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Número 44

Sábado, 7
de mayo
de 2011
El perseguidor
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EL VUELO DE ÍCARO CRÍTICA
¿Tú poeta y yo "poetisa"? Ojos de calendario, de Sabas
Martín, o miradas en el tiempo

por por
RICARDO CANO GAVIRIA Mª CARMEN ESCÁRATE

UNA
CONVERSACIÓN
CON MARTA
CARRASCO
El escritor Roberto García de Mesa
entrevista a la prestigiosa bailarina
y directora

2, 3 y 4
2 El perseguidor Sábado, 7
de mayo de 2011

MARTA CARRASCO / Coreógrafa, bailarina, directora de escena

Durante este último mes de abril, Marta Carrasco (Barcelona, 1963) ha representado Blanc d’ombra en París, Aiguardent en Nepal y La India, y
Dies Irae. En el Réquiem de Mozart, en Sant Cugat (Barcelona). Esta coreógrafa, bailarina y directora de escena lleva varias décadas sobre los
escenarios y ha recibido un gran número de reconocimientos por su trabajo. Su obra, seguida por un público incondicional de todo el mundo,
se encuentra a caballo entre el teatro y la danza y ha ganado por méritos propios un espacio imprescindible dentro de las artes escénicas
contemporáneas. En esta conversación, que mantuvimos el día 11 de abril, Marta Carrasco nos confiesa, entre otras cosas, algunas
impresiones muy interesantes sobre la alquimia de sus creaciones, su forma de pensar y sentir la escena, así como algunas reflexiones acerca
de la libertad de expresión, la condición de la mujer actual y su legítima denuncia contra el maltrato psíquico y físico que ha recibido a lo
largo de su historia, por parte de la Iglesia Católica, tema que toca en su última producción Dies Irae. En el Réquiem de Mozart.

“SI NO HAY EMOCIÓN NO


HAGO TEATRO”

