LUTETIA
eguramente, es el hotel con más personalidad y uno de los más antiguos de París. Es el único que se halla en la Rive Gauche (orilla derecha) del Sena y, en su libro de registro y Albert Cohen, su Incluso no hace tanto el autor marroquí Pierre Assouline escribió una novela que lleva por título el nombre del hotel. Sin embargo, el Hotel Lutetia es célebre en el mundo entero por haber sido uno de los espacios protagonistas de la II Segunda Guerra Mundial. Los servicios secretos nazis establecieron aquí su cuartel general y, tras la liberación de los campos de concentración, sirvió de refugio a los deportados y a tantas víctimas de esa contienda cruel. Una petición esta última realizada por Charles de Gaulle, quien había disfrutado en este mismo hotel, en 1921, de su luna de miel. Desde hace apenas dos años, y tras una intensa y casi total renovación (valorada en 230 millones de euros) de sus desgastadas instalaciones, el Lutetia luce sus mejores galas y su fantástica fachada brilla como nunca. Sus interiores no se quedan atrás, y después de la reforma, cuenta con una nueva piscina, un spa de 700 metros cuadrados, una biblioteca con libros de Gallimard y un bonito jardín interior. Además, el artista Fabrice Hyber ha realizado una impactante vidriera para uno de sus salones y, durante las obras, se recuperó un fresco de otro pintor, Adrien Karbowky, que estaba escondido bajo varias capas de pintura. Para terminar, solo dos datos: el triestrellado chef Gérald Passedat es el asesor culinario del hotel y la mayoría de las habitaciones miran hacia la Torre Eiffel.
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