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a JOniveT rnoreson cecaréizean on won ‘echo De 1A PACULTAD De Lenora CURSO DE FILOSOFIA Bundncion Padre BuaeAees A (ors) dot BUENOS ARES EDICIONES DESCLEE, DE BROUWER ADVERTENCIA Este libro es un Curso de filosofia y a la vez un Manual. En efecto, de primera intencién fué concebido como la expo- sicién de una doctrina filosdfica que dirige todas las partes de ia filosofia y les da st unidad. Es, ademas, un libro conforme a lo que se entiende con el nombre de un Manual: estando destinado a las clases, sométese siempre a las exigencias que se imponen a los libros escolares. Este curso es de volumen relativamente reducido. Mas. bajo su forma breve y sencilla, nada falta en él que sea ver- daderamente esencial y comprende algunos tratados que ordi- rnariamente faltan en los Manuales de filosofia. A cuenta del profesor corre. por supuesto, completar lo que juzgare nece- En cuanto al orden de materias, se ha seguido el encade- namiento légico de los problemas filosdficos, sin haber olvi- dado el it graduando las dificultades. No obstante. licito es 4 quien lo juzgare conveniente modificar a veces este orden, juntando el estudio de la Cosmologia al de la Metafisica gene- tal y uniendo la Légica mayor con la Critica del conocimiento. Es cierto que como la Légica mayor, la Cosmologia y la Psicologia emplean nociones que propiamente pertenecen a la Metafisica general. podria ser itil hacer preceder estos tres tratados de una introduccién metafisica tocando siquiera las tesis esenciales de la Ontologia. Sin embargo, también este orden tiene sus inconvenientes: las nociones de Metafisica ge- neral asi presentadas al principio de la filosofia pueden pare- cer arbitearias, al no ser traidas por el progreso de la reflexién aplicada a la experiencia. Por otra parte, estas nociones exi- gen una capacidad de abstraccién que no es facil conseguit, al principio, por los estudiantes. Por eso hemos preferido no abordar los problemas de Metafisica general sino a medida que son planteados, en cierto modo, naturalmente, por el ob- jeto mismo de los diferentes tratados. La Légica formal inteo- duce ta cuestién de la verdad y la Légica material, la de a CURSO DE FILOSOFIA causa, La Cosmologia plantea la consideracién de las nocio- nes de cantidad y de cuslided, de extensin y de movimiento, de espacio y de tiempo: y en las nociones de materia y de forma va implicada la divisién del ser en acto y potencia. De la misma manera, la psicologia que trata de le razdn, nos tteon a abordar ciertos aspectos de le nocion del ser que la critica del conocimiento precisard més ain. Por el mismo he- cho, los problemas de la Metofisica general preséntanse bajo a forma necesaria que de hecho les corresponde. AI mismo tiempo, ef tratado de Metoftsica general puede muy bien quedar reducido a més breves proporciones y sobre todo ape- recer como realmente dirigido por el conjunto de cutestiones especulatioas que le precedieron y prepararon. NOTA PARA LA CUARTA EDICION La cuarta edicién de este Curso ha sido objeto de algunes ir tes _modificaciones. En primer tugar. los capitulos teferentes al hébito, al instinto y a las nes han sido retocados y completados, Se ha aftadido al capitulo de le imaginacién algunes paginas que proporcionan fas nociones esenciales acerca del ensueffo, el sueffo y los sueffos. Hemos modificado, ademas. el orden de las cuestiones de psicologia, de suerte que concuerde con ef tomo segundo (Psicologis de nuestro Tratado de Filosofia. RI. INTRODUCCION GENERAL (*) Arr. I. NATURALEZA DE LA FILOSOFIA deseo de saber, fuente do las ciencias, Todos los hombres, dice Aristételes, estén naturalmente ansiosos de saber, es decir que el deseo de saber es innato: échase de ver ya en el nif, por los “por qué” y los "ebmo’ que no cesa de formular. El deseo de saber es el principlo de las ciencias, cuya primera finalidad no es dar al hombre los medios de actuar sobre la naturaleza, sino en primer lugar satisfacer su curlosidad natural. Si el deseo de saber es esencial al hombre, debe ser univer- sal en el tiempo y en el espacio. Y esto es lo que nos ensefia la historia: pues no hay pueblo, por retrasado que se halle, en el que no se manifieste esta natural inclinacién del espl- ritu, y es por consiguiente tan antigua como {a humanidad. 2. Las diversas formas del saber: a) El conocimiento empirico, La necesidad de saber da lu- gar primero a los conocimientos emplricos, que son el fruto del movimiento esponténeo del espfritu, pero son conocimlen- tos Imperfectos, en cuanto a menudo carecen de objetividad y se forman de casualidad, merced a gencralizaciones precipi- tadas, sin orden ni método. Tales son por ejemplo Ins reglas meteorolégicas del campesino, los proverblos y méximas que resumen las observaciones corrlentes sobre ef hombre sus pasiones, etc. Estos conocimlentos emplricox no son cosa que se haya de menospreciar. Por el contrarlo, ellos constituyen el primer paso de Ia ciencla, que no hace sino per! fos procedimientos que el empltismo emplen parn ndquitir sus conocimientos. b) El conocimiento cientifico busca sustituir ef emplrismo con conocimientos ciertos, generales y metédicos, es decir con (1) Las cifras det interior del texto remiten n Yor nGmeros marsinales. 0 CURSO DE FILOSOFIA verdades valederas en todos los casos, en todos los tiempos ¥ en todos los lugares, y unidades entre si por sus causas y sus principios. ‘Val es la ciencia en general. La filosofia es por eso una ciencia y, como veremos, es la mas alta de las ciencias hu- tanat, Pero en nuestos das existe In tendencia a liar Ia aplicacion del nombre de “ciencia” a las ciencias de la natu- raleza, y mas en concrcto a las ciencias que se rigen por leyes necesarias y absolutas, fundadas sobre el determinismo de los fenémenos de la naturaleza. En este caso estén la Fisica, la Quimica, la Mecanica celeste, etc, c) El conocimiento filosdfico, en fin, es la mas alta expre- sign del deseo de saber. Es una ciencia, en cuanto pretende conocer las cosas por sus causas. Pero mientras que las de- més ciencias se limitan a descubrie las causas mas inmediatas, la Filosofia tiene por objeto descubrir las causas més univer- sales, es decir las causas primecas de todas las cosas. Arr. Il, OBJETO DE LA FILOSOFIA 1, Antiguo concepto de la filosofia, —La palabra filésofo significa “amigo de la ciencia y de la sabiduria”, y dicese que la invent6 Pitagoras. Para los antiguos griegos, la filosofia exa la ciencia universal: abrazaba casi todo el ‘conjunto de ‘conocimientos que agrupamos bajo los nombres de ciencia, de arte y de filosofia. Tal concepto duré hasta la edad medi 4 partir de esta época, primero las artes y después las ciencias de la naturaleza se separaron poco a poco de la filosofia con- quistando su autonomia. Esta separacion es hoy un hecho consumado, y existe el mayor interés en distinguit netamente estas dos clases de conocimientos que se Haman cientificos y filos6ficos. 