
N REALIDAD, EL SIGLO XX Y EL PRINCIPIO DEL XXI SE CARACTE-RIZAN POR SER EL PERÍODO MÁS PACÍFICO DE LA HISTORIA PARA El siglo XX fue testigo de dos guerras mundiales, una cadena sin fin de genocidios y múltiples hambrunas inducidas por la mala gestión de los gobiernos, catástrofes que, sumadas, supusieron el exterminio de entre cien y doscientos millones de personas. Las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki mataron a más de ciento cincuenta mil personas, probablemente más gente de la que poblaba el mundo en el año 50000 a.C. Pero en 1945, había más de dos mil quinientos millones de personas en la tierra y, a lo largo del siglo XX, vivieron en nuestro mundo unos diez mil millones de personas. Es decir, que los dos centenares de millones aproximados de muertes debidas a la guerra durante ese siglo ascienden solamente a un 1 o 2 por ciento de la población total de personas que vivieron a lo largo del siglo. Si uno tuvo la fortuna de nacer en el industrializado siglo XX, las probabilidades de morir violentamente (o debido a las consecuencias de la violencia) eran una media de diez veces menores que las de alguien nacido en una sociedad de la Edad de Piedra.