EL ARTE DE REÍR
La primera vez que se subió a un escenario fue con Teresa Rabal. Pidieron voluntarios para un concurso de baile para niños y su madre lo animó. Ya allí arriba, se quitó el cinturón y lo lanzó al público, a lo John Travolta. Con este desparpajo ganó el concurso y recibió un póster gigante de la estrella como premio. Y es que esta actitud osada e improvisada, natural por encima de todo, ha acompañado a Paco León (Sevilla, 1974) desde que escribió en un papelillo con su caligrafía escolar: «Quiero ser actor». Amante de lo sublime y de lo cotidiano, este intérprete, director y productor con alma de arlequín es uno de los mejores oídos que el cine español posee para la voz y el alma de la calle. Delante o detrás de la cámara, disfruta de cada faceta. Ya lo dice su madre, Carmina Barrios, que es un como su padre, como los León, una estirpe de artistas, de payasos(25 de diciembre), acaba de llegar de Budapest, donde ha rodado su primera película para Hollywood, y está inmerso en un sinfín de proyectos. Porque, en cuanto Paco entorna esos ojos claros, su cabeza comienza a bullir sin pausa.