2, Filosofia y cioncias.—La ciencia y Ia filosofia no tie- nen el mismo objeto formal. Indudablemente que desde un punto de vista material, ciencia y filosofia se aplican al mismo objeto: el mundo y cl hombre (objeto material). Mas cada disciplina estudia este objeto comin bajo un aspecto propio (objeto formal). La ciencia se li la determinacién de las leyes de los fen6menos. La filosofia aspica a conocer Ia naturaleza profunda de las cosas, sus causas supremas y sus fines Gtimos: interésale propiamente, en todas sus partes, el conocimiento de lo que esta sobre la experiencia sensible (0 los INTRODUCCION GENERAL u fenémenos), y aquello que no es accesible sino a la raz6n. Si pues la filosofia es ciertamente una ciencia universal, lo es en ‘cuanto tiende a conocer, no todas las cosas, como crelan los antiguos griegos, sino los primeros principios de todas las cosas. Por abi se echa de ver que una explicacién cientifica no es tuna explicacién filos6fica; ni una explicacién filoséfica es una explicacién cientifica. Los problemas de la ciencia no son los de la filosofia: e1 encadenamiento de los feaémenos, tal como la ciencia lo pretende descubrit, deja intacta la cuestién de Ja naturaleta profunda de las cosas, de sus valores y de sus fines: y el conocimiento de las esencias, de los valores y de los fines no nos puede dar la ciencia de las relaciones fe- nomenales, Anr. Ill, METODO DE LA FILOSOFIA 1, El méiodo dopende del objeto formal —Llémase “mé- todo” al ccnjunto de procedimientos empleados para llegar al conocimiento o a ta demostracién de la verded, El método de una ciencia depende del objeto mismo de esta ciencia. En el estudio de los seres vivientes no se emplea el mismo pro- cedimiento que en el estudio de los seres orgénicos: y Ia qui- mica procede de distinta manera que la fisica. De modo que de la definicién y del objeto de la filosofia debemos deducit el método que le conviene. 2. El método filoséfico os experimental y racional a la vez. — Hemos definido la filosofia como a ciencia de las coves por ss causas supremss. De donde se sique que: a) La filosofia parte de la experiencia. Si la filosofia es en primer lugar “‘ciencia de las cosas”, es decir, del hombre, del mundo y de Dios. debemos comenzar por conocer las cosas ‘que queremos explicar: es decir que nuestro punto de partida ser tomado normalmente de la experiencia. La naturaleza de las cosas, en efecto, la conocemos por sus propiedades, y éstas nos las da a conocer la experiencia —vulgar o cienti- fica. Tgualmente, de los efectos del poder divino podemos elevarnos hasta Ja Causa primera del universo, ya para afir- mar su existencia necesarla, ya para determiner su natura leza y sus atributos: y estos mismos efectos son un objeto de experiencia. Asi, el méfodo filos6fico seci en primer lugar experimental, en el sentido de que el punto de partida de la filosofia lo tomamos de la experiencia. 2 CURSO DE FILOSOFIA b) Le filosofia tiende, por fa razén, a lo que esth més allé de la experiencia. Pero como Ia filosofta es, por sts fines, esenclalmente metafisica, es decir que pretende fr més allé de fa experiencia sensible y Megar hasta las causas primeras, deberé recurrir a la raz6n, porque estas causes primeras no las ve el hombre, no las toca con sus sentidos y en conse- cuencia no puede Hegar a ellas sino merced a una facultad superior. Por esta raz6n, el método filos6fico es también un métedo racional. 8. Le tilosoffa no echa mano sino de la razén naturel. — Por otra parte, si la filosofia se sirve de la raz6n, es sola- mente de Ia razén netural. En esto se distingue absolutamen- te de la Teologta, que se basa, como en sus primeros prin- cipios, en fas verdades reveladas, mientras que Ia filosofia s6lo recurre a fas luces de la raz6n. Su criterlo de verdad no ex. como en Teolopia, la autoridad de Dios que revela, sino In evidencia de su objeto. Arr. IV. DIVISION DE LA FILOSOFIA 1. Principio de la divisién.— Puede uno colocarse bajo distintos puntos de vista para distingulr In diferentes partes de Ia filosofia. Una divisién corrlente en nuestros dias con- siste en distingulr cuatro partes: légien, psicologia, moral y metafisica. Pero es éste un orden discutible, primero porque permite suponer que Ia moral se puede constituir integra- mente sin Ta metafisica: luego veremos que eso no es verdad: «yen segundo lugar porque la cosmologia o estudio del mundo material como tal, o bien parece no pertenecer a la filosofia sino Gnicamente a las ciencias de Ia naturaleza, lo cual es un error. © blen queda inclulda ya en In f6glea material, o ya en la metafisica, lo cual no es, ni en un caso ni en otro, su lugar normal. Es més I6gico dividir ta filosofia partiendo de este princi- plo aue fas cosas pueden ser consideradas ya en si mismas ya ‘en relacién con nosotros. Desde el primer punto de vista, tr&- tase simplemente de conocerlas por sus principlos supremos y sus causas primeras: éste es el obleto de Ia /ilosofia especu- lative, Desde el sequndo punto de vista, se trata de saber cémo debemos emplear las cosas para nuestro bien absoluto: ¥ Este es el obleto de In filosofia practice. Estas partes esen- clales de fa filosofia Irén ademés, naturalmente, precedidas INTRODUCCION GENERAL 1s del estudio de Ia légica, que es como el instrumento univer- sal del saber, en cuanto define los medios de llegar a Ia verdad. 2. Los diferentes tratados de la filosofia.—Las subdivi- slones de las tres partes de la filosofia se deducirin de Jas siguientes consideraciones: a) Problemas de ta légica. La l6gica puede adoptar dos puntos de vista: o bien pretende determinar las condiciones universales de un pensamiento coherente consigo mismo (I6- gica formal 0 menor), bien busca delinir los procedimientos © los métodos exigidos, en cada disciplina particular, por los diferentes objetos del saber (Légica material 0 Metodologia). b) Problemas de ta filosofia especulative. Tenlendo por fin Ia filosofia especulativa el conocimiento puro, su objeto es conocer el mundo de fa naturaleza en si mismo (Filosofia de Ja naturaleza). ast como la causa primera del mundo, que es Dios (Teodicea). La filosofia de la naturaleza se dividicé a su vez en dos Pattes, segiin se refiera al mundo material como tal (Cosmo- Iogia). 