EL TRIÁNGULO MÁS PELIGROSO DEL MUNDO
El 10 de diciembre de 1949, el “generalísimo” Chiang Kaishek subió a un avión en la base aérea de Chengdu para emprender un largo vuelo hacia Taiwán. Durante horas sobrevoló la China que había gobernado sin saber que ya nunca volvería a pisarla. El Ejército Popular de Mao Zedong se la había arrebatado, metro a metro, hasta confinarlo en esa pequeña isla que representaba apenas un 0,4% de su territorio, pero que, a causa de aquella retirada, sigue siendo hoy uno de los puntos estratégicos más calientes del planeta. El lugar donde los expertos ven más probable que salte la chispa que encienda una Tercera Guerra Mundial.
Chiang Kai-shek, por supuesto, no sabía nada de esto en 1949. Para él, Taiwán era tan solo un refugio temporal, una retirada táctica antes de lanzarse a la reconquista. Por eso ejecutó la operación de forma tan minuciosa: se llevó las reservas nacionales de oro en 774 cajas y una selección de 230.000 obras de arte de los principales museos; trasladó el grueso de su ejército, incluyendo cincuenta o sesenta vuelos diarios durante más de un
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days