ROBERTO GARCÍA DE MESA que es distinto. Pero mal genio, no. ¿Y qué es lo mismo. Aquí tampoco. Mi texto es
tenemos en común ella y yo? Somos tozu- con objetos a veces. ¿No?
-¿Qué ha supuesto para usted despertar de das, somos mujeres... Pero, en realidad, - Sí... Y en la imagen de las sombras, la
nuevo a Camille Claudel, en París? no nos podemos comparar. Ella es un escultura y la danza tienen en común un gran
- Esta obra, junto con Aiguardent, son genio, y yo, no. Y yo lo he tenido mil veces número de cosas. ¿Le dio muchas posibilida-
mis dos solos. Y ésta es la que más me ha más fácil que ella. Pero me ha dado liber- des el hecho de que Camille fuera escultora?
costado hacer de todas. Incluso más que el tad, amor, un motivo de lucha, a la vez que - Sí. Las sombras vinieron como idea
Dies Irae. Porque está basada en la historia me ha apoyado como si estuviera al lado después de comprar el plástico. Las som-
de alguien que vivió y yo tenía que estar a mío..., me ha dado fuerza. bras siempre tienen algo muy onírico, muy
la altura de ella y de la verdad para ofre- - Al menos, dos elementos de esta obra bello. Y yo intenté que fueran algo mons-
cerle mis mayores respetos. Tuve que han pasado a la historia de las artes escéni- truosas, que se deformaran, que se alarga-
investigar mucho. No quería hacer cual- cas contemporáneas: las célebres escenas ran, porque ella tiene una obra a medio
quier cosa porque yo la admiraba profun- de los plásticos y las sombras. Me gustaría hacer de unas caras y de una cosa que me
damente. Desde que vi su biografía lo traté
Las sombras vinieron que me explicara cómo surgió la primera de lo sugerían. Pero tiene piezas bellísimas y
de leer todo acerca de ella en francés, en
castellano. Me enamoré y me hice muy
como idea después de ellas.
- Yo trabajaba veinticuatro horas en este
entonces intentaba combinarlo.
- Ha comentado que había experimentado
amiga suya. Tardé 9 meses exactos en
hacer el espectáculo. Un embarazo. (Se
comprar el plástico. espectáculo. Y una vez iba por la calle y
me fijé en que estaban pintando una
con muchas cosas. En el proceso de crea-
ción de Blanc d’ombra, ¿qué imágenes des-
ríe). Lo estrené en la temporada 1998-99. Las sombras siempre tienda. Habían puesto un plástico para cartó en su momento o ha incorporado a sus
Hacía mucho tiempo que no lo volvía a que no se ensuciara nada y debajo de él otros montajes?
poner en escena. Pero, en esta ocasión, tienen algo muy habían colocado luces. Me quedé aluci- - Muchas. No sabría decirte. Porque yo
me pidieron que lo representara otra vez nada. Y pensé: tiene que ser un plástico. Y trabajo con la intuición, con la música que
en el Espace Michel Simon, en París, por- onírico, muy bello. Y pensé: su madre que le repetía constante- escojo, en este caso. Y con la base de la his-
que los internos del manicomio Ville- mente que no tenía que haber nacido... La toria de ella sin querer contarla literal-
Evrard habían hecho una exposición de yo intenté que fueran sociedad que la ahogaba porque ella que- mente... Con la base de un hilo conductor
pintura y Camille Claudel fue ingresada ría ser escultora... Que se ahogaba ella... mucho más fino... Emoción. No me puede
también allí. Ella estuvo 30 años en varios algo monstruosas, que Fui a la ferretería a comprar un plástico, lo faltar. Si no hay emoción no hago teatro...
manicomios. Y, entonces, que se hiciera puse en vertical, lo chupé y me ahogué. Y No salgo de casa si no hay emoción. (Son-
Blanc d’ombra cerca de donde alguna se deformaran, que se claro, a partir de esto, tu imaginación, las ríe).
manera estuvo encerrada era algo muy luces, todo. Era la placenta de la que
especial. Y, claro, algunos de los especta-
alargaran, porque ella nunca debía de haber nacido. Era la socie-
- ¿Y por qué, casi al final de la obra, usted
le regala un vestido rojo a su Camille Clau-
dores de la obra la conocieron en vida.
Para ellos fue muy emocionante.
tiene una obra a dad que la ahogaba con ese plástico o con
cualquier cosa. Y para mí, que me gusta
del?
- Porque ella siempre había soñado con
-¿Qué es lo que más le fascinó de Camille medio hacer de unas trabajar con objetos que siempre estén jus- tener un vestido rojo y nadie se lo regaló.
y qué hay de ella en usted? tificados, insisto mucho en esto, lo del Pero yo sí lo hago, y además con un som-
- Lo que más me fascina es la valentía y caras y de una cosa plástico y el ahogo eran la respuesta. Es brero haciendo juego. (Sonríe).
el mal genio, francamente, más que el como el texto. En el texto no vas a decir - El proceso y la entrega personal en sus
talento, incluso. Y yo soy muy impaciente, que me lo sugerían cualquier cosa o algo banal. Pues para mí obras son muy intensos...
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MARTA CARRASCO. / ROBERTO GARCÍA DE MESA

Probablemente, entre ejemplo, en grandes teatros. En el Grec.


