Quizá la palabra «desequilibrio» es más justa y nos incluye a todos, porque todos estamos expuestos al desequilibrio emocional. Los altibajos emocionales forman parte de nuestro día a día y no excluyen a nadie, con o sin diagnóstico.
La salud mental y emocional no se puede desligar de la salud en general. En este sentido, todos y cada uno de nosotros debemos cuidar nuestra salud tanto en lo físico como en lo químico, mental y emocional. Eso implica conocer cómo YO recupero el equilibrio en mi vida, ya que no es algo fijo.
Las emociones son necesarias y cambiantes. De hecho, nos informan de cómo sentimos lo que nos toca vivir y cuál es nuestra sensibilidad ante lo externo y lo interno. Forman parte de nosotros y no podemos controlarlas (decidir qué voy a sentir), pero si reconocerlas y canalizarlas de forma constructiva aprovechando su información.
Cuando una emoción se