0 al hombre (Psicologia). El estudio de Dios (existencia y naturaleza de Dios) que forman la Teodicea no puede ser abordado directamente, por no sernos Dis conocido sino como autor del ser univers También debers ir precedida légicamente de un tratedo con- sagrado al conocimiento del ser en general: y éste es el objeto de la Ontologie La Ontologia, a su vez, requiere el estudio previo del valor de nuestra facultad de conocer. Este, en efecto, tiene por objeto realidades que en modo alguno son objeto de la aprehensién sensible, Preciso es, pues, conocer si se justifican, y en qué medida, sus pretensiones de llegar a los primeros prineipios de las cosas. ¥ éste es ef objeto dle In Critica lel conocimiento. Critica del conocimiento, Ontologia (o Metafisica general) y Teodicea constituyen el conjunto de la Metafisica. ¢) Problemas de la filosofia préctice. La filosofia practica tiene por fin, segin fo hemos dicho, defini el bien del hom- bre. Para este podemos colocarnos en un doble punto de vista: en el punto de vista del hacer, es decir, de la obra a realizar (arte en general y artes de lo bello en particular), lo cual es el objeto de la Filosofia del arte, o en el punto de vista del obrar, es decir, de la accién que se va a cumplir, lo cual cons- tituye el objeto de la Moral. 4 CURSO DE FILOSOFIA El siguiente cuadro resume esta division de la filosofi asus ve ba ‘marivos onjaros ‘muosorla fof Leyes del razonamiento. con 1 | reel era ‘Logica material fedos particulares. = ca mel aegypti muosorts | Cormologia ....:81 mundo material como tal narunataza | Pricologia ......:81 hombre, aus, Gries del 200) Vator de ts rasén. BSPECULATIVA) erarisica { Ontologia ..... EU ser en general. r Exidencia y naturaleca de eodiea +. | Belen ur | Filosotia del arta: Lo bello y ler artes, rahoricn Moral... + BL acto humuno, CURSO DE FILOSOFIA PRELIMINARES Arr. 1, DEFINICION DE LA LOGICA 6 El término de “I6gica” viene de una palabra griega que significa raz6n. La légica es en efecto Ia ciencia de las leyes ideales del pensamiento, y el arte de aplicarlas correctamente a [a investigacién y a la demostracién de le verdad, 1, La légiea es una cioncia, es decir un sistema de conoci- mientos ciertos, [undados en principios universates, En esto difiere la légica filosdfica de la légica esponténea o emptrica, como lo perfecto diftere de lo imperfecto. Porque la l6gi natural no es otra cosa que Ia aptitud innata del espiritu cer Uso correcto de las facultades intelectuales, pero sin ser capaz de justificar por la razén, recurriendo a los principles universales, las reglas del pensamiento correcto. 2, Ciencia de las loyes ideales del ponsamionto. — La 16- ica pertenece por lo mismo a la filosofia normativa, porque su fin no es definic fo que es, sino lo que debe ser, es decir It que deben ser las operaciones intelectuales para satisfacer a las exigencias de un pensamiento correcto. La légica establece las condiciones, no de existencia, sino de legitimidad, 3. La Wégica os tombién un arte, es decir un método que permite hacer bien una obra segin determinadas reglas. La logtea, en efecto, al mismo tiempo que define las leyes tdesles del pensamiento, establece las reglas del pensamiento correcto, cuyo conjunto constituye un arte de penser. Y como el razo- namiento es la operacién intelectual que implica todas las de- ims operaciones del espititu, con frecuencia se define la légica como Ia ciencia y el arte del razonamiento correcto, 4. La Iégica tien por fin Ia investigacién de la verdad y su demostracién, porque Ia investigacién y Ia demostracién 8 PRELIMINARES de la verdad son el fin de la inteligencia y por consiguiente de la Iégica, en cuanto define las condiciones de validez de las operaciones del espiritu. Arr, Il, IMPORTANCIA DE LA LOGICA No se ha de exagerar ni rebajar la impostancia de la I6gica cientifica, 1. La Iégica omplrica.— Putdese Megar y a menudo se ega a la verdad sin el auxilio de la Logica cientifica, sobre todo cuando Jas operaciones intelectuales no encietran gran complejidad. En este caso basta con la légica esponténea, de Ta que la Logica filoséfica no es sino un perfeccionamiento metédico; y Leibniz dijo con raz6n que “las leyes de la Légica no son sino las reglas del buen sentido puestas en ‘orden por escrito”. 2, La légica ciontilica. — Mas si el buen sentido es siem- pre necesario, no siempre es suficiente. Si bien es posible ob- Servar espontaneamente las reglas de un pensamiento correc- to, hay mayor probabilidad de observarlo cuando esas reglas son conocidas y familiares. Ademés, no se trata dnicamente de conocer la verdad: es preciso descartar las dificultades y fefutar los errores, para lo cual no basta el buen sentido que ignora las causas de error y los procedimientos sofisticos fin, el buen sentido puede deducic de una verdad las conse- cuencias més inmediatas. Pero asi como no es capaz de ele- varse hasta los principios universales, tampoco sabe llegar a Jas consecuencias remotas. La légica es pues necesaria para hacer al espiritu mas agudo y ayudarle a dar raz6n de sus operaciones recurriendo a los rincipios en que se funda su legitimidad. Arr, Ill, DIVISION DE LA LOGICA Hemos visto en el nimero 6 que la légica tiene por objeto establecer las condiciones que las operaciones intelectuales de- ben Henar para ser correctas. Ahora bien, estas condiciones podémoslas agrupar en dos grandes categorias. Primero, las condiciones que aseguran el acuerdo del pensamiento consigo mismo, hecha abstraccién de cualquier dato particular, de tal manera que sean vélidas universalmente, Vienen luego las Locica fn) condiciones que derivan de las reluciones del pensamiento con los diversos objetos @ los que se pueden aplicar. De ahi las divisiones generales de la légica: 1, Légica formal o menor.— Es la parte de la légica que establece la forma correcta de las operaciones intelectuales, 0 gue asegura el acuerdo del pensamiento consigo mismo, de fal manera que los principios que descubre y las reglas que formula se aplican a todos los objetos de pensamiento, cua~ Tesquiera que és:os sean. Ahora bien, como las operaciones del espiritu son tres, a saber: la aprehensién, el juicio y el raciocinio, la logica for- mal comprende normalmente tres partes, que tratan de la aprehensién y de la idea, del juicio y de la proposicién, del raciocinio y de la argumentacién, 2, Légica material 0 mayor.