Recibir en EL CAMPO
a finca a media hora de Sevilla, con una vivienda principal que se esconde a un kilómetro de la entrada, en un montículo sobre una hondonada, donde brilla encalada entre las encinas de la dehesa. Aquí, en pleno campo, Virginia Troconis (Valencia, Venezuela, 1980) y Manuel Díaz (Arganda del Rey, Madrid, 1968) han formado su familia y están tan felices como el primer día, hace ya 20 años. «En Venezuela no vivía en el campo, pero ahora me encanta. Yo he sido siempre de ciudad, pero aquí disfruto, por ejemplo, de las primeras lluvias del otoño. Entrar en casa, encender la chimenea con ese olor de la leña de encina al arder. Es una delicia». Esa misma chimenea es el lugar alrededor