No. A mí me gusta que la gente esté a 20
otros proyectos, haré centímetros. Ese es el teatro que me gusta
hacer. Igual que también me gusta colabo-
algo muy pequeño rar con otras personas. A veces, la cuenta
baja, pero no me meten en un manicomio
con el actor que hizo por decir lo que pienso, como a Camille.
- Dies Irae se estrenó en octubre de 2009,
de Mozart en mi en un festival de Girona, y se representa este
Réquiem: Alberto mes, una vez más, en Sant Cugat. Reciente-
mente ha sido nominada a los próximos pre-
Velasco. Pero todo mios Max como mejor espectáculo de danza.
Pero también ha recibido otros reconoci-
está muy mal de mientos, entre ellos, el Butaca, el público ha
elegido su obra como la mejor de la tempo-
dinero. Y no tengo rada pasada en Cataluña, en la modalidad de
danza. Y en 2010, en Valladolid, le dieron un
una gran ambición premio-homenaje “por ser referente inago-
table de la danza y por su compromiso artís-
de estrenar, por tico con la creación”, en el XI Festival Interna-
cional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid
ejemplo, en grandes (TIC). ¿Qué cree que pueden encontrar los
espectadores en su Dies Irae?
teatros. En el Grec. - Unos se pueden sorprender mucho...
por la atmósfera con la que se encuentran
No. A mí me gusta desde el principio. En segundo lugar, por
que la gente esté a 20 la intensidad del Réquiem de Mozart, que
es una música que te encoge el corazón
centímetros. Ese es el desde que empieza. Y en tercer lugar, por
las ocho personas que están en el escena-
teatro que me gusta rio explicando claramente y sin tapujos,
con metáforas e imágenes, todo lo que
hacer. Igual que existe alrededor de la Iglesia en cuanto a
hipocresía, fraude, horror, mentira, chan-
colaborar con otros taje, asesinato, crueldad, criminalidad...
Algo que ya no solo toca a la Iglesia, sino a
- Mucho. Es que yo soy así en todo, en la muchos feligreses... Pero todo esto con
vida. A la hora de tratar y de conocer a la respecto a la mujer, que es la que siempre
gente... A veces, me equivoco y me entrego pringa más. Y ahora te digo que no soy
demasiado. Por eso, hace tiempo que especialmente feminista, pero soy muy
decidí quedarme al margen de según qué femenina... Y tengo ojos en la cara... Yo
asociaciones en Barcelona. Me parece lo creo que es un espectáculo bellísimo. Últi-
mejor estar dentro profesionalmente, pero mamente lo encuentro de humor... Debe
en el plano personal no quiero. Yo prefiero ser que últimamente me río mucho de mí
estar en mi casita de colores. Lo máximo misma. Es muy bueno reírse de uno
que puedo dar de mí es ir a un estreno, mismo... Pero no me dejo nada, no me
pero mirando al suelo. callo.
-¿En qué se parecen su Violeta de Aiguar- - ¿Cómo llegó a relacionar el Réquiem de
dent y su Camille de Blanc d’ombra? Mozart con su denuncia contra la Iglesia
Violeta tiene muy poca autoestima y el Católica en lo que respecta a la creación de
peso de que es una perdedora. Sin un modelo artificial de mujer?
embargo, Camille no lo sabe de sí misma. - En primer lugar, el Réquiem de Mozart
Es mucho más luchadora y tozuda. Diga- me parece una música anticlerical porque
mos que Camille se lame mucho menos parece que su autor esté maldiciendo a
las heridas que Violeta. Y Violeta es más Dios todo el rato. Parece que esté enfada-
poética. Porque yo la veo mucho más allá dísimo o con Dios o con el obispo... Porque
de un simple ser humano. Porque cuando yo con Dios, en realidad, no me meto. Dio-
está plantada en el escenario y mira te ses hay muchos... vete tú a saber. Pero toda
transporta. Camille es más terrenal. Vio- la farándula esta del Papa y los obispos...
leta está más herida. todas las barbaridades que han hecho a lo
- Está esperando... largo de la historia, las manipulaciones,
- ¿Violeta? No lo sé. Lo he pensado los asesinatos, la Inquisición... Es que no
muchas veces. Como es un espectáculo pararíamos de decir... Y llegué a todo esto
con un final abierto, unos dirán que sí y por la propia música. La rabia me llegó a
otros que no. Depende del estado de partir del extracto del Réquiem que se
ánimo de quien lo vea. llama Dies Irae, el Día de la Ira. Entonces
- ¿Usted cómo lo ve? pensé: ¿el Día de la Ira se llama? Pues va a
- Yo creo que ella no espera. Ya no... ser la mía. La de todas nosotras... as... Se
Sigue adelante. Es una gran triunfadora acabó. Esto lo digo. Aunque me cueste que
(con ironía). no haga el espectáculo...
- Pero vive su propio sueño... - Esta obra ha recorrido varios países.
- Ya ni sueña. Sobrevive. ¿Cómo se entiende en los diversos lugares
- ¿Y usted: se considera una supervi- donde se ha representado?
viente? - Maravillosamente bien. He tenido unas
- No... Porque las cosas me han ido sorpresas alucinantes. Por ejemplo, en
saliendo y las voy impulsando hacia Brasil, me daban las gracias, me decían:
delante, poco a poco. Ahora es un tiempo “bendita seas”. Normalmente si les gusta
muy difícil. No quiero ponerme nerviosa. el espectáculo dicen “bravo”, pero “gra-
Quiero hacer cosas pequeñas. Probable- cias” o “bendita seas”... Es que estamos
mente, entre otros proyectos, haré algo haciendo algo. Quiero decir que han
muy pequeño con el actor que hizo de entendido algo, que yo me he sabido expli-
Mozart en mi Réquiem: Alberto Velasco. car en algo... Y en España, cuando fuimos
Pero todo está muy mal de dinero. Y no a Santiago de Compostela, me dije déu
tengo una gran ambición de estrenar, por meu, aquí me cae una piedra. Pero no, fue
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MARTA CARRASCO / Coreógrafa, bailarina, directora de escena