—Es la parte de la légica que determina las leyes particulares y las reglas especiales que derivan de la naturaleza de los obje'os que se han de conocer. Y define los métodos de las matematicas, de la fisica, de la quimica, de las ciencias naturales, de las ciencias morales, etc., que son otras tantas légicas especiales. A la logica mayor podemos referir el estudio de las condi- ciones de la certeza, asi como el de los sofismas que quieren presentar lo falso con apariencias de verdad, Es'as cuestiones no se confunden con aquellas de que trata la critica del cono- cimiento. No se trata, en efecto, en légica, sino de definir, desde un punto de vista formal, lo que son de derecho la verdad y el error y cudles son las condiciones de derecho de la certeza; mientras que la Critica del conocimiento tiene por objeto resolver la cuestién de saber si de hecho nuestras facul- tades de conocimiento son capaces de llegar a la verdad. PRIMERA PARTE LOGICA FORMAL 9 La légica formal establece las condiciones del acuerdo det pensamiento consigo mismo. No contempla tos operaciones Intelectuales desde el punto de vista de su naturaleza ~cos que pertenece a In psicologia—. sino desde el punto de vista de su validez intrinseca, es decit, de su forma, Y como todo raclocinio se compone de Juicios. y todo juicio de ideas, debe- mos ditingulr trex operaciones intlectuales especificamente iferentes: 1. Aprehender. es decir concebir una iden. 2, Juzgar, es decir aflrmar © negar una relacién entre dos id 3, Razonar, es decir, de dos 0 mas juicios dados deduct otro juicio que de ellos se sigue necesariamente. La logica estudia estas tres operaciones en st mismas, ber en tanto que son actos del espiritu, y en sus expresiones verbales, que son: para la aprehensién. ef término: para el juticlo, Ia proposicién: para el raciocinio, el argumento, ‘Todos {os principios y todas Ins reglas vélidas de las op raciones del espiritu Jo son igualmente y de la misma manera de aus expresiones verbales. CAPITULO 1 LA APREHENSION Y EL TERMINO Anr, I, DEFINICIONES 10 1. Aprehonder significa captar, tomar, y la aprehensié desde el punto de vista logico, es el acto por el cual el espiritu concibe una idea, sin afiemar ni negar nada de ella. La apre- hensién difiece, pues, del juicio, del cual vamos a ver que consiste en afirmar o negar una cosa de otra. 2, La idea, o concepto, es la simple representacién intelec- tual de un objeto. Difiere esencialmente de la imagen, que es la sepresentacién determinada de un objeto sensible. 3. El término es la expresién verbal de la idea. — Desde el punto de vista légico, debemos distinguir el término de la palabra. El término puede, en efecto, comprender varias pala- bras (por ejemplo, el buen Dios, algunos hombres, una accién brillante), que no obstante sélo forman una idea Iégica. Ant. I, COMPREHENSION Y EXTENSION 11 Podemos cousiderar una idea y por consiguiente un tér- mino, desde el punto de vista de ia comprehension y desde el punto de vista de Ja extensién. Esta distincién es de capital impostancia para toda la Iégica formal. 1, La comprohonsién es el contenido de una idea, es decie el conjunto de elementos de que consta una idea. Asi la com- prehension de la idea de hombre implica los elementos si- + Guientes: ser, viviente, sensible, racional. 2, La oxtonsién es el conjunto de sujetos a los cuales con- viene la idea. Asi, la idea de hombre conviene a los canadien- 12 ™ LOGICA FORMAL ‘ses, los vascos, a fos blancos, a fo: a Pedro, a Car- ft pie spsene. 1c08, a los negros, iro, a Car. $ Rolacién de la comprehensién y do la extensién, 8) La comprehensién de una idea esté en relacién inversa de su extensién, La idea de ser, que es Ia menos rica de tod: 8 por lo mismo la mas universal: Ia idea de hombre, que encierra mayor némero de elementos, no se aplica sino a una parte de los seres: la idea de vasco, que afiade a la idea de hombre nuevos elementos, es todavia més restringida: y en fin, ta Idea de tal indivitivo, Carlos, Eduardo. cttya compre- hensi6n es Ia mAs rica, es por lo mismo In mAs fimitada en cuanto a Ia extensién. b) El género y ta especie. También es posible ordenar Ins ideas, y por consiguiente los seres por ellas representados, se- gin una jerarquia fundada en su extension. La idea superior en extension se llama género con relacién a Ia idea inferior, ¥ ésta se dice especie con relacién a la primera, En princt Plo, se llama género a toda idea que contlene debajo de si otras fdeas generales (animal con relacién a hombre, pajaro ez, ete.). y especie a toda idea que no contiene sino indi. vidios. Arr. Il. CLASIFICACION DE LAS IDEAS Y DE LOS T&RMINOS Para clesificar las ideas puédense ‘tomar distintos puntos de vista. 1. Punto do vista de su perfeccién. 8) La idea es adecuada cuando representa al espiritu todos los elementos del objeto. Es inadecuada en el caso contrarlo. b) La idea es clara cuando basta para hacer reconocer st objeto entre todos los demas; y oscura en el caso contrario. ¢) La Idea es distinta 0 confusa segin que nos dé a cono- cet, 0 no, los elementos que componen sus objetos. Una idea clara puede no ser distinta: un jardinero tlene idea clara, pero no distinta (al revés que el boténico), de las flores que cultiva, En cambio, una idea distinta es necesarlamente clara. 2. Punto de vista de su comprehensién y de su extensién. 2) En cuanto a la comprehensién, una idea es simple 0 compuesta, segin comprenda uno o varios elementos. La iden 13 LA APREHENSION Y FL TERMINO Ey de ser (Io que es) es simple: In idea de hombre (animal ra- clonal) es compuesta, 4) En cuanta a Ia extensién, hay que distingul La idea singular: es aquella que no se puede aplie un individuo: Carlos, este Arbol, este libro. La idea particular: es aquella que se aplica de manera inde- terminada sélo a una parte de una especie o de tna clase determinada: algunos patos. La idea universal: es aquella que conviene » todos los indi- viduos de un género o de una especie dada: el hombre, el circulo, In mesa, ete, La idea singular equivale una idea universal, porque sl bien esté limitada a un solo individuo, agota toda su extensién. ino a 3. Punto de vista de sus rolaciones mutuas.