3, 2, 1... ¡LA CIUDAD RESURG 3 DE SU 2 CEN 1 ZAS!
APROVECHAR LA DENSIDAD
A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVIII comenzó en Europa una enorme migración hacia las ciudades, principalmente de gente joven y pobre. Una vez establecidos en las urbes difícilmente encontraban trabajo. En 1720, describe Richard Sennet en su libro ‘Construir y Habitar’, “solo alrededor del sesenta por ciento de la población urbana de bajos recursos que habitaba en Londres disponía de un empleo a tiempo completo”. A más población, más viviendas hacinadas y más chimeneas contaminantes. ¿Resultado? Aire más tóxico y el caldo de cultivo perfecto para la expansión de virus mortales como la tuberculosis o el cólera, por ejemplo. En este contexto los urbanistas, que previamente no tuvieron en cuenta la crisis económica para realizar cambios, destinaron sus diseños a atajar los problemas de salud pública que afectaban a ricos y a pobres. Hoy, la historia se repite.
La crisis provocada por la Covid-19 se presenta como una oportunidad perfecta para repensar la configuración de las urbes y la forma en la que los ciudadanos se relacionan con ellas. “Tenemos que repensar la ciudad porque tenemos que repensar la manera en la que consumimos, producimos y nos movemos. Es la
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