Para muchos, 60 días pueden significar una eternidad. Para Sergio Massa, ministro de Economía desde el 3 de agosto, es un lapso intenso en el que apenas pudo comenzar a acomodar las variables de una economía sin cauce desde casi el comienzo de la gestión de Alberto Fernández. Sabe que no tiene mucho tiempo por delante para comenzar a mostrar resultados. Su agenda macro quedó bien marcada en la gira que realizó por Estados Unidos a comienzos de septiembre, pero la micro aún no logra reflejarse en la calle, especialmente cuando se habla de inflación y de ingresos.
Massa, hombre político cuya carrera lo llevó a formar parte de distintas escenografías políticas,