REVOLUCIÓN SOBRE RUEDAS
El mundo del automóvil ha avanzado más durante la última década que en los 30 años anteriores, y no nos ceñimos exclusivamente a su mecánica o al tipo de combustible que permite movernos. Es cierto que las tecnologías enchufables han llegado para quedarse, pues son ya una realidad en nuestras calles, pero también es cierto que la industria necesita reactivar el consumo de automóviles entre los particulares para financiar la inversión salvaje que han tenido que llevar a cabo en investigación. Para ello, aplican fórmulas financieras cada vez más imaginativas que, a caballo entre la compra tradicional y el alquiler a largo plazo, nos permiten disfrutar de nuestra montura soñada a un precio jamas antes imaginado.
Nos referimos fundamentalmente al renting, una fórmula con muchos años de tradición en EEUU, pero que aquí apenas cuenta con una década de vida entre particulares, y que nos permite ‘tener’ el coche que queremos en nuestro garaje por una única cuota mensual más que razonable que incluye todos los gastos derivados del uso: mantenimiento, seguro, averías… Absolutamente todo, menos los lavados y el combustible. Esta fórmula, hasta el momento reservada casi exclusivamente a flotas de empresas, crece de forma exponencial entre particulares, hasta el punto de que
