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Roj:STS 3402/2007Id Cendoj:28079110012007100570Órgano:Tribunal Supremo. Sala de lo CivilSede:MadridSeccn:1Nº de Recurso:2028/2000Nº de Resolución:384/2007Procedimiento:CIVILPonente:JUAN ANTONIO XIOL RIOSTipo de Resolución:Sentencia
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a diez de Abril de dos mil siete.Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, constituida por los señores al margen anotados, elrecurso de casación que con el número 2028/2000, ante la misma pende de resolución, interpuesto por elprocurador D. Felipe Ramos Cea en nombre y representación de D. Rogelio y D. Pedro Jesús , contrala sentencia dictada en grado de apelación, rollo 730/98, por la Audiencia Provincial de Madrid de fecha 28de enero de 2000, dimanante del juicio de menor cuantía número 484/91 del Juzgado de Primera Instancianúmero 11 de Madrid. Habiendo comparecido en calidad de recurrida la procuradora Dª Gloria Rincón Mayoralen nombre y representación de Orogema, S.L.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO. - El Juzgado de Primera Instancia núm. 11 de Madrid dictó sentencia el 3 de abril de 1996en autos de juicio declarativo de menor cuantía sobre impugnación de acuerdos sociales número 484/91, cuyofallo dice:«Fallo: Que estimando la demanda promovida por el Procurador de los Tribunales D. Felipe Ramos Cea,en nombre y representación de D. Rogelio y D. Pedro Jesús contra Orogema S. L. debo declarar y declarola nulidad, ineficacia e improcedencia de los acuerdos adoptados en Junta General Ordinaria de fecha 4 demarzo de 1991, revocándolos y dejándolos sin ningún valor y efecto, con todas las consecuencias adecuadasa su naturaleza y conforme a la Ley; con expresa imposición de costas a la sociedad demandada.».SEGUNDO. - La sentencia contiene los siguientes fundamentos de Derecho:«Primero: Por la parte actora, se formuló demanda de juicio declarativo de menor cuantía sobreimpugnación de acuerdos sociales adoptados por la Junta General de la Sociedad Orogema S. L. demandadaen el presente procedimiento en la reunión del día 4 de marzo de 1991, por ser los mismos nulos, con nulidad judicial.»Segundo: Que, del resultado de la prueba practicada y obrante en autos, han quedado acreditados lossiguientes extremos: que la sociedad demandada ha celebrado dos Juntas Generales a) Una, el 12 de abrilde 1989, para designar Administrador Único a D. Manuel , y cambiar el domicilio social, la cual se celebrósin convocatoria alguna estando todos los accionistas presentes y b) otra el día 4 de marzo de 1989 que esla que se impugna en el presente procedimiento. Que dicha Junta se convocó en el anuncio publicado en elDiario 5 días, celebrándose "contraviniendo las normas imperativas establecidas al respecto e infringiendo losrequisitos de quórum y representación, ya que en el anuncio publicado se establece "a solicitud del socio querepresenta al menos, la décima parte del capital social...." siendo sólo tres los partícipes de dicha sociedad,impugnando dos de ellos la referida Junta, pudiendo por tanto haber solicitado tal convocatoria la terceraaccionista, siendo preciso para ello que hubiera requerido notarialmente al Administrador. La parte demandadaalega que el Administrador Sr. Manuel es el mayor accionista por haber adquirido las participaciones socialesde su esposa Amelia . Sin embargo esta transmisión también se ha efectuado contraviniendo lo dispuestoen el
artículo 5
de los Estatutos Sociales por la transmisión de participaciones sociales, por lo que dichacompraventa es nula frente a la sociedad tal y como ha quedado acreditado en el presente procedimientoa tenor de la documental obrante en autos y de los documentos números 2 y 3 de los aportados por la
 
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demandada, no constando que tal transmisión se haya efectuado poniéndolo en conocimiento de los demásaccionistas, hecho no acreditado tampoco en autos. Por ello, los acuerdos adoptados, se adoptan con lossolos votos del Administrador Único, no partícipe y sin poder o representación de la anterior accionista, Amelia, y aunque aquel sea partícipe de hecho por haber adquirido tales participaciones, no lo es de derecho, ya quetal adquisición se ha efectuado contraviniendo las disposiciones legales y estatutarias. Por ello y en virtud delo dispuesto en el
artículo 115 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas
al que se remite el
artículo 15 reformado, de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada
, procede declarar la nulidad delos acuerdos adoptados en Junta General Ordinaria de fecha 4 de Marzo de 1991.»Tercero: Las costas se impondrán a la demandada
(artículo 523 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
