ASEDIADOS POR EL TOC
Es una de las escenas más célebres de la historia del cine. Melvin Udall, un amargado escritor neoyorquino interpretado por Jack Nicholson, camina dando saltos por la calle para no pisar las juntas de las baldosas. Al igual que lavarse las manos con un jabón nuevo cada vez o realizar un extraño protocolo con los cubiertos antes de comer, es una de las situaciones que aparecen en Mejor imposible (1997) para retratar a una persona con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Aunque la película trate el tema en clave de humor, lo cierto es que, en el mundo real, aquellos que conviven con esta patología tienen muy mermada su calidad de vida. De hecho, la OMS lo sitúa como uno de los trastornos de ansiedad más discapacitantes.
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days