¡ Subidnos el ánimo!
EN SUS MARAVILLOSAS INSTALACIONES PRIVADAS Y PÚBLICAS.
Dominan la magia de las flores, lo que les otorga unos súper poderes que han, firmas de moda y una larga lista de fans que les siguen. “Las flores dan alegría. Donde las pongas, te cambia el humor”, afirma Antonio Rodríguez. Éste y el canario David Henríquez se conocieron trabajando en la floristería del Hotel Ritz en Madrid. En 2008 decidieron dejar este empleo y se aliaron para montar su propio negocio, al que llamaron Floreale. Partieron de cero en un pequeño taller madrileño. Su talento creativo y su capacidad de trabajo dieron sus frutos y fueron avanzando hasta la maravillosa floristería que hoy lleva su nombre en el Paseo de la Habana desde la que lideran un equipo de más de 20 personas, una empresa que, además, realiza diseño y mantenimiento floral, decoración y eventos. Desfiles de moda, bodas de la alta sociedad, fiestas VIP, eventos de firmas de lujo como Cartier, Dior, Manolo Blahnik, Carolina Herrera y un largo etc., han disfrutado de sus instalaciones florales, tan delicadas como rompedoras. La moda, el arte, la naturaleza, los libros, la floristería clásica, son fuentes que les inspiran. “Nuestro estilo es natural y un poco recargado”, nos explica Antonio, quien se crió entre flores ya que sus padres tienen una floristería en Alcalá de Henares. “Buscamos siempre el , afirma David, quien desde niño jugaba con flores en los jardines de sus abuelas. ¿El secreto de su éxito? “Trabajar mucho”, responde Antonio. “Trabajo y constancia. Y mantener la frescura en nuestros proyectos. No encasillarte, mirar hacia adelante”, añade David. ¿Un proyecto-sueño que les haría ilusión? Decorar la boda de la infanta Leonor.