MARTA CARRASCO. / ROBERTO GARCÍA DE MESA

hablar... Y a mí, me gusta mezclarlo todo.


- Usted ha trabajado con muchos profesio-
nales dentro y fuera de España, tanto en sus
obras como en los talleres que ha impartido
a lo largo de estos años. Incluso considero
que una de las principales claves de su tra-
bajo es la intensidad, esa implicación emo-
cional, muy por encima de la media de las
obras que se representan en España. ¿Qué le
interesa de un intérprete o un actor y qué le
exige a la hora de trabajar?
- Muchas cosas. Una: que tenga una
capacidad de entrega muy grande. Dos:
que tenga un espíritu también muy grande
o que me engañe... No importa, estamos
haciendo teatro. Porque todo eso lo ten-
dré que ver, luego, en escena. Tres: cuanto
más cosas sepan hacer, mejor. Me interesa
todo. Desde que sepa cocinar hasta que...
Todo. El bailarín me interesa. El circo me
interesa. El domador de leones, también...
Cuatro: necesito que me crean. Si vienen a
trabajar conmigo es porque me conocen.
Y no soy profesora. Tienen que ser muy
rápidos, porque cuando voy a decir una
idea ya quiero que la conozcan. (Sonríe).
Lo siento, soy así. Cuido mucho, mucho a
la gente, pero soy muy impaciente.
- Usted dota a sus obras de autenticidad.
¿Cómo se consigue la verdad, lo auténtico
en el teatro?
- Poniéndote al nivel del público. Yo no
pienso en él cuando creo. Lo que pasa es
que Marta no se cree superior al público.
Por lo tanto, me es muy fácil. Yo quiero
explicárselo a ellos y que lo compartan
conmigo. ¿Por qué debe ser difícil? No me
cuesta nada conectar con la gente.
- ¿Cuál es el valor más preciado para usted
que guardan cada una de sus obras, a partir
de Aiguardent, inclusive?
- Aiguardent: la ternura. Blanc d’ombra:
al contrario. La gente agradece mucho que de empresas y eso... Pero se siguen car- la fuerza. Mira’m: la belleza de la fealdad.
no tenga ningún esparadrapo en la boca. gando a muchas... Hay un gran número Eterno?: la crudeza. Ga-gà: ¿reírse de qué,
En Portugal nos dieron un premio, el del de mujeres analfabetas que no hacen nada de qué te ríes...? J’arrive: un final al que
FIT. Y estaban entusiasmadísimos, como para cambiarlo, porque creen que es así nunca se llega o seguir corriendo. Y Dies
muy agradecidos de que alguien se haya como tiene que ser. Bueno, y el tema de Irae: la rabia.
atrevido a hablar. Luego, tendrás a otros que se pegue a la gente, que a las ex novias - En Mira’m destaca la belleza de la feal-
programadores que no se atreverán a pro- se les tire ácido, etc. ¿Y cómo se trata a las dad y eso me conduce a un tema que usted
gramarlo. Pero me da igual. Yo quería mujeres en otros continentes...? Yo me ha señalado en varias ocasiones: que parece
decirlo y lo he hecho. quedo corta. No sé qué hacer. Este tipo de interesarle más el error que el virtuosismo...
espectáculos, lo único. - Como mínimo me interesa tanto una
- En el catolicismo se dice que fue Jesu-
cristo el que se sacrificó por todos nosotros,
El Réquiem de Mozart - Hay una escena donde se plastifica a una cosa como la otra. Pero el error cuando se
y viendo su obra, constata la idea de que es
la mujer la que más se ha sacrificado, real-
me parece una música mujer... Es una de las más impactantes. Y
