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SEÑOR PRESIDENTE SANTOS DESTITUYALO

SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA “RENUNCIE”

Por Mayor General LUIS HERNANDO BARBOSA HERNANDEZ

Pasado el debate por la nivelación salarial en el congreso de la República el pasado


17 de mayo, es oportuno hacer notar como el estamento militar activo y de la
reserva activa, no sale de su estupor después de haber escuchado al señor Ministro
de Defensa Rodrigo Rivera Salazar, atacar en forma abierta y sin ninguna clase de
miramientos por la Fuerza Pública que dirige, las valederas y sentidas peticiones, de
aquellos hombres y mujeres de uniforme y de los que en épocas pretéritas, también
entregamos juventud y vida al servicio de la Patria, todas ellas fundamentadas en
incontrovertibles hechos jurídicos y legales que disponen con la fuerza que da la ley
y que obliga que a los servidores públicos, se les de oportuna y cumplida aplicación,
en lo atinente a la nivelación salarial, derecho promulgado en la ley 4ª de 1.992.

Fueron tantos los errores cometidos por el señor Ministro en su desafortunada


intervención, que se haría extenso este documento para analizar sus desaciertos y
yerros, de los cuales solo resaltaremos algunos de mayor significación.

Expresó el ministro en su intervención, que todos los compromisos relativos a la


nivelación salarial, quedaron nivelados, de acuerdo al decreto 107 de 1.996 y que
dicha nivelación, tiene la connotación de un proceso ejecutado y desde luego pagado
por todo concepto a partir del 1 de enero del mismo año.

La incógnita es: ¿con qué recursos pagó el Ministerio de Defensa esa nivelación
salarial, si el Ministerio de Hacienda no giró dineros sino hasta finales del año 1996 y
parte de 1997; además, tan solo se produjo un giro correspondiente al 26.5% del
ciento por ciento dispuesto por la ley. Pero además, si como lo dice el Ministro, si
desde el 1º de enero de 1.996 ya se había nivelado y pagado a activos y retirados los
dineros correspondientes a la nivelación salarial, y si el Ministerio de Hacienda
posteriormente giró dineros para la nivelación que rumbo tomaron esos recursos que
a claras luces ya no se necesitaban?

Aludió por igual el señor Ministro, que la prima de actualización fue el mecanismo
creado para la nivelación ordenada por ley, reiterando que desde enero de 1.996,
activos y retirados, quedaron nivelados. Olvido involuntario o no; desconocimiento,
velada estrategia o claro deseo de evadir responsabilidades, el ministro violenta la
norma e incumple las obligaciones que le competen. No de otra forma se puede
catalogar la omisión en la información, referida a que los retirados antes de 1.992,
fueron excluidos de esa prima de actualización; ¿como puede entonces afirmar que
todos quedaron nivelados?

Existen en la actualidad miles de demandas para lograr esta nivelación de acuerdo a


la ley, muchos afortunadamente ya la han ganado, entonces señor Ministro: ¿como
justifica que jueces y Magistrados con pleno conocimiento y aplicación de la ley,
reconocen en sus fallos que no se ha producido la nivelación, y en cambio Usted diga
que su ministerio ha reconocido ese derecho? ¿Será que en sus íntimas convicciones
y conjeturas, sospecha que hay militares, que en su condición de retiro, están
recibiendo doble reconocimiento de nivelación, vele decir una que se reconoció y pagó
en enero de 1.996 y otra la que los tribunales están reconociendo por justas
demandas?
De la claridad conceptual que da el análisis normativo y los argumentos jurídicos,
pasemos a aquellos del exclusivo resorte militar. Con claridad hay que manifestar la
pesadumbre que causa ver a un Ministro de Defensa, sin las mínimas nociones y
conocimiento del quehacer militar, de las vivencias imborrables que deja el cuartel; del
acendrado patriotismo que la cátedra castrense imprime en el corazón y en el alma, de
la entrega generosa que nuestros soldados hacen de sus años de juventud y vida al
servicio de la patria, de cómo la mano campesina se vuelve unión indisoluble, cuando
el soldado extiende la suya para hacer causa común en los incontables problemas sin
solución y del resorte del Estado.

