Cuando las recetas caseras no se utilizan como complemento (o premio esporádico), sino como dieta habitual del animal, es esencial que cuenten con la supervisión y visto bueno del veterinario o nutricionista canino. “En estos casos, un especialista debe diseñar la dieta casera del perro”, dicen los especialistas. Es habitual que este prescriba complementos nutritivos comerciales, de vitaminas y minerales, para acompañar los platos elaborados para el perro.
Echar mano de la calculadora tampoco es suficiente. Es decir, no es válido utilizar una dieta diseñada para un perro concreto y multiplicar (o dividir) en función de los kilos de otro animal. La razón esmos elegir la calidad y la cantidad de los ingredientes que añadimos a las recetas. Además, “suelen contener concentraciones más bajas de proteínas y sales y, por lo tanto, más cercanas a los requerimientos reales del perro”, señala Donald R. Strombeck en el libro considerado una de las biblias de la nutrición casera de animales.