probablemente ya forma parte de la memo-
da y lo sabes utilizar te resultará un
momento más provechoso que lo que te
mente, por la humanidad... anticlerical porque ria visual de las artes escénicas contempo- habías marcado. Será algo único, que
- Yo creo la verdad: que sí... en todo... ráneas... nadie más sabrá hacer. (Sonríe). Y algu-
desde los siglos de los siglos: las maltrata- parece que su autor - La mujer queda plastificada para que nos de estos errores los has hecho tan
das, las encerradas, las que cierran la no oiga, no mire, no diga, no piense... inconscientemente que no los puedes
boca, las que han apedreado, las que han esté maldiciendo a - Por un lado, está la mujer artificialmente repetir. Por eso, me gusta también traba-
humillado, las que han pegado... Bueno, construida, a imagen y semejanza de cómo jar con personas que nunca han bailado,
sin ir más lejos... Dice Juan Damasceno: Dios todo el rato. quieren que sea, y, luego, está la mujer, en sí porque se mueven de unas maneras tan
“la mujer es una burra tozuda, un gusano misma como desea ser... ¿Qué es lo que para inconexas y tan sorprendentes que me fas-
terrible en el corazón del hombre, hija de Parece que esté usted caracteriza especialmente a la mujer y cina colocarlos al lado de alguien que sí
la mentira, centinela del infierno”. Y Santo qué es lo que hay que proteger de ella, a tiene técnica. Y entonces se hacen unos
Tomás de Aquino: “la mujer es un hombre enfadadísimo o con parte, por supuesto, de su integridad física y conjuntos que a mí me pueden encantar
malogrado, un ser ocasional. Solo el hom- psíquica? muchísimo. Y luego, poner a prueba a la
bre ha sido creado a imagen de Dios”. O Dios o con el obispo... - En primer lugar, la mujer debe apren- gente... Cuando cometes un error, a ver
Alberto Magno: “la mujer es un hombre
ilegítimo y tiene la naturaleza incorrecta y
Porque yo con Dios, en der a protegerse a sí misma... Y para con-
seguirlo debe cuidar su autoestima, tener
cómo lo solucionas... El espectador no
debe darse cuenta. Miéntele, ya. Porque
defectuosa”. Y Agustín, el “gran” obispo
de Hipona, sostiene que “el hombre ama a
realidad, no me meto. seguridad económica, un trabajo estable y
creer en ella. Esto último es lo más impor-
no tienes un segundo, tienes medio... Pero
siempre con algo interesante... Es así la
la mujer porque es su esposa, pero la odia Dioses hay muchos... tante y en eso fallan muchísimas mujeres. profesión.
porque es mujer”... Quédate con esto. - ¿Qué le falta al teatro que tiene la danza - ¿No le gustan mucho las palabras ‘danza
- Es el final de la obra... vete tú a saber. Pero y viceversa? Usted habita en un espacio muy contemporánea’?
- Sí. Lo digo bajito, con mi voz... Mira si particular en medio de ambos... - No me dicen nada. No me enamoran.
viene de lejos. Y no sé cómo lo vamos a toda la farándula esta - Porque a los de la danza, lo que les Pero tampoco sé cómo se llama lo que
solucionar. Avanzamos, sí, en muchos sen- encanta es seguir levantando piernas, hago, francamente. Se acercaría a teatro-
tidos: hay mujeres llevando la dirección del Papa y los obispos girar, bajar al suelo, y a los del teatro, danza, ¿no?
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CRÍTICA

