RECHID AGURAY El sabor de Marrakech

Acompañar a Rechid Aguray (Marrakech, 1972) por el tumultuoso zoco de la ciudad que lo vio nacer es todo un espectáculo. El cocinero ejecutivo de La Mamounia lleva más de 30 años en la casa, y, además de una institución, es una auténtica celebridad. A su paso todos le saludan con un cariñoso y admirativo «¡chef!», y resulta imposible avanzar sin que alguien se le acerque, bien para felicitarle, bien para hacerse un juntos. «Eso es porque llevo muchos años en esto y, además, participoLo que más me satisface es que mis hijos están muy orgullosos de verme en la televisión y en los periódicos», cuenta quitándose importancia. La ruta empieza en el centro neurálgico de la medina, la concurrida plaza Jemaa el-Fna, invadida por tatuadoras de encantadores de serpientes, adiestradores de monos y multitud de puestos de Allí Rechid recomienda beber un zumo de granada, «excelente para el estómago», recalca, tras lo cual nos conduce a la plaza de las Especias, donde una explosión de colores y olores embriagadores a cúrcuma, comino, jengibre, canela, cilantro, azafrán o (un de más de 25 variedades) nos invade. «La cocina magrebí no se entendería sin estos aderezos», reconoce sastisfecho nuestro cicerone.