La mentira se hace maligna Haba una vez una gata llamada Tamara. Ella menta mucho sin razn.

Cuando ella haca algn desastre, culpaba a su amiga Pelusa; esta era la perra ms buena del vecindario. No le menta a nadie, ni a ella misma, pero su amiga s. Las dos vivan en la mansin Cordeline. Un da la gata les quera avisar a sus dueos que unos ladrones iban a poner una bomba debajo de la tierra para robarle a todo el barrio. Los dueos y la amiguita no le creyeron a la gata porque siempre menta. Justo cuando iban a ser explotados con la bomba que estaba colocada, una bomba de 200 toneladas, la gata se culpaba dicindose ella misma que quera volver al pasado, para no ser tan mentirosa. La perra se senta muy triste por su amiga, por no poder ayudarla. Pelusa tena un amigo que cavaba muy bien, entonces lo llam para desarmar la bomba. As fue como este amable amigo colabor en salvar al vecindario. La gata Tamara, comprendi que mentir est mal y que si lo segua haciendo, nadie nunca le iba a creer.

En boca de mentiroso, lo cierto se hace dudoso