OJOS DE CALENDARIO,
DE SABAS MARTÍN, O
MIRADAS EN EL TIEMPO
Mª CARMEN ESCÁRATE Román Hernández, son algunos de los o incitaciones exteriores. Es la consta-
los nombres cuyas creaciones moti- tación y el testimonio lírico de la mirada

L
a obra literaria de Sabas Martín van el transcurrir poético donde pala- del poeta en el tiempo. Como ha señalado
(Santa Cruz de Tenerife, 1954) bra e imágenes dialogan en un el poeta y crítico Jorge de Arco, director
es un ejemplo continuado de un fecundo encuentro. Asimismo, home- de la revista jerezana “Piedra de Molino”,
escritor capaz de múltiples regis- najes plurales –a Manuel Padorno, a (“Notas de lectura”, Andalucía Informa-
tros, que se inventa y se renueva José Hierro-, o recuentos poéticos de ción, 14-19 abril, 2011): “estas páginas
a sí mismo en cada entrega, sea del género viajes y geografías dispares –Madrid, pretéritas se vencen del lado de la mirada
que sea. Así, sus libros se presentan siem- Tierra del Fuego-, se dan cita en el del autor, y son, a su vez, una manera de
pre como una sucesión de propuestas dife- volumen que se cierra con “Fuego recuperar con nostalgia y emoción un
rentes regidas tanto por el rigor y la cohe- blanco”, un relato de fuerte impreg- tiempo ido, pero cercano y llameante”. Así
rencia conceptual como por la intensidad nación lírica, y con un “Apéndice” es como el poeta se convierte en testigo de
expresiva derivada de la potencia del len- donde se da cuenta de las circunstan- su propio acontecer, atento y empeñado
guaje. El riesgo formal, la innovación esté- cias y las fechas que están en el origen en devolver a su retina escenarios y situa-
tica, la meticulosa y profunda elaboración de los textos. ciones que llenaron instantes de su ocurrir
de la palabra, la indagación en los elemen- Libro heterogéneo y de impulsos en el tiempo. Y esta unidad última, esta
tos constitutivos de su imaginario insular, varios, pues, este Ojos de calendario coherencia que subyace en el acopio de
entre otras, son notas descollantes de una puede percibirse como una amalgama matices que marcan las páginas de Ojos
escritura plural y poliédrica que surge de de registros disímiles que es, a la vez, de calendario, no solo es un valor añadido,
la necesidad de “decirse por entero” en muestra eficaz y destacada de esa sino que dan fe de la verdad de la escri-
cada uno de los géneros literarios que capacidad del autor para pulsar y tura, de la necesidad íntima con que el
aborda el autor tinerfeño. Dejando al mar- sumirse en las potencias ocultas y poeta la afronta y la asume.
gen su producción narrativa, teatral, ensa- variables que encierra la palabra para Esta entrega poética de Sabas Martín
yística y periodística, en el campo de la transformarse en materia y sustrato concluye, como ha quedado dicho, con el
poesía –que es lo que ahora nos ocupa- poéticos. De esta forma, todo el libro relato “Fuego blanco”, publicado original-
hallamos buena muestra de ello. Frente a es un itinerario cambiante de estéticas y mente en alemán, en abril de 2009, en tra-
poetas que ahondan en un único registro y de pulsiones de lenguaje. De la evocación ducción de Gerta Neuroth, pero inédito
que escriben el mismo libro profundi- esencializada de los hai-kús de trasfondo hasta el momento en español. Las propias
zando en los límites de un universo reco- insular, a las reverberaciones erótico-sim- características del relato justifican su
nocible, Sabas Martín opta por la plurali- bólicas donde el mar actúa como el cuerpo inclusión en un volumen de poesía, y es
dad y la exploración de horizontes inédi- de la amada. Del despojamiento verbal, a exponente, además, de esa facultad del
tos, multiplicándose a sí mismo para con- la exhuberancia metafórica. De la inter- autor para transgredir los límites y las
