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Centro de Documentación Judicial

Roj: SAP M 2410/2011


Id Cendoj: 28079370282011100042
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Nº de Recurso: 170/2010
Nº de Resolución: 37/2011
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: GREGORIO PLAZA GONZALEZ
Tipo de Resolución: Sentencia

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 28

MADRID

SENTENCIA: 00037/2011

AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID

SECCIÓN 28

C/ General Martínez Campos nº 27.

Teléfono: 91 4931988/89

Fax: 91 4931996

ROLLO DE APELACIÓN Nº 170/10.

Procedimiento de origen: Juicio Ordinario nº 233/09.

Órgano de Procedencia: Juzgado de lo Mercantil nº 9 de Madrid.

Parte recurrente: Dª Enma y D. Carlos José

Procurador: D. Joaquín de Diego Quevedo

Letrado: D. Pablo Molina Borchet

Parte recurrida: D. Juan Carlos

Procurador: D. Miguel Ángel Heredero Suero

Letrado: D. Víctor Valladares Pérez

SENTENCIA nº 37/2011

En Madrid, a diez de febrero de dos mil once.

VISTOS, en grado de apelación, por la Sección Vigésimo Octava de la Audiencia Provincial de


Madrid, integrada por los Ilmos. Sres. Magistrados D. Gregorio Plaza González, D. Pedro Mª Gómez
Sánchez y Dª María de los Ángeles Rodríguez Alique, los presentes autos de juicio ordinario sustanciados
con el núm. 233/09 ante el Juzgado de lo Mercantil núm. Nueve de Madrid, pendientes en esta instancia al
haber apelado la parte demandante la Sentencia que dictó el Juzgado el día 16 de diciembre de dos mil
nueve.

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Han comparecido en esta alzada los demandantes, Dª Enma y D. Carlos José , representados por el
Procurador de los Tribunales D. Joaquín de Diego Quevedo y asistidos del Letrado D. Pablo Molina Borchet,
así como el demandado, D. Juan Carlos , representado por el Procurador de los Tribunales D. Miguel Ángel
Heredero Suero y asistido del Letrado D. Víctor Valladares Pérez.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO. La parte dispositiva de la Sentencia apelada es del siguiente tenor: "FALLO: Que
estimando parcialmente la demanda interpuesta por Dª Enma y D. Carlos José , representados por el
procurador Sr. De Diego Quevedo y asistida por el Letrado Sr. Molina Porchet, contra D. Juan Carlos ,
representado por el procurador Sr Angel Heredero y asistido por el letrado Sr. Valladares Pérez, debo
condenar y condeno al demandado a abonar a los actores la cantidad de 3.010 euros, más los intereses
legales, absolviendo al demandado del resto de las pretensiones ejercitadas.

En materia de costas no cabe hacer especial pronunciamiento".

SEGUNDO. Contra la anterior Sentencia interpuso recurso de apelación la parte demandante y,


evacuado el traslado correspondiente, se presentó escrito de oposición, elevándose los autos a esta
Audiencia Provincial, en donde fueron turnados a la presente Sección y, seguidos los trámites legales, se
señaló para la correspondiente deliberación, votación y fallo el día diez de febrero de dos mil once.

Ha intervenido como ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. Gregorio Plaza González.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO. Los hechos en que se sustenta la demanda interpuesta y no resultan controvertidos son
los siguientes:

La mercantil PEÑALVER BODY ESTETIC, S.L. fue constituida por medio de escritura otorgada en
fecha 23 de febrero de 2007 por Dª Santiaga y D. Juan Carlos , socios fundadores que asumieron cada uno
de ellos mil quinientas cinco participaciones de las tres mil diez representativas del capital social, cifrado en
3.010 euros. Ambos socios asumieron el cargo de administradores solidarios. La sociedad tenía por objeto
la explotación de una clínica de estética.

Para el desarrollo de su actividad la sociedad suscribió un contrato de leasing con IBERCAJA


LEASING a fin de disponer de una máquina depilatoria. Esta operación fue avalada por los administradores
y por los demandantes, padres de la Sra. Santiaga . Insatisfechas determinadas cuotas a su vencimiento, la
citada mercantil se dirigió a los avalistas en comunicación de fecha 28 de febrero de 2008, manifestando
que procedía a resolver el contrato y a efectuar la correspondiente reclamación judicial en caso de que no
se regularizase el pago, reclamando un total de 73.215,66 euros, incluyendo los intereses de demora de las
cuotas impagadas a fecha 23 de diciembre de 2008 (se acompaña a la demanda, f. 53, la reclamación
dirigida a la codemandante). Los demandantes consiguieron evitar la resolución del contrato, asumiendo las
cuotas impagadas hasta la fecha con sus intereses y abonando desde entonces los sucesivos vencimientos.

