Chez Gherardo Felloni
Lo primero que hizo apenas se instaló en la sede central de Roger Vivier, en París, fue redecorar su oficina. “Quería estar rodeado de las cosas que más me gustan: ya sean feas o bellas, pobres o lujosas, para mí es fundamental tener objetos que me representen”, cuenta Gherardo Felloni. Entre sus pasiones enumera la lírica, el teatro y las películas de época, un amor declarado también a través de las campañas para la fue un homenaje a Catherine Deneuve, que con , de Luis Buñuel, no solo conquistó millones de adictos a los zapatos, también introdujo la marca en el imaginario colectivo burgués. Y la campaña más reciente, con Susan Sarandon en el rol de una maestra de teatro, es una inspirada en el film de Antonio Pietrangeli de 1965 . Su casa en el corazón de París es una verdadera invitación a viajar entre objetos curiosos comprados en ferias , obras de arte y muebles restaurados, cada uno con su historia. ¿Diseñador de interiores frustrado? “Soy un comprador ocasional, a excepción de las joyas que suelo encontrar en Milán, en lo de Pennisi. Amo ponerme collares bellos con sabor antiguo combinados con jeans y zapatillas. Voy seguido al mercado de pulgas de París y, desde hace algunos años, a remates, particularmente en Italia”.
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