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Yo también soy hijo de mis padres....o “de cómo funciona este puto mundo”.

Ya no estamos en elecciones. Así que ya puedo decir lo que me dé la gana sin que nadie
me acuse de nada al respecto. Aun así hablaré sin nombres, para no perjudicar a nadie.
Soy trabajador de Geacam desde su creación; es la empresa pública medioambiental de
la JCCM. Fui el responsable de su implantación en Albacete. He trabajado en la
extinción de incendios forestales desde 1997, entonces con Tragsa, y cuando en 2006 se
decidió crear Geacam, alguien valoró mi trayectoria profesional y me ofreció hacerme
cargo de este proyecto.
Así lo hice, pero ya en 2007 cometí un tremendo “error”: me negué a contratar al hijo de
un alto cargo de la JCCM como Responsable de una Brigada Helitransportada, con 8 ó
16 personas a su cargo. Por seguridad, y ante la disponibilidad de decenas de
curriculums de otros Ingenieros con años de experiencia en ese puesto, me negué a
hacerlo. Era como meter a un médico recién salido a operar a corazón abierto. Bajo mi
responsabilidad NO.Pero claro, eso no todo el mundo lo entiende; al que está
acostumbrado a decir a todo que si para demostrar su “fidelidad”, cueste lo que cueste,
esa palabra, NO, le suena fatal. “Piensa donde estás, a ver quien se lo explica a su
padre, dependemos de los políticos, el mundo funciona así, si no lo haces tu lo hará
otro,...”. Las razones de siempre, las de los pusilánimes y los “tontos útiles” hasta que
dejan de serlo. Las consecuencias de aquello fueron: al hijo lo contrataron igual, pero en
otro puesto que no dependía de mi y más cercano a sus protectores; a mi me pusieron
otro jefe, del perfil que ellos buscaban, y desde entonces se dedicaron a bombardear mi
gestión, mi criterio profesional y, lo que es peor, a mi equipo de trabajo, profesionales
que no tenían nada que ver y que fueron apartados o directamente sacrificados,
despreciando criterios muy formados de seguridad y eficacia en este trabajo que todos
los años nos cuesta alguna vida.
Y muchas cosas han pasado en estos años en los que he sufrido un calvario por no
plegar mis criterios técnicos frente a otros de naturaleza inexplicable. Finalmente, como
último castigo de mis jefes en funciones, hoy día 1 de Junio, debería incorporarme a mi
nuevo destino, a 250 Kms. de mi centro de trabajo. Y ¿a que no saben Vds. quien
ocupará desde hoy mismo el puesto que yo dejo en Albacete? Piensen mal y acertarán.
Pues si: el hijo del alto cargo. Todos están ya en funciones, en retirada, pero aun así, a
los directivos de libre designación de Geacam, a punto de dejar sus cargos y a la espera
de que otro asuma sus responsabilidades, no les tiembla la mano para firmar lo que haga
falta con tal de joder mientras puedan a los que no hemos comulgado estos años con sus
ruedas de molino, ni les da la más mínima vergüenza dejar colocado cerca de casa al
hijo del político al que piensan que se lo deben todo. Me revuelve las tripas ese
servilismo del que piensa que no tiene nada más que ofrecer a la sociedad para poder
trabajar.
Y lo peor de todo, es que están convencidos de haber hecho bien las cosas. “¿qué culpa
tiene el hijo del político? Ahora vienen estos y no lo van a acercar a casa nunca. Tiene
el mismo derecho a trabajar y a desarrollarse profesionalmente como el resto de
parados de España ¿no? “ Pues eso digo yo: El mismo. No tengo yo nada en contra del
padre ni del hijo, en serio. Ni de mis directivos de Geacam, pero entended unos y otros,
que yo también le debo todo a mis padres, que me permitieron estudiar y me enseñaron
que el valor profesional y humano está por encima de todo esto, que yo trabajo por mis
manos, o por mi cabeza, por mis capacidades profesionales, pero no por mi linaje
biológico ni político. El que quiera hacer carrera política que la haga, está en su
derecho, pero dejadnos mientras trabajar al resto, a los que elegimos ser profesionales
de algo y no dependientes de alguien. Creo que la sociedad que nos paga, en este caso
para cuidar sus montes, no se merece esto.

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