Si así hubiese sucedido, es muy factible que en su alta investidura, haría gala de ese
inenarrable y hermoso trasegar por las filas y desde luego practicar de las virtudes
militares como la lealtad, el respeto y entendimiento por la causa de sus pares; la
práctica y convicción profunda de ese nuevo eslogan institucional de “Fe en la causa”,
fe en los destinos de las Fuerzas, fe en la causa limpia por la que se combate;
convicción del daño irreparable que nos causa la guerra jurídico política y del
desamparo legal de nuestros combatientes, dañino suceso que está horadando y
hasta ahora sin remedio, el espíritu de lucha de nuestros combatientes, sumidos ya en
estados depresivos, cuando ven a una horda de asesinos, con toda la protección del
Estado por su condición de desmovilizados, cobijados para siempre con la infamia del
perdón y olvido por sus atrocidades contra el pueblo colombiano y congraciados con el
poder judicial que condena diariamente a cientos y ahora a miles de militares de todos
los grados y jerarquías. En el imparable desfile de militares hacia las mazmorras, va
inmersa la desmoralización del Ejército y en ella, Usted contribuyendo a que el Estado
siga violando nuestras justas reclamaciones. Si la condición de soldados no hace para
Usted valedera la defensa de sus justas causas, por lo menos en la condición de
ciudadanos amparados por la Constitución Política, debe respetarnos y entender que
el Ministro de Defensa como cabeza visible ante el estamento político, le corresponde
el ineludible deber de velar porque se reconozcan nuestros derechos.

La fe en la causa se demuestra no exigiendo que el soldado muera por la Patria y por


sus conciudadanos, sino también velando por que la causa que se defiende sea
recompensada en forma leal y honesta con lo que se ha promulgado por ley. Ministro:
si Usted aprecia que los militares estamos pidiendo cosas que no nos corresponden,
que como lo manifiesta, estamos exigiendo doble pago de nivelación porque desde
enero de 1.996 ya estamos nivelados está faltando a la verdad como funcionario de
alta investidura, razón por demás suficiente para renunciar

Conviértase entonces en defensor del patrimonio Nacional, demostrando


jurídicamente y no hipotéticamente con expresiones carentes de sustento probatorio,
que los militares estamos equivocados y además demandar a todos aquellos que
jurídicamente han ganado las demandas de nivelación.

Por ultimo hablo de “sentido de pertenencia” esto es ponerse la camiseta con lealtad,
con honestidad, con fervor, con mística por la Institución que lo ha investido de
autoridad y poder, para hacer causa común con nuestros soldados que abandonan
padres, esposa, hijos, familia y por un pequeño salario se entregan a su Patria y
ofrecen hasta su vida por ese sentido de pertenencia que tiene con su Ejército, con su
Armada, con su Fuerza Aérea, con su Policía. Esta comunión de propósitos e ideales,
no solo debemos hacerla los soldados; también a los ciudadanos con altas
responsabilidades en el Ministerio de Defensa, les compete vestir en su corazón el
uniforme de los combatientes y defender sus conquistas laborales, su honor y su
prestigio, ahora en tela de juicio por sus desafortunadas intervenciones.

Cuando un jugador de futbol cambia de equipo, tiene que entregarse en cuerpo y alma
a su nuevo equipo Uds. los políticos ahora cambian de partido, del liberal al
conservador, al polo, al partido verde, en fin al que mejor dividendos les ofrezca, pero
lo hacen convencidos de su nueva ideología y desde luego con un sentido de
pertenencias por su nuevo partido.

Concluyo señor Ministro de Defensa manifestando que después de este debate Usted
no puede sentirse a gusto en el Ministerio UD, debe sentir el rechazo de los militares
activos que están a su lado así no se lo puedan manifestar. Usted debe sentir pena
con el soldado, el suboficial, el oficial, el grumete, el infante de marina, el policía, que a
diario trabajan más de las horas ordenadas por ley para darle seguridad, para
apoyarlo en su trabajo, para darle seguridad a su familia, en fin para que Usted pueda
cumplir con su rol como Ministro de Defensa y ver como su su jefe inmediato su
representante ante la sociedad, y ante el Estado en lugar de defender sus intereses,
ataca sus derechos.

Un General Frances acertadamente decía que la decisión más importante que debía
tomar un general, era saber el momento para emprender con dignidad y gallardía la
retirada. Usted no es general pero dirige generales; tome esa sabia decisión lo más
pronto posible, hágale un favor a las Fuerzas Militares que de seguro le agradecerán
ese gesto con la lealtad que para nosotros es un credo...

Mis agradecimientos sinceros al honorable senador JUAN LOZANO y los otros dignos
exponentes y defensores de nuestra causa, gracias pero muchas gracias por defender
ante la sociedad y ante el Ministro de Defensa nuestros derechos, y ojala en un futuro
próximo el ministerio de defensa sea dirigido por personas como Uds. que además de
respetar los derechos adquiridos por los soldados defienden a costa de todo, la
integridad de las FFMM y velan porque el Estado Colombiano cumpla con sus
obligaciones.

LUIS HERNANDO BARBOSA HERNANDEZ


Mayor general de la Reservas Activa del Ejército
Otro más que no ha recibido la nivelación salarial del IPC.

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