Mientras que el Sol se relaciona con la conciencia del ser, la voluntad, la independencia, su pareja estelar, la Luna, está ligada al inconsciente, la dependencia afectiva y los condicionamientos. Ninguno de los mecanismos lunares responden a lo que queremos, sino con lo que fluye en nuestra alma de manera latente. El Sol y la Luna nos definen, porque somos ambas cosas: lo que sentimos y el lugar en el mundo que deseamos ocupar.
Para saber dónde tiene la Luna, lo mejor es hacerse una Carta Natal. Para ello necesita el lugar, fecha, hora y minutos exactos de nacimiento. Lo ideal es hacérsela con un astrólogo, pero puede realizarla gratuitamente por Internet (le recomendamos: www.losarcanos.com y www.grupovenus.com).
El signo de la Luna en la Carta nos dice cómo sentiremos, mientras que la Casa astrológica en que esté ubicada nos avisa de en qué ámbito de la vida aplicaremos nuestra energía emocional.