— Las ideas pueden ser entre st 8) Contradictorias. cuando la una excluye a fa otra, sin que haya término medio posthle entre ambna. Por ejemy ser y no ser: estar en fa luna y no estar en In luna: avaro y no avaro. b) Contrarias, cuando expresan las notas més opuestas en tun género dado, de tal modo que exista un término medio entre elas: blanco y negro: avaro y prédigo: estar en Pam- plona y es‘ar en Bilbao. Art. IV. REGLA FORMAL DE LAS IDEAS Y DE LOS TERMINOS 1. En sf misma, una idea no es ni verdadera ni folsa, porque. no contiene ninguna afirmacién. Es lo que es y nada més. 2. Una idea puede ser contradictoria, es decit compren- der elementos que se excluyan mutuamente, Por ejemplo Ia idea de circulo cuadrado. Las ideas contradictorias no pueden ser sino Ideas confusa: porque es imposible concebir clara y distintamente una idea realmente contradictoria (que es, en realidad, In nada). Hemos de procurar. pues. que nuestras ideas no enclerren elementos contradictorios. Ahora bien, como Ia contradicci6n en las ideas proviene siempre de ou confusién, hay que hacer desaparecer esta confusién analizindolas, es deci que hay que definitlas y dividirtas. u 15 Fry LOGICA FORMAL Arr. V. LA DEFINICION 1, Nocién. —Definir, segiin el sentido etimolégico, es lo mismo que delimitar. La definicién légica consiste, en efecto, ‘en circunscribir con exactitud la comprchensién de un objeto, ‘en otros términos en decir lo que una cosa es. 2, Divisiéa, — Distinguense: a) La definicién nominal, que expresa el sentido de una palabra. Ast, decir que la palabra “definis” significa “deli- mitar” es dar una definicioa nominal. b) La definicién real, que expresa la naturaleza de la mis- ma cosa. La definicién real puede ser Esencial. Es aquella que se hace por el género préximo y la diferencia especifica. Defininos asi al hombre: animal racio- nal; animal es el género préximo, es decic la idea inmediata- ‘mente superior, en cuanto a la extensién, a la idea de hombre; y racional, que es la diferencia especifica, es decir la cualidad que, afiadida a un género, constituye una especie, distinta como tal de todas las especies del mismo género. Descriptiva, Es ella que, a falta de los caracteres esen- ciales (género préximo y diferencia especifica), enumera los caracteres externos mAs notables de una cosa. pecmitiendo asi distinguirla de todas las dems. (EI carnero es un rumian- te de cabeza alargada, nariz encorvada, ojo languido, etc.) Es fa definicién que se emplea en las ciencias naturales. 3. Reglas do la definicién.—Son dos: a) La definicién debe ser mas clara que lo que se define, Por eso es preciso que no contenga el término que se define —que normalmente no sea negativa. porque decir que el hom- bre no es un Angel, no es aclarar la cuestién de la naturaleza del hombre—; en fin, que sea breve. b) La defnicién debe convene a todo lo que se define 2 eso sdlo. decir que no ha de ser ni demasiado limitada (el hombre es un animal de color blanco), ni demasiado am- plia (el hombre es un animal). Ant, VI. LA DIVISION La divisién de las ideas en sus elementos es uno de los me- dios necesatios de obtener una buena definicién, LA APREHENSION Y EL TERMINO a Delinicién.— Dividir es distribuir un todo en sus partes. Hay por consiguiente tantas clases de divisiones cuantas cla- ses de todos existan. 2, Espocies.—Llamase un todo a aguello que puede ser resuelto o dividido, sea fisicamente, o al menos idealmente, en diversas elementos. De abi tres clases de todo: fisico, l6gl- co ¥ moral. a) Fisico. El todo fisico es aquel cuyas partes son real- mente distintas. Este todo puede ser: cuantifativo, en cuanto se compone de partes homogéneas: un bloque de mérmol: esencial, en cuanto.forma una esencia completa: el hombre: otencial, en cuanto compuesto de diferentes facultades: el alma mana como compuesta de inteligencia y de voluntad; ac- ental, en cuanto compuesto de partes unidas exteriormen- : una mesa, un montén de piedras. 'b) Légico '(o metafisico). El todo lWégico es aquel cuyas partes no se distinguen sino por la cazén. Va expresada por luna nocién universal que contiene en si a otras como partes subjetivas. Asi el género contiene sus especies: por ejemplo, la idea de metal con relacién a los diversos metales, (hierro, cobre, zinc, etc.); 0 también la idea de animal refecido a ani- mal racional (hombre) y a animal no racional (bruto). <) Moral, El todo moral ea aquel cuyas partes, actualmen distintas y separadas, estén unidas por el lazo moral del mi ‘mo fin: una nacién, un ejército, una familia, etc. Va expresado por un concepto colectivo. 9. Roglas.— Una divisién, para ser buena, ha de ser: a) Completa 0 adecuada, es decir que enumere todos los elementos de que se compone. b) Irreductible, es decir, que no debe enumerar sino los elementos verdaderamente distintos entre si, de manera que ninguno esté comprendido en otro. La divisi6n siguiente: el hombre esté compues‘o de un cuerpo, de un alma y de una inteligencia, pecaria contra esta regla, ya que el alma humana comprende la inteligencia. ¢) Fundada en el mismo principio. y por consiguiente que debe proceder por miembros verdaderamente opuestos entre si. La divisién siguiente: mi biblioteca se compone de libros de filosofia y de libros bien encuadernados, pecaria contra es- ta regla, porque bien encuadernados no se opone a filosofia. CAPITULO 1 EL JUICIO Y LA PROPOSICION Ant. I. DEFINICIONES 16 1. Definieién dol juicio,— El juicio es el acto el que el espirita afirma una cosa de otra: “Dios es bueno! “el hom. bre no es inmortal” son juicios en cuanto el uno afirma de Dios ta bondad, y el otro niega al hombre Ia inmortalidad El juicio encierra, pues, necesariamente tres elementos, a saber: un sujeto, que es el ser del cual se afirma o niega guna cosa; un atributo o predicado, que es lo que se niega 0 afirma del sujeto: una afirmacién o una negacién, El sujeto y ef atributo son la materia del Juicio: y la forma del julcio resulta de la afirmacién o de la negacién. 