ECOLOGÍA BUCAL
pensando que los dientes eran simples huesos macizos muertos que hay en la boca pero que necesitábamos para masticar y morder, sin embargo, ¡los dientes están vivos! (Gaia Ediciones, 2015), en el que se preguntaba: si la pasta de dientes siempre se ha considerado un limpiador mágico, ¿por qué la incidencia de caries es cada vez más alta? O, ¿por qué los dentífricos añaden en la etiqueta la advertencia de que pueden ser perjudiciales si se ingieren, cuando es un producto que está destinado a ser utilizado precisamente en la boca? Artemis advierte de que los químicos que utilizan las pastas de dientes o colutorios, elementos habituales en nuestra rutina oral, no son precisamente como para introducirlos en la boca... Todo lo que metemos en ella se absorbe a través de la mucosa bucal. Los famosos flúor, o , compañeros habituales de nuestras rutinas de limpieza, son causantes de múltiples disturbios orgánicos que huelga comentar. Estas y otras muchas razones pueden ser las que han impulsado el auge de cuidados bucales ecológicos, botánicos e inocuos para el ecosistema oral, como los de la marca (), a medio camino entre el lujo y el nicho más exclusivo gracias a sus fórmulas orgánicas, que acaba de lanzar el acompañamiento perfecto de sus codiciadas pastas dentales: Making Waves (37,50 €), un enjuague bucal en vidrio reciclable a base de extractos botánicos como menta, tomillo, clavo o té verde que sanea y respeta el equilibrio bucodental.
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