Pasos en libertad
Coco Rocha (Canadá, 1988) es como una melodía para piano. Al caminar. Mientras sonríe. Cuando habla. Al rozar, divertida, las puntas del pelo de uno de sus tres hijos (Ioni tiene 5 años; Iver, 2; Iley, casi dos meses). Cadenciosa y delicada, es un conjunto extraordinario de gestos y movimientos. Simplemente basta observar sus posturas, sus ademanes y sus miradas para saber que, si algo le apasiona, es estar frente a una cámara y hacer de su cuerpo una expresión pura con la que transmitir seguridad y motivación. Y revelarse como una verdadera artista. Así lo confirman los diseñadores con los que ha trabajado desde sus inicios, tras ser descubierta, a los 14, en una competicióndonde demuestra su maestría capturada por el fotógrafo Steven Sebring, y la agencia Nomad MGMT y la escuela Coco Rocha Model Camp, que fundó junto con su marido, James Conran. «Sin embargo, el papel más importante y gratificante de mi vida es ser madre. Mi familia es mi universo, lo es todo: amor, apoyo; significa formar parte de algo más importante que tu propio ser. Puedo ausentarme de mi carrera una temporada y continuar sintiéndome completa. Ver a mis hijos sonreír me alegra hasta el día más desapacible».
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days