EL COMPLOT DE FÁTIMA
Recientes investigaciones sugieren que el llamado “secreto de Fátima”, inicialmente solo uno, se multiplicó por tres en 1927 como consecuencia de la decisiva influencia de los padres jesuitas sobre Lucía dos Santos, la única vidente viva de entre los tres que protagonizaron las apariciones de 1917 y que en aquellas fechas vivió entre Tuy Y Pontevedra. La historia oficial nos aseguró siempre que el secreto de Fátima se mantuvo inviolable hasta 1941, fecha en la Lucía escribió: “Bueno, el secreto consta de tres cosas distintas, dos de las cuales voy a revelar”. Sin embargo, la monja carmelita, en una entrevista concedida a un padre monfortino en 1946 dijo haberlo revelado catorce años atrás. Encontrándose en el convento de Tuy (Pontevedra) en 1927, la Virgen se le apareció para concederle el permiso celestial mediante el cual podía revelar el contenido del texto. Así se lo dijo a sus confesores, quienes le aconsejaron escribir el mítico texto y entregárselo a ellos: los jesuitas José da Silva Aparício y José Bernardo Gonçalves.
LOS JESUITAS EN PORTUGAL
El mismo año en que la Compañía de Jesús –fundada por Ignacio de Loyola– fue reconocida por el Papa, la Orden entró en Portugal, y desde entonces ha tenido una notable influencia en el país luso.
Sin embargo, en 1910 la República de Portugal separó Iglesia y Estado; cortó relaciones con el Vaticano y expulsó a los jesuitas. Así cuando tuvieron lugar las apariciones de 1917, Portugal era una república anticlerical y por tanto, los sucesos de Fátima no suponían, en ningún caso, al menos en apariencia, un beneficio para la estructura eclesiástica. Pero cuando ocurrieron lospertenecía Lucía, quien llegaría a Tuy procedente de Oporto el 25 de octubre de 1925. Luego, y tras una estancia de poco más de medio año en Pontevedra, regresó a la localidad fronteriza en julio de 1926.
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