JACK KEROUAC
"Estoy enfermo de mí mismo… Sé que soy un buen escritor. Un gran escritor. Pero no soy valiente. Una cosa que sé hacer es escribir historias, y eso es todo”, confesó Jack Kerouac en una entrevista para la TV canadiense. La declaración “estoy enfermo de mí mismo” podía sorprender a muchos, pero no a quienes lo conocían. Era 1967 y él tenía 45 años, 10 de los cuales habían transcurrido ante el acoso de los fanáticos, ladualidad de la crítica y la mirada juiciosa de la prensa.
La fama ganada con su novela icónica causaba tales estragos en su vida, que el escritor de espíritu libre, del que la juventud estadounidense se había enamorado, estaba deprimido y aislado, y se notaba en las confesiones de su novela (1962): “Cuando todos se fueron me quedé solo con este loco cantándome canciones y lo único que quería era dormir. Pero debo hacer el esfuerzo y no desilusionar a su corazón creyente. Porque después de todo el pobre chico cree sinceramente que hay algo noble, ideal y bueno en toda esa cosa , y se supone, además, que soy el ‘Rey de los ’, según lo que dicen los diarios, pero al mismo tiempo me siento cansado y enfermo de esos entusiasmos perpetuos de los nuevos jóvenes que intentan conocerme y vacían todas sus vidas dentro
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