EL ORIGEN DEL TIEMPO
lena un vaso con agua caliente. Si dejas pasar el tiempo, el agua se irá enfriando hasta alcanzar la temperatura del ambiente que lo rodea. Lo mismo sucede cuando colocas un cubito de hielo en un vaso: poco a poco se funde hasta que el agua iguala su temperatura con el entorno. Esta termalización es un fenómeno natural e irreversible, pues cuando ponemos en contacto dos sistemas, ambos tienden a lo que los expertos conocen como equilibrio térmico.
Aparentemente anodino, dicho fenómeno introduce una asimetría fundamental en la física: define una flecha del tiempo. Desde nuestra experiencia cotidiana, fluye del pasado al futuro, y siempre es así. “Podemos confundir este con oeste, pero no ayer con mañana”, ha explicado Sean Carroll, físico del Instituto de Tecnología de California (EE. UU.). Salvo en termodinámica, ese discurrir hacia delante es irrelevante, un compañero mudo. “Las leyes fundamentales de la física no distinguen entre pasado y futuro”, apostilla Carroll. Para el italiano Carlo Rovelli, la física ignora el problema: “No se describe cómo evolucionan las cosas en el tiempo, sino cómo evolucionan en , ilustra Rovelli. De la mecánica al electromagnetismo o la teoría cuántica, las ecuaciones son simétricas en ese sentido. Por eso, si nos pasan una película de dos bolas de billar chocando, seríamos incapaces de saber por simple observación si nos la están pasando bien o hacia atrás. Sin embargo, si vemos otro vídeo donde el agua de un vaso
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days