KAYA, LA MAGNIFICA
En la suite del Ritz, Kaya Scodelario contrasta poco con las molduras y los sillones de satén azul. Hay algo en su gestualidad y en su porte casi aristocrático que se funde muy bien con el decorado. Pero su mirada dice otra cosa. Es severa, contundente. Después de la serie inglesa , en la que hacía el LAS papel de Effy, (2011), se reencarnó en heroína rebelde para Disney en la última (2017) y fue la sobreviviente DE incómoda en la saga (2018). A los 27 años, la bella anglo-brasileña lleva filmadas dieciséis películas, está casada y tiene un hijo y no baja el ritmo. Este año, su brújula se desplazó hacia , la de Joe Berlinger sobre el asesino Ted Bundy, que acaba de salir en Netflix. Tiene el rol es el de Carol Ann Boone, su última pareja antes de la ejecución en 1989, que estaba embarazada al momento en que el femicida ingresaba en el corredor de la muerte. Para preparar el papel, Kaya vio entrevistas a Carol Anne. “Desapareció voluntariamente después de la ejecución de su marido, no pudo hablar de él. Es complicado, porque tengo la responsabilidad de representarla de manera verosímil. Con los archivos pude aprender sobre su gestualidad y los matices de su voz”. Tuvo otros encuentros con mujeres flechadas por hombres que estaban detrás de las rejas. “Me fascinaron, hay cosas muy humanas allí dentro”. Kaya es una actriz que trabaja a la medida del rol. Sorprende verla en un casting de , la película de terror de Alexandre Aja, en la que se enfrenta a cocodrilos en una mansión perdida de Florida. “Quería que mi hijo me pudiese ver en una película en la que no beso a nadie sino que soy la que peleo”. Como mujer y como artista quiere involucrarse para cambiar el futuro. “Me gustaría producir. Es mi sueño. Encuentro mujeres que tienen las ideas, el talento y la capacidad pero a las que no se les abren puertas. Me gustaría aliarme con ellas, construir algo de la A a la Z”. Kaya Scodelario tiene ideas y principios bien definidos. Nunca antes prestó su imagen a una marca. Este año, finalmente, firmó contrato con Cartier. “Quería estar segura de adherir a la ética de la compañía, algo muy importante”. Después del lanzamiento en París de , la nueva línea de joyas de la que es protagonista, entrena para , una serie en la que encarna a una patinadora artística. En diez años es la primera vez que incursiona en este formato. “Las cosas cambiaron mucho. Estaba inquieta con el ritmo de la filmación, con estar sumergida a fondo en ella. Pero pude jugar más con la intuición”. A los 14 años tuvo la prueba de fuego con (2007). “Durante mucho tiempo viví a través de ella. Es el caso de casi todos los actores. Hacemos de adolescentes a la edad en la que nos enamoramos y vivimos lo mismo. Es probablemente terapéutico. En todo caso me ayudó a hacer un rol más frontal”. Después llegó el reconocimiento para todos los portagonistas, Nicholas Hoult se transformó en La Bestia de , Dev Patel logró su recompensa por y , y Daniel Kaluuya estuvo por todas partes: . Aquellos adolescentes llegaron lejos y comparten valores. Diez años más tarde se siguen hablando y encontrando cada vez que pueden. Tener los pies en la tierra y en Hollywood jamás fue algo sencillo. Kaya lo entendió muy bien.
