Venimos de las estrellas, pero…
Cuando se publicó en 1859 El Origen de las Especies Mediante la Selección Natural o la Conservación de las Razas Favorecidas en la Lucha por la Vida, la idea que trascendió al gran público sobre la obra fue que Charles Darwin decía que venimos del mono. Y, sin embargo, Darwin se cuidó muy mucho de escribir ni una línea sobre sus opiniones acerca de la ascendencia evolutiva de la Humanidad.
De hecho, el primer autor que relacionó a los seres humanos con los monos fue Thomas Henry Huxley en su obra de 1863 , una obra que no ha sido traducida al castellano. A través de un impecable estudio de anatomía comparada, Huxley llegó a la conclusión de que las personas pertenecemos a un grupo concreto de simios a los que llamó hominoideos y que está constituido por los gibones, los orangutanes, los gorilas y las personas. El trabajo de Huxley demostró que no es que vengamos del mono, sino que somos