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LA TORRE. JUAN JOS MILLS.

Una cosa incomprensible de la informtica es que le obligue a uno a escribir mal. Todo junto, sin acentos, sin maysculas, sin ees. Los habitantes del correo electrnico y de Internet en general parecen afsicos, como si les hubieran dado un golpe en la cabeza. Al principio uno se rebela, pero llega un momento en que si persistes en utilizar las maysculas, los acentos, las ees, incluso la sintaxis, en el espacio ciberntico, te toman por un psicpata. No sabe uno cmo explicar que escribiendo mal es imposible pensar bien. Pero quiz lo que se esconde tras las rdenes de todo junto, sin acentos, sin maysculas, sin ees, sin sintaxis, se resume en esta otra: sin pensamiento, por favor. De hecho los diccionarios incorporados a los procesadores de textos, carsimos por cierto, tienen un vocabulario tan pobre como el ingls de aeropuerto: sirven para averiguar dnde est el cuarto de bao, pero no proporcionan elementos de juicio para saber de qu modo se utiliza una letrina o se tira de la cadena. Es cierto que uno puede ir enriquecindolo con la incorporacin de nuevos trminos, aunque para ello es necesario tener una cultura previa que al contacto con la informtica puede deteriorarse gravemente, sobre todo si uno cae en el desvaro dadasta de activar tambin el corrector sintctico. Yo creo que lo que sucedi en Babel no fue que Dios confundiera a los hombres dotndolos de diferentes lenguas, sino que les oblig a utilizar mal la que tenan: todo junto, sin acentos, sin maysculas, sin ees, sin sintaxis: sin pensamiento. Pero sin pensamiento, por rudimentario que sea, no se puede levantar ni una modesta construccin de Lego. Mucho menos un cmulo de saberes desde los que alcanzar el cielo. Nuestra torre de Babel es la informtica, y ya ha comenzado a confundirnos. Dios ataca de nuevo.
Nota (1) El artculo, cargado de fina irona, de Juan Jos Mills se public en el diario El Pas, con fecha 30 de octubre de 1998.

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