La Junta General de PEÑALVER BODY ESTETIC, S.L. celebrada en fecha 22 de mayo de 2.008
acordó la disolución y liquidación de la sociedad, designando liquidador a D. Juan Carlos , según consta en
escritura de elevación a público de los acuerdos sociales otorgada el día 29 de mayo de 2.008. En dicha
escritura el liquidador manifiesta que la sociedad no tenía operaciones comerciales pendientes, ni bienes
que hubiera que enajenar, ni créditos pendientes ni tampoco acreedores, de manera que elabora un solo
balance inicial y final en el que se fija el importe de liquidación en la misma cifra del capital social (3.010
euros) que se reparte por mitad entre los dos socios, con arreglo a sus participaciones.

La Sentencia dictada en la primera instancia consideró que los demandantes son acreedores de la
sociedad por las cuotas abonadas en cumplimiento del contrato de leasing y que existía un mínimo capital
en la sociedad que permitía asumir parte de las cuotas devengadas, de manera que se privó a los fiadores
de ejercitar la vía de regreso al menos hasta el importe de los 3.010 euros que fueron repartidos,
condenado al demandado a abonar a los actores dicha suma, más los intereses legales.

SEGUNDO. Contra la Sentencia dictada se alza el recurso alegando que el liquidador debió reflejar
en el pasivo el leasing y en el activo la máquina y, cumpliendo con sus funciones, tratar de minorar la deuda
que se mantenía con la financiera y, en su caso, plantear el correspondiente procedimiento concursal.
Añade en orden a la cuantificación de los perjuicios que el liquidador tenía tres posibilidades, vender el bien

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y hacer pago al prestamista, llegar a algún acuerdo con los avalistas demandantes o presentar el
correspondiente concurso.

Entiende que el valor de la máquina se hurta en el balance y que la sociedad es solvente para
atender a sus obligaciones, por lo que interesa la revocación de la resolución recurrida y la íntegra
estimación de la demanda que reclamaba la condena al pago de todas las cuotas mensuales abonadas y
las que sucesivamente se devenguen o, alternativamente, que el demandado abone el veinticinco por ciento
de dichas cuotas hasta que se liquide el contrato de leasing.

Se opone la parte demandada al recurso interpuesto alegando que la única pretensión aducida por el
apelante es la recuantificación de la condena, y añade que el recurso cita una serie de preceptos relativos a
la responsabilidad de los liquidadores y administradores que no resultan vulnerados y se pretende valorar
de nuevo la prueba efectuando una nueva cuantificación económica. Considera además la parte apelada
que no es posible fijar un perjuicio mayor que la cantidad de 3.010 euros repartidos entre los socios.

Previamente conviene destacar que si bien en nuestro sistema procesal, cuando se habla de novum
iudicium no se hace referencia a una apelación plena que permita ampliar el ámbito de la segunda instancia,
cabe un nuevo conocimiento respecto del asunto tal y como se conformó anteriormente -revisio prioris
instantie- que no puede ser ampliado, aunque sí reducido (tantum devolutum quantum apellatum,
congruencia, prohibición de la reformatio in peius).

TERCERO. Conforme al régimen jurídico establecido para los liquidadores en el artículo 114 de la
entonces vigente Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , resultan de aplicación a los liquidadores
las normas establecidas para los administradores que no se opongan a lo dispuesto para la liquidación de la
sociedad en los artículos 109 a 123 de la Ley . Desaparece por tanto la necesidad de culpa grave
contemplada en el artículo 231 del Código de Comercio y no resulta aplicable el régimen especial de
responsabilidad del liquidador previsto para las sociedades anónimas en el artículo 279 TRLSA . Debemos
atender en consecuencia a las normas sobre responsabilidad de los administradores que se contemplaban
en el artículo 69 de la LSRL y, por remisión de éste precepto, en el artículo 133 TRLSA .

En virtud de la acción de responsabilidad individual -artículo 69 LSRL en relación a los artículos 133.1
y 135 TRLSA- los administradores sociales responderán frente a los acreedores sociales del daño que
causen por actos contrarios a la Ley, a los Estatutos o por los realizados incumpliendo los deberes
inherentes al desempeño del cargo, la cual se mensura de modo objetivo con arreglo al estándar o patrón
de comportamiento que debe observar un ordenado empresario - artículo 127 de la Ley de Sociedades
Anónimas -. Se trata de una acción indemnizatoria que asiste a los terceros por los actos de los
administradores que lesionen directamente sus intereses. La doctrina jurisprudencial - sentencias de 21 de
septiembre de 1999 , 30 de marzo de 2001 , 10 de noviembre de 2001 , entre otras- la configura como una
acción resarcitoria para la que están legitimados los terceros -y entre ellos los acreedores sociales- que
exige una conducta o actitud -hechos, actos u omisiones- de los administradores contraria a la Ley o a los
Estatutos, o carente de la diligencia de un ordenado comerciante -bastando la negligencia simple-, que da
lugar a un daño, de tal modo que el accionante perjudicado ha de probar - sentencias de 21 de septiembre
de 1999 30 de marzo de 2001 y 27 de julio de 2001 ; 25 de febrero de 2002 - que el acto se ha realizado en
concepto de administrador -aquí de liquidador- y existe un nexo causal entre los actos u omisiones de éste y
el daño producido al actor - sentencias de 17 de julio , 26 de octubre y 19 de noviembre de 2001 y 14 de
noviembre de 2002 , entre otras muchas-.

Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 116 LSRL , corresponde a los liquidadores de la sociedad
pagar las deudas sociales. En el caso que nos ocupa el liquidador, Sr. Juan Carlos , fue anterior
administrador solidario y suscribió el contrato de leasing en virtud del cual se debían abonar una serie de
cuotas mensuales, de manera que no solo conocía perfectamente la existencia de la deuda, una parte
vencida y otra pendiente de sucesivos vencimientos que debía ser convenientemente satisfecha o
asegurada, sino que en el balance único efectuado con ocasión de las operaciones de liquidación omite
toda referencia a dichas obligaciones, declarando que la sociedad no tenía ningún acreedor y repartiendo el
patrimonio social resultante. Se trata ésta de una grave negligencia equiparable al dolo al omitirse
conscientemente la deuda contraída con IBERCAJA LEASING.

No se trata de establecer la responsabilidad del liquidador en función del mero impago de una deuda,
sino de haber procedido éste a repartir el patrimonio resultante sin atender a las obligaciones contraídas por
la sociedad, de las cuales resultaba un acreedor, la entidad financiera, por las cuotas del contrato de leasing
y de manera derivada los avalistas que hubieran satisfecho dichas cuotas vencidas. Los liquidadores no
pueden satisfacer la cuota de liquidación sin la previa satisfacción a los acreedores del importe de sus

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créditos -art. 120 TRLSA -, al margen de que los acreedores no satisfechos cuenten con una doble acción:
contra los socios -art. 123.2 LSRL - y contra los liquidadores -arts. 133 TRLSA y 69 LSRL -.

Determinada la responsabilidad del liquidador, es preciso concretar el importe de los perjuicios


causados. Éstos no se identifican con el importe de la deuda, como acabamos de señalar, sino con la
cantidad repartida entre los socios sin atender a las deudas contraídas, es decir, los citados perjuicios
vienen limitados a la suma de 3.010 euros como establece la sentencia recurrida.

Respecto a la hipotética enajenación del bien al que afecta el contrato de leasing no hay que olvidar
que este contrato tiene por objeto exclusivo la cesión del uso de bienes muebles o inmuebles, adquiridos
para dicha finalidad según las especificaciones del usuario, a cambio de una contraprestación consistente
en el abono periódico de cuotas, a lo que se añade una opción de compra, a su término, a favor del usuario.
El usuario carece de poder de disposición sobre el bien, ya que la entidad leasing es su titular dominical,
pudiendo incluso ante un embargo ejercitar con éxito la tercería de dominio - STS de 19 de julio de 1999 -.
Por otra parte no consta que se obtenga rendimiento alguno de la máquina en cuestión y, de ser ejercitada
en su momento la opción de compra, ello daría lugar a la aparición de un activo sobrevenido. Será entonces
cuando deba actuar el liquidador conforme a lo dispuesto en el artículo 123 LSRL .

Resta por examinar la responsabilidad que pudiera derivarse de la circunstancia de no haberse


solicitado el concurso. El artículo 124 LSRL , que establecía la obligación de los liquidadores de solicitar la
suspensión de pagos o la quiebra dentro del término de diez días a partir de aquel en que se haga patente
esa situación, fue derogado por la Ley Concursal, que somete el deber de solicitar el concurso a los plazos
previstos en la misma.

Con independencia de que pueda derivarse responsabilidad al margen del concurso, es preciso que
concurra el referido nexo causal entre el incumplimiento alegado y el daño producido al acreedor, sin que de
lo actuado se desprenda otra cosa que la imposibilidad de la sociedad de hacer frente a sus deudas, no que
el impago y la insatisfacción de los acreedores se produzca porque se solicite o no el concurso. Ya en
relación al derogado artículo 124 LSRL se había exigido la relación de causalidad con el daño - Sentencia
de la Audiencia Provincial de Barcelona, Sec. 15ª, de 28 de mayo de 2004 - y el Tribunal Supremo tenía
declarado en su Sentencia de 19 de noviembre de 2001 que el hecho de no acudir al procedimiento
concursal pertinente no es bastante para establecer un nexo de causalidad entre esa conducta y el impago
de las cantidades reclamadas por el acreedor.

Visto lo expuesto el recurso debe ser desestimado.

CUARTO. Las costas de esta alzada deben ser impuestas a la parte recurrente en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 398 LEC .

FALLAMOS

DESESTIMAMOS el recurso de apelación interpuesto por Dª Enma y D. Carlos José contra la


Sentencia dictada por el Juzgado de lo Mercantil núm. Nueve de Madrid en el proceso del que dimanan las
actuaciones y cuya parte dispositiva se transcribe en los antecedentes, con imposición de costas a los
recurrentes.

Remítanse los autos originales al Juzgado de lo Mercantil, a los efectos pertinentes.

Así, por ésta nuestra sentencia, de la que se llevará certificación al rollo, lo pronunciamos, mandamos
y firmamos.

PUBLICACION.- Dada y pronunciada fué la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la
firman y leída por el/la Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo el/la Secretario
certifico.

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