
En las iglesias de la antigüedad muchas veces se encontraba ilustrado un ángel con grandes alas, de aspecto muy femenino. El ángel está sentado en un trono y sostiene un pergamino y un cetro. A este ángel, que aun se conserva en los iconos de la Iglesia Ortodoxa, se le llama Sofía, o la Santa Sabiduría.
A Sofía se le describe como un espíritu puro y virgen que emana de Dios. La Virgen Sofía, como le han llamado algunos místicos cristianos a través de la historia, intercede con compasión a favor de la humanidad para aliviar el sufrimiento por medio de la iluminación espiritual de todos aquellos