2. Definicién de la proposicién. — La proposicién es la ex- presién verbal del juicio. Compénese, como el juiclo, de dos términos. sujeto y predi- cado, y de un verbo llamado cépula (es decir laz0). porque tune 0 separa los dos términos. El verbo de la proposici6n légica es siempre el verbo ser. tomado en sentido copulativo o telativo, como en esta propo- sicton: "Dios es bueno”. y no en sentido absoluto, en el que significa existir, como en esta proposiciOn: “Dios es”. A me- nudo el verbo gramatical comprende a la ver al verbo légico y al atributo. Asi, esta proposicién: “Yo hablo”. se descom- pone, desde el punto de vista I6gico, en esta otra: “Yo soy 0 estoy hablando”. Del mismo modo, "Dios existe”, se descom- pone asi: “Dios es existente”. Arr. Il ESPECIES DE JUICIOS Y DE PROPOSICIONES 1, Clasificacién de tos Juicios. — Podemos clasificar los Julcios desde el punto de vista de su forma y desde el de su ‘materia, EL JUICIO Y LA PROPOSICION » a) Desde el punto de vista de Ia forma. Se distingue los juicios afirmativos y los juicios negativos. b) Desde ef punto de vista de la materia. Distinguense en analiticos y en sintéticos. Llimase analitico a un jtticio en que ef atributo es: ya idén- tico al sujeto (como en el caso de la definici6n:,““E! hombre es un animal racional”), ya esencial al suje‘o (“El hombre, es taclonal”), ya propio () al sujeto ("EI circulo es redondo"). Llimase sintético un jaicio cuyo atributo no expresa nada de esencial ni propio del sujeto: “Este hombre es viejo”, “El ‘tiempo es claro”. 2. Clasificacién do las proposiciones. — Podemos clesifi- cat las proposiciones desde el punto de vista de la centidad 0 desde el punto de vista de la cualidad. ‘A. La cantidad de una proposicién depende de la extensién del sajero. Se pueden distin ) Las proposiciones universales: son aquellas en que el sujeto es un término universal. tomado universalmente, Por ejemplo: “El hombre (0 todo hombre) es mortal. 'b) Las proposiciones particttares: aquellas en que el stjeto es un término particular: “Algin hombre es virtuoso.” €) Las propesiciones singulares: aquellas cuyo stjto,es un término singular: “Pedro es sabio”, "Este drbol ex viejo". Es- tas proposiciones. por la raz6n expresada en el nimero 12, deben ser asimiladas a las proposiciones universales. B. La cualidad de una proposicion depende de fa afirma- cién o de la negacién. segiin que la relacién del atributo al su- Jeto sea una relacién de conveniencia o de no conventencia. 3. Las cuatro proposiciones. — Como toda proposicién tle- ne a la vez una cantidad y una cualidad, puédese distingulr cuatro especies de proposiciones, que los légicos designan con vocales, @ saber: ‘a) La universal afirmativa (A): Todo hombre es mortal b} La universal negativa (E): Ningdn hombre es spirit Fo. pee) Le particular afirmative (1): Algin hombre es sabio. d) La particular negativa (O): Algin hombre no es sablo. 4, Rolacién de loa términcs desde ol punto de vista do la extensién, en las universalos. et un carkcter que no pertenece a Ie cls necesariamente. (1) La propiedad, svendia det sujet, P 18 0 LOGICA FORMAL 8) En las afirmativas (A), el sujeto se toma en toda su ex- tensidn, Pero el predicado no se toma sino segin una parte de su extensidn: “E! hombre es mortal” significa que el hombre es uno de los mortales, es decir una parte de los seres mortales, b) En las negativas (E), el sujeto y el atributo es-an tom dos en toda su extensién: “Ningiin hombre es espiritu pur. significa que el hombre no es ninguno de los espiritus puros, Arr. Ill. DE LA OPOSICION 1. Nocién,— Si consideramos las proposiciones no en si mismas, sino en sus mutuas relaciones, échase de ver que se Pueden oponer entre si de diversas maneras. Definiremos, ues, la oposici6n como la relacién de dos proposiciones que, teniendo el mismo sujeto y el mismo predicado, tienen una cualidad 0 una cantidad diferente, o bien, a la vez, una cua- lidad y una cantidad diferentes. 2. Diversas oposicionos. — Son cuati a) Las proposiviones conteadictorias, Llimase conteadicto- ias a dos proposiciones que difieren a lu vez por la cantidad y por la cualidad: la una niega lo que la o'ra afirma, sin que exista medio entre la afirmacién y Ja negacion, Todo hombre es sabio (A). Algin hombre no es sabio (O). b) Las proposiciones contrarias. Llimase contrarias a dos Proposiciones universates que difieren por la cualidad: Todo hombre es sabio (A). Ningin hombre es sabio (E). ¢) Las proposiciones subcontrarias, Llamase subcontraria ‘A dos proposiciones particulares que difieren por la cualidad: Algin hombre es sabio (1). Algin hombre no es sabio (O). 4) Las proposiciones subalternas, Ss. las ie Hieren sino por la cantidad: ae ere tan ae Todo hombre es virtuoso (A). Algin hombre es virtuoso (I). Ningin hombre es espiritu puro (E). Algin hombre no es espiritu puro (O). 19 EL JUICIO ¥ LA PROPOSICION a 2. Leyes de Ia oposicién, a) Ley de las contradictorias. Dos proposiciones contradic- torias (Ay O, Ee 1) no pueden ser ni verdaderas ni falsas a la vez. Si una es verdadera, la otra es necesariameate falsa; si una es falsa, la otca es necesariamente verdadera. b) Ley de las contrarias. Dos proposiciones contrarias (A y E) no pueden ser verdaderas al mismo tiempo: si una es verdadera, la otra es falsa. Pero las dos pueden ser falsas al mismo tiempo. En materia necesaria (es decic, cuando el predicado es de Ja esencia del sujeto), dos contrarias no pueden ser falsas a la vez. Por consiguiente, de la falsedad de la una puédese concluit a la verdad de la otra ¢) Ley de las subcontrarias. Dos proposiciones subcontra- rias (Iy ©) no pueden ser [alsas al mismo tiempo, Pero si veedaderas. En materia necesaria, dos subcontrarias no pueden ser ver- daderas a la vez. En consecuencia, de la verdad de una se puede concluir a la falsedad de la otra.. d) Ley de las subalternas. Dos proposiciones subalternas (AeL By O) pueden ser verdaderas al mismo tiempo y [al- sas también: 0 bien pueden ser una verdadera y Ia otra false. Arr. IV. CONVERSION DE LAS PROPOSICIONES 1, Naturaleza do la convorsién.—Tomemos la siguiente proposicién: “Ningiin circulo es cuadrado.” Es posible enun- iar la misma verdad trasponiendo los términos, es decir ba- ciendo del sujeto predicado, y del predicado sujeto: “Ningin cuadrado es ciculo.” De ‘esta manera tenemos convertida Ja primera proposicin, es decir Ja tenemos traspuesta, por la intervencién de los extremos, en otra proposicién que expresa la misma verdad, La conversién puede, pues, ser definida como el procedimiento légico que consiste en trasponer los términos de una proposicién sin modificar su cualidad. 2. Regla general de la conversién.— La proposicién que resulta de la conversién no debe afirmar (0 negar) més que Ja proposicién convertida. Por consiguiente, ya la cantidad de la proposcén no cambia (convesisn simple). 0 ya, por el contrario, hay cambio de cantidad (conversién por accidente). 