HUELLA DE CARBONO
Tomo un tren desde Londres para un viaje de 16 horas hacia una ciudad que, parafraseando a Greta Thunberg, “escucha a los científicos”. Mi Eurostar sale de la estación St. Pancras a las 06:40. Pude haber volado a Singapur en el tiempo que me tomará este viaje, pero con Copenhague camino a convertirse en la primera ciudad del mundo sin emisiones de carbono para 2025, trasladarse en tren parece apropiado.
En 2010, la capital danesa se comprometió por primera vez a ser neutra en carbono, cinco años antes del Acuerdo de París. Ser neutra en carbono significa que no producirá más emisiones de este tipo de las que puede compensar en otros lugares; en esencia, no habrá liberación neta de bióxido de carbono. La mayoría de los científicos coinciden en que existe una relación entre el aumento en los niveles de CO2 y el incremento de las temperaturas en la Tierra.
Los viajes generan una importante huella de carbono, sobre todo la aviación. Un estudio de 2018 publicado en descubrió que, entre 2009 y 2013, los viajes
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