».TERCERO. - La Sección Decimonovena de la Audiencia Provincial de Madrid dictó sentencia de 28 deenero de 2000 en el rollo número 730/1998 , cuyo fallo dice:«Fallamos. Que estimando el recurso de apelación interpuesto por la representación de Orogema, S.R. L. contra la sentencia dictada por el Juzgado de 1a Instancia n° 11 de los de Madrid, en los autos de los quedimana este Rollo de Sala, debemos revocar y revocamos íntegramente la sentencia apelada, absolviendoa la demandada de las pretensiones contra ellas deducidas e imponiendo a la actora las costas devengadasen primera instancia.»No procede formular condena en costas respecto de las devengadas en la alzada».CUARTO. - La sentencia contiene los siguientes fundamentos de Derecho:«Primero. La parte apelante impugna la sentencia que estimó la demanda deducida de contrario sobreImpugnación de acuerdos sociales y alega, como fundamento de su impugnación, que carece de la pretendidatrascendencia la falta de requerimiento notarial al Administrador de la sociedad para que procediese a laconvocatoria de la Junta General impugnada, pues, se trata de una garantía establecida a favor del queinteresa la convocatoria de la Junta, siendo esencial que la misma fue convocada por el Administrador Únicoque es, a su vez, socio titular del 60% de las participaciones, por lo que se hallaba legitimado a tal efecto, y, porotro lado, en relación con la pretendida nulidad de compraventa de las participaciones que ostenta el aludidoadministrador ante la infracción de lo dispuesto en el
artículo 5
de los Estatutos, nulidad que es apreciada en alsentencia con infracción del principio de congruencia de las mismas, y ello por haberse confirmado tácitamentetal transmisión al asistir el citado administrador en su calidad de socio a la anterior junta universal celebrada,y concluye poniendo de relieve que en la demanda no se instó la declaración de nulidad de la transmisión deacciones que ostenta el aludido administrador.»Por su parte, la apelada se opuso al recurso insistiendo en las mismas alegaciones en que basó sudemanda y más concretamente en la existencia de defecto formal en la convocatoria de la junta generalimpugnada, y la nulidad de la transmisión de las acciones por infracción de lo dispuesto en el
artículo 5
delos Estatutos.»Segundo. La cuestión fundamental en que se basan ambos motivos de impugnación se centra endeterminar la validez de la transmisión de 900 acciones por parte de D.ª Amelia a favor de su marido yactual administrador único de la sociedad demandada D. Manuel , debiendo señalar a este respecto que losactores y hoy apelados no instaron la declaración de nulidad de la referida transmisión ni en éste ni en otroprocedimiento, y ello pese a ser tal declaración de nulidad presupuesto necesario para que pueda prosperarla impugnación de los acuerdos sociales a que se contrae la demanda, sin que, por otra parte, sea posibledeclarar la nulidad de tal transmisión en este procedimiento pues ello viciaría la sentencia por incongruenciacon las pretensiones oportunamente deducidas por las partes, infringiendo lo dispuesto en el
artículo 359 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
, a lo que ha de agregarse que no estamos ante un supuesto de nulidad radical de laaludida transmisión, pues ello se produciría en el supuesto de infracción de una norma imperativa o prohibitiva
(artículo 6.3 del Código Civil
), carácter que no se puede atribuir a lo dispuesto en el
artículo 5
de los Estatutosde la sociedad demandada al establecer, en relación con la transmisión de acciones a persona extraña a lasociedad, la necesidad de comunicarlo a los administradores, para que éstos, a su vez, lo notifiquen a lossocios a fin de que éstos puedan ejercitar el derecho de tanteo, o, en su defecto, para que pueda adquirirlasla sociedad para proceder a su amortización previa reducción de su capital social, hallándonos, en definitiva,ante un acto anulable, y por tanto, subsanable expresa o tácitamente y con efectos
"ex tunc" (artículos 1311y 1313 del Código Civil
), pues, en definitiva, tal disposición estatutaria se establece en beneficio de lossocios y, por tanto, éstos pueden subsanar, confirmar, o impugnar expresamente tal transmisión, en esteúltimo caso mediante el ejercicio de la acción correspondiente, cosa que, como hemos expuesto, no ha hechola parte que propugna la invalidez de dicha transmisión, lo cual nos lleva a la desestimación de sendos
 
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motivos de impugnación en la medida en que al no haberse impugnado la transmisión de acciones a favor deladministrador de la sociedad, éste se hallaba legitimado para convocar la junta y para la aprobación de lospuntos fijados en el orden del día al contar con una participación en el capital de la sociedad que lo permite.»Tercero. La estimación del recurso de apelación no conlleva la imposición de las costas devengadasen la alzada