2 LOGICA FORMAL 3. Aplicaciones. a) La universal aficmativa (A) se convierte en una parti- cular afirmativa. Asi en la proposicién: “Todo hombre es mortal”, hombre es universal, y mortal es particular (17). Tendremos, pues, que “algin mortal es hombre”. Esta proposicién, al no convertirse simplemente, no es reci- proce. Hay que hace excepcién, cuando la universal afir- ‘mativa es una definicién. En tal caso, se convierte simple- mente: "El hombre es un animal racional”, “el animal racio- nal es el hombre”, b) La universal negativa (E) se convierte simplemente, los dos términos tomanse en ella universalmente (17): “Ningin hombre es espltitu puro”, “ningin espiritu puro es hombre”. Esta proposicién es, pues, reciproce. ¢) La particular sfirmativa (1) se convierte también sim- plemente, es decir que es rectproca, porque los dos términos son tomados en ella particularmente: “Algin hombre es sa- bio", “algin sablo es hombre”. d) La particular negativa (O) no puede ser convertida or- dinarlamente. Sea la proposicién: “Algin hombre no es mé- dico"; no es posible hacer del suleto hombre un atributo, por- que entonces tendcia una extensi6n universal en la proposi- clén negativa: “Algin médico no es hombre Pero se puede convertir esta proposicién por contraposi- cién, es decit, afladiendo la perticula negativa a los términos convertidos: "Algin hombre no es médico”, “algén médico no es no hombre”; es decir: “Algin no médico es hombre.” z 20 CAPITULO UT EL RACIOCINIO Y EL ARGUMENTO wr. 1. DEFINICIONFS 1, El raciocinio en general es la operacién por la que cl espiritu, de dos o mas relaciones conocidas. conclaye a otra relacién que de ellos se deriva légicamente. Como por otra parte las relaciones son expresadas por los juicios, el raclo- cinio puede también ser definido como In operacién que con- siste en deducir de dos 0 mas juicios otro juicio contenido Hogicamente en los. primer El raciocinio es, pues, conocido, asnje de lo conocido a lo des- 2. El argumento es Ja expresién verbal del raciocinio, 3. El légico encadenamiento de las proposiciones que com- ponen el argumento se llama la forma o consecuencia del or- gumento. Las mismas proposiciones forman Ia materia del argumento. La proposicién a la que conduce el argumento se lama conclusién o consiguiente: y las proposiciones de las que se deduce Ja conclusién Ilamanse colectivamente el antecedente: El hombre es mortal. Es ast que Pedro es hombre (ante- cedente). Luego Pedro es mortal (conclusién). 4. Consecuencia y consiguionte, — Estas definiciones per- miten comprender que un argumento puede ser bueno en cuanto a la consecuencia y malo en cuanto a la conclusién © consiguiente. Por ejempl Todo hombre es inmortal Es asi que Pedro es hombre. Luego Pedro es inmortal Consecuencia buena. Consiguiente malo. 2 4 LOGICA FORMAL De la misma manera, un argument puede ser malo por parte de la consecuencia y bueno por parte de la conclusién © consiguiente. Por ejemplo: El hombre es libre. Consiguiente bueno. Pedro es hombre. Luego Pedro es falible, | Consecuencla mala, 5. La inferencia. -- El término inferencia es tomado a me- nudo como sindnimo de razonamiento, En realidad, posee un sentido muy general y se aplica no solamente a cualquier razonamiento (deduccién, induccién), sino también, aunque menos propiamente, a las diferentes operaciones de conver- sién (18). En este iltimo caso, empléase el término de infe- rencia inmediata. Apr. II, DIVISION Consistiendo el razonamiento en servirse de lo conocido para encontrar lo que se ignora, puédense presentar dos ca- 508, segin que lo que ya se conoce sea una verdad universal (cazonamiento deductive) o bien uno o varios casos singu- lares (razonamiento inductive). 1. El razonamiento deductive, —El razonamiento deduc- tivo es un movimiento del pensamiento que va de una ver dad universal a otra verdad menos universal (o singular) Por ejemplo: Todo lo que es espiritual es incorruptible Es asi que el alma humana es espiritual. Luego el alma humana es incorruptible. “El alma humana es incorruptible", es una verdad menos general que la que enuncia que “todo lo espiritual es inco- rruptible. La expresi6n principal de este razonamiento es el silo- gismo, , 2. EL razonamiento inductive.— El razonamiento induc- tivo es un movimiento del pensamiento que va de una o va- rias verdades singulares a una verdad universal. Su forma general es Ja siguiente: EI calor dilata el hierro, el cobre, el bronce y el acero. Luego el calor dilata todos los metales. 22 BL RAGIOCINIO Y BL ARGUMENTO 8 Arr, Ill, EL SILOGISMO 1, Nocionas caneeaces 1, Naturaleza del silogiamo, — El silogismo es un argu- mento por el cual, de un antecedente que une dos términos a un tercero, se deduce un consiguiente que une estos dos tér- minos entre si. 1a) Composicin del silogismo. Todo silogismo regular se compone, pues, de tres proposiciones, en las cuales tres tér- minos son comparados dos a dos. Estos términos son: El término mayor (T), asi llamado por ser el que tiene mayor extensién. El término menor (t), asi llamado porque es el que tiene ‘menor extensi6n. El término medio (M), asi amado por ser el interme- * diario entre el mayor y el menor. Las dos primecas proposiciones que componen colectiva- mente el antecedente se Haman premisas, y la tercera con- clusion, La premisa que contiene el término mayor se llama mayor. La que contiene el téemino menor se llama menor. b) Forma del silogismo. Para comprender la naturaleza del silogismo, tal como lo hemos definido, supongamos que buscamos la relacién que existe entre la caridad y la amabi- lidad, a fin de establecer esta relacién, no empiticamente, sino Iégicamente, es decir, sobre principios necesarios. Para conocer esta relaci6n y su raz6n de ser, vamos a comparar sucesivamente la caridad con la virtud y la amabilidad con Ja misma virtud, pues sabemos que la caridad es una virtud y que la virtud es amable. De esta comparacién podemos coneluir que la caridad, por ser una virtud, es necesariamente amable. Es decir que de la identidad (I6gica) de la amabili- dad y de la caridad con la virtud, deducimos la identidad de la amabilidad y de la caridad. La idea de virtud nos ha sec- vido, pues, de término medio. De ahi el siguiente silogismo: M T La virtud es amable, t M Es asi que Ja caridad es una virtud. t T Luego la caridad es amable, a 36 LOGICA FORMAL De Ia forma del silogismo, segin se desprende de lo que acabamos de decir, podemos inmediatamente deducit que el término medio se debe encontrar en las dos premisas. en rela- i6n, en la una (la mayor), con el término mayor, en la otra {en la menor), con el término menor: y que nunca se ha de encontrar en la conclusién. Principlos del silogismo. — Estos principios derivan de Ja naturaleza del silogismo. El primero esté tomado