Año/Cero

MÁS REAL QUE LA REALIDAD

l uso de los sueños como guía política frente a enemigos poderosos marcó la historia de los mapuches de la Patagonia chilena y argentina. Desde la invasión española en el siglo XVI hasta nuestros días, pasando por las independencias nacionales,) es un viaje que el alma realiza mientras duerme. La tradición mapuche discierne entre los soñantes, responsables de recibir mensajes de los espíritus, y los intérpretes de sueños (), por lo general mujeres preparadas durante mucho tiempo para descifrar relatos oníricos. Entre 1910 y 1930, el líder mapuche Manuel Aburto Panguilef (en la imagen), un gran soñante profético de su pueblo, dirigió un movimiento de independencia con una fuerte orientación onírica. Panguilef, que significa «puma veloz», organizó varios congresos en los que los mapuches podían cantar, bailar, rezar, contar sueños y discutir sobre política en su propio idioma. En 1921 se creó la Federación Araucana, que Panguilef presidió hasta su disolución en los años cuarenta. A pesar del sincretismo de las creencias indígenas con el cristianismo, la Federación predicaba la separación de las costumbres de los blancos y la adhesión a las tradiciones mapuches, así como el uso de su lengua, el mapudungun, en lugar del español. En 1931, Panguilef propuso la creación de una república autónoma mapuche, pero más tarde su liderazgo mesiánico perdió fuerza y dio paso a varios otros movimientos de resistencia, casi todos ellos violentamente reprimidos. En vísperas del brutal golpe militar que derrocó al presidente chileno Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, el líder mapuche Martín Painemal tuvo un sueño premonitorio: «Soñé, vi en ese momento millones de pájaros que estaban en guerra. Los pájaros se desgarraban entre sí. Era incontrolable, miles y miles de aves se destruían como en una guerra. Los pájaros eran despedazados para derribar a Allende. Soñé antes de que sucediera, seguí pensando y descubrí que era eso, una advertencia». Alertado ante la inminente catástrofe, Painemal tomó varias precauciones para escapar a la persecución de las fuerzas golpistas. Se escondió y sobrevivió.

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