En la prepandemia, a la hora de planificar un viaje al exterior, los turistas consideraban al seguro como un costo. De hecho, en muchos casos, la asistencia al viajero no era contratada salvo que el país de destino lo exigiera para ingresar. Además, para los clientes de estas coberturas, en muchas oportunidades la única interacción con la póliza era al momento de guardarla en el celular o imprimirla para presentarla en migraciones.
Tal como sucede en la industria aseguradora en general, en la Argentina la conciencia sobre la importancia de viajar con una cobertura era muy baja, afirman los especialistas del sector. Sin embargo, el Covid-19 significó un antes y un después para este mercado. Es que los turistas comenzaron a ver lo que implicaba tener que recibir atención médica en el extranjero sin contar con un seguro o incluso asumir el costo de pagar días extra de alojamiento ante un aislamiento obligado, a pesar de no tener síntomas.
Todos estos gastos extra que generó el coronavirus impulsaron a los