desde el punto de vista de le comprensién, ex decir de la considera- cién del contenido de las ideas inclutdes en el silogismo. El segundo, desde e! punto de vista de In extensién, es decir, de Ja consideracion de las clases o de los individuos a que se aplican Ies ideas presentes en el silogismo, Estos dos pun- tos de vista son correlativos (10 8) Principio de la comprehension. Dos cosas idénticas a tuna tercera son idénticas entre si. cosas, una de las cuales es idéntica y Ia otra no es identica a una tercera, no son idénticas entre si. b) Principio de ta extensién. Todo lo que universalmente se afirma de un sujeto es afirmado en todo lo que esté con- tenido en este sujeto. Si se afirma universalmente que Ia virtud es amable, afirmase por Io mismo que cada una de las virtudes es amable, Todo lo que se niega universalmente de un sujeto es ne- gado de todo lo que esti contenido bajo ese sujeto. SI se Alege universalmente que el hombre es inmortal, niégase igualmente de cada uno de los hombres. 2, REGLAS DEL sitocisMo Las reglas del silogismo no son otra cosa que aplicaciones de los principlos que acabamos de enunciar, Los Iégicos enumeran ocho reglas del silogismo, cuatro de Jos cuales conciernen a los términos y otras cuatro a las Proposiciones, Mas estas ocho reglas pueden reducirse @ tres principales, a saber: 1. Regla primera, — El silogismo no ha de tener sino tres términos. 8) Muy a menudo se peca contra esta regla dando al tér- sino medio dos extensiones (y por consigulente dos signifi EL RACIOCINIO Y FL. ARGUMENTO ” cados) diferentes, lo que equivale a introducit un cuarto término en el silogismo. En el clemplo siguiente: EI perro ladra, Es ast que el perro es una constelacién. Luego una constelacién Indra. El término medio perro témase en un sentido en fa mayor y en otro en fa menor. Hay pues cuatro términos. 5) Pécase también contra esta regla tomando dos veces el término medio particularmente: Algunos hombres son santos. Es ast que los criminales son hombres. Luego los criminales son santos. Siendo el término medio hombres particular en las dos pre- mmisas, en una se fo toma en na parte de st extension, y en Ja otra en otra parte de esa misma extensién, Lo cual da cuatro términos. c) Pécase. en fin, contra tn misma regla dando al término menor 0 al término mayor, una extensién mayor en la con- clusién que en las premisas. Sea el silogismo: Los Ettopes son negros, Es ast que todos los Etfopes son hombres. Luego todos los hombres son negros. Este silogismo tiene cuatro términos, porque se toma hom- bre patticularmente en la menor, y universalmente en la conclusion (17). Para que el silogismo fuera correcto, debe- sla conclute: “Luego algunos hombres son negro: 2. Segunda regia, —De dos premisas nepativas, nada se puede concluir. Si, en efecto. ni el tétmino menor, ni el tér- ‘mino mayor son idénticos al medio, no hay relacién entre ellos, y ninguna conclusién es posible. Por eso nada se sigue de las siguientes premisas: El hombre no es un espiritu puro, Es asi que un espiritu puro no es mortal. Tuego. 3, Tercera regla,—-De dos premisas particulares nada se puede concluir. En efecto, en ese caso son posible tres bipétesis: s LOGICA FORMAL a) Las dos premisas son alirmativas, El término medio es en tal caso tomando dos veces particularmente (ya que en las particulares afirmativas, el sujeto y el predicado son particulares), y el silogismo tiene cuatro términos. 'b) Las dos premisas son negativas. Pécase entonces con- tra la segunda regla. c) Una premisa es afirmativa y la otca negativa. El tér- mino medio debe ser en tal caso atributo de la negativa que es el nico término universal de las premisas (17). Mas como la conclusion seré particular negativa (*), el término mayor que es su predicado estara tomado universalmente, y tendr& por consiguiente mayor extensién que en las premisas, y el silogismo tended cuatro términos. Nada se puede, pues, concluir de dos premisas particulares sin violar una de las reglas del silogismo. 3. Ficuras pet sitocismo La figura del silogismo resulta del lugar que ocupa el tér- mino medio en tas premisas. Ahora bien. el término medio puede ser sujeto en las dos premisas o atributo en las dos, o sujeto en una y atributo en la otra. De ahi cuatro figuras: 1, Primera figura,— El término medio es sujeto en le mayor y predicado en la menor: ‘odo hombre (M) es mostal (T). Pedro (t) es hombre (M). Luego Pedro (t) es mortal (T). 2, Segunda figura.— El término medio es predicado en las dos premisas: Todo circulo (T) es redondo (M). Es asi que ningin triéngulo (t) es redondo (M). Luego ningin tridngulo (t) es circulo (T). 8, Torcora figura. — El término medio es sujeto en las dos’ premisas: La caridad (M) es amable (T). Es asi que la caridad (M) es una victud (t). Luego alguna virtud (t) es amable (T). 26 EL RACIOCINIO Y¥ EL ARGUMENTO 39 4 Cuarta figura. — El término medio es predicado en la mayor y sujeto en la menor: Pedro (T) es hombre (M). Es asi que todo hombre (M) es mortal (t). Luego algin mortal (t) es Pedro (T). En realidad esta figura (llamada figura galénica) no es une figura distinta, No es sino una forma indiecta de la primera figura. 4, Mopos DEL siLocismo 1, Dofinicién y divisi6n.—E] modo del silogismo resulta de la disposicién de las premisas segin la cualidad y Ia can- fitad (ROE, 1, 0). Cada una de las dos premisas puede ser universal afirmativa (A), universal negatva (E), particular afirmativa (I), y particular negativa (O). Por consiguiente, tenemos, en la mayor, cuatro casos posibles, y en cada uno de estos casos, cuatro casos posibles en la menor, lo que da dieciséis combinaciones: AAAA — EEEE Illl_ ©0000 AEIO AEIO. AEIO. AEIO Y como estos dieciséis modos pueden existic en cada una de las cuatro figueas, siguese que hay 16 X4=64 posibles combinaciones. 2. Modos legitimos.—Un gran niimero de estos 64 mo- dos posibles pecan contra alguna de las reglas del silogismo. Los légicos demuestean que sdlo diecinueve modos son legi- timos. ¥ los designan con palabras latinas de tres silabas. La vocal de la primera silaba designa la naturaleza de la mayor; Ja de la segunda, la naturaleza de la menor; y la de la tercera, la naturaleza de la conclusién. He aqui, a titulo de ejemplo, los modos legitimos de las dos primeras figuras: a) Primera figura. Cuatso modos legitimos: AAA EAE All BIO Barbara Celarent ~-Darii_-—Ferio b) Segunda figuea. EAE AEE Cesare Camestres E10 AOO Festino Baroco

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