(artículo 710 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
).»La estimación del recurso de apelación implica la desestimación la demanda, lo que determina laimposición de las costas devengadas en primera instancia a la parte actora
(Artículo 523 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
).»QUINTO. - Mediante auto de aclaración se rectificó «el fundamento jurídico segundo de la sentencia defecha 3.4.96 sólo en cuanto a la mención del nombre del Administrador Único, la cual incluía a " Manuel "quedando dicho fundamento jurídico en cuanto al nombre del administrador único con el de " Federico ".»SEXTO. - En el escrito de interposición del recurso de casación presentado por la representaciónprocesal de D. Rogelio y D. Pedro Jesús se formulan los siguientes motivos de casación:Motivo primero. «Al amparo del
Artículo 1692, ordinal 4.° de la Ley de Enjuiciamiento Civil
, por infracciónde las normas del ordenamiento jurídico y de la Jurisprudencia relativa a dichas normas. Como norma delOrdenamiento Jurídico que se considera infringida, ha de citarse el
Articulo 20 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada de 17 de Julio de 1953
, en vigor a la fecha de convocatoria de la Junta, cuyaimpugnación se pretende, y la jurisprudencia relativa al mismo precepto, por aplicación indebida de la misma,al ser norma imperativa de obligado cumplimiento y no haber sido tenida en cuenta en la resolución que serecurre.»El motivo se funda, en resumen, lo siguiente:Establece el
art. 20 LSRL de 17 de julio de 1953
, vigente a la fecha de celebración de la junta, cuya impugnación de acuerdos se solicita «que el socio que se proponga transmitir intervivos suparticipación o participaciones sociales a persona extraña a la sociedad, deberá comunicarlo por escrito a losAdministradores, quienes lo notificaran a los socios en el plazo de quince días...». Estableciendo asimismo ensu párrafo cuarto «que serán nulas las transmisiones a persona extraña a la sociedad que no se ajusten a loestablecido en la escritura social o en su defecto en lo prevenido en este artículo».La transmisión efectuada por Doña Carolina , a su esposo Don Federico , a su vez administradorúnico de la sociedad, mediante escritura de compraventa de fecha 26 de enero de 1989, ha de considerarsenula de pleno derecho, pues se ha llevado a cabo con infracción de los preceptos que regulan la misma,violación que ha de llevar aparejada la nulidad de la transmisión efectuada, debiendo ser apreciada la mismaincluso de oficio. Cita la STS de 17 de octubre de 1987 sobre actos contrarios a la ley. Nos encontramos anteun supuesto de nulidad de precepto imperativo habida cuenta, la ausencia de comunicación escrita de DoñaCarolina , transmitente de las participaciones sociales, al Administrador de dicha sociedad, Don Federico ,y de éste a los socios.La nulidad no puede evitarse, como pretende la demandada por la supuesta existencia de unacomunicación verbal, que no se ha acreditado, y que tuvo lugar habida cuenta la estrecha relación que uníaa los partícipes de la sociedad, pues son en estos casos en los que como consecuencia de la existencia detales relaciones han de cumplirse con mayor rigor las formalidades que los preceptos legales y estatutarioscontemplan.La sentencia olvida que no es únicamente el
artículo 5
de los estatutos el que recoge la prohibición,sino el
art. 20 LSRL
, vigente a la fecha de la celebración de la junta cuya impugnación se pretende, normaesta que sí tiene carácter imperativo, comportando su vulneración la nulidad de pleno derecho de tal acto. LaSala ha aplicado la
LSRL de 23 de marzo de 1995
, en la que sí es cierto que como consecuencia de haberdesaparecido tal prohibición, los efectos que se atribuyen al incumplimiento de las restricciones estatutariasa la libre transmisibilidad de las participaciones sociales, no comportan la nulidad absoluta de la transmisión,sino la anulabilidad, reconociéndose por tanto la posibilidad de su subsanación mediante la confirmación dela transmisión por el órgano social, circunstancia que, como acertadamente indica la Sala en la Sentencia quese recurre, se habría producido por el hecho de haberse celebrado la anterior Junta Universal sin que porparte de los socios se instara la declaración de nulidad de la transmisión.Dado que la transmisión de participaciones es nula de pleno derecho por vulnerar precepto legal decarácter imperativo, la convocatoria de la Junta no ha sido realizada por persona con capacidad para ello,

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