, y volvió a la Fiscalía de Desaparecidos; tampoco ahí querían recibir la denuncia.
El caso de Bianet ejemplifica las fallas en el sistema de alerta en el caso de desaparición de mujeres en Veracruz, pero también en la investigación de los delitos vinculados como el feminicidio, considera la activista Anaís Palacios, quien acompañó el caso.
El 14 de agosto de 2019 los restos de Bianet fueron hallados en un predio cerca de Cosautlán de Carvajal. Aunque el primer informe pericial indicó que se trataba de una muerte violenta, hasta ahora la autoridad no ha aclarado qué la causó ni ha podido tipificarse como feminicidio.
“La familia de Bianet tiene tres años esperando justicia, sus dos hijas adolescentes han cumplido la mayoría de edad, crecieron con los impactos de la ausencia,