

Manuel Serrano es uno de los investigadores punteros en este ámbito. Bioquímico y biólogo, dirige el grupo de plasticidad celular y enfermedad en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona. Como destaca, nuestras células «no están programadas para envejecer. Afirmar que sí es como decir que los coches están programados para estropearse. No, nadie ha previsto que se vayan a estropear en una fecha determinada y de una manera determinada. Los coches se estropean. Todos. Y casi todos los seres vivos envejecemos, pero no es algo programado. La causa es que la evolución no intenta nunca que se envejezca: no se nos puede olvidar que envejecer no es algo natural, en el sentido de que no sucede en la naturaleza salvaje. En el bosque o en la selva no encontramos animales viejos, se envejece en ambientes protegidos, como en los zoológicos. La evolución, en general, nunca ha seleccionado genes para envejecer».
Sin embargo, eso no quiere decir que no se envejezca. «El envejecimiento no está programado. Pero tampoco está programado estar joven eternamente. Sí está programado estar joven hasta que una especie se reproduce con éxito. Y cada especie tiene su tiempo», recalca.
Pero no debe olvidarse que existen células —como las del cáncer— que, si se alimentan de manera adecuada y tienen un entorno propicio, no mueren jamás. De hecho,