vertirse en un poeta que encierra en su textualidad cómplice, a la concentración fronteras entre géneros literarios de la que
interior a otros múltiples poetas. Pero, aforística. De la contención expresiva, al encontramos ejemplos notables a lo largo
como subrayó el profesor de la Universi-
dad del País Vasco Juan José Lanz en su
El fotógrafo desbordamiento de acentos narrativos-
descriptivos como tan bien se ejemplifica
de toda su amplia dedicación literaria.
Ciertamente, en “Fuego blanco” nos halla-
estudio introductorio a la antología vallisoletano Eduardo en los largos y espléndidos poemas mos ante un texto de decidido aliento
Prueba concreta (Ediciones Idea, Cana- “Madrid rompeolas de repente” y “El lírico, pero más allá de la musicalidad y la
rias, 2006) y según explicó el propio poeta Margareto, y los viaje”, resuelto este último -luego de la eficacia evocadora del lenguaje, en él se
en el “Epílogo del autor”, la pluralidad de sugestiva y creciente acumulación de esce- recrea un mundo originario, primigenio,
voces que configura su discurso poético se artistas canarios Luis narios evocados- como la revelación final en íntima comunión con la naturaleza y la
establece a partir de unas constantes iden- del ser cumpliéndose en el destino amato- memoria legendaria aborigen. Un mundo
tificables. Desde ellas, la poesía de Sabas Alberto Hernández, rio. En resumen: todo un variado mues- que es contemplado desde el íntimo y
Martín abre sendas, inaugura mundos, trario de motivos temáticos y de versatili- secreto temblor de lo que se mira en su
explora territorios por alcanzar, al tiempo Andrés Delgado y dad lírica -diríase que a manera antoló- principio. Sabas Martín nos traslada a ese
que afirma su ser en la fe ciega y absoluta gica o panorama de estilos de escritura-, momento inicial, inaugurador, lleno de
de la necesidad de la palabra. Román Hernández, de un poeta que moldea las palabras con asombro e incertidumbres de un guanche
Sirva lo hasta aquí dicho a la sabiduría, la tenacidad y el empeño de que, por primera vez, se asoma a un pai-
manera de preámbulo para comentar la
son algunos de los un orfebre para ofrecernos una obra que saje de blancuras desconocidas y descubre
aparición de Ojos de calendario, el reciente
poemario de Sabas Martín (Ediciones
nombres cuyas sorprende y cautiva, tanto por su riqueza
expresiva como por su radical originali-
su propia huella sobre la tierra nevada.
Mirada y tiempo –la mirada desde la isla,
Idea, Canarias, 2011). Junto a poemas creaciones motivan el dad, tan alejada de propuestas verbales el tiempo convertido en historia o mito- de
inéditos, en el libro se recopilan otros que rutinarias y acomodaticias. nuevo aquí confluyen. Tal vez ahora como
fueron escritos “para ilustrar, acompañar, transcurrir poético Sin embargo, pese a esa disparidad imagen última de ese empeño tan pare-
complementar o subrayar imágenes con- manifiesta que lo caracteriza, en una lec- cido a la poesía como es el afán de dejar el
cretas vinculadas a las artes plásticas, donde palabra e tura que transciende la apariencia y la rastro de nuestros pasos sobre la frágil
hayan sido cuadros, esculturas o fotogra- inmediatez, Ojos de calendario, en suma, fugacidad de la nieve. Un empeño, un afán
fías”. El fotógrafo vallisoletano Eduardo imágenes dialogan en se configura como una suerte de mapa que Sabas Martín, según ha constatado el
Margareto, y los artistas canarios Luis personal de la memoria, como un diario profesor Lanz, cumple con una escritura
Alberto Hernández, Andrés Delgado y un fecundo encuentro de imágenes y versos surgidos de estímu- de apasionada y rigurosa intensidad.
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EL BUEY SOBRE EL TEJADO / Coordinación: Pompeyo Pérez Díaz

DARIUS MILHAUD Y EL BUEY


SOBRE EL TEJADO
EL BUEY SOBRE EL TEJADO ERA EL TÍTULO DE UN TAN-
GO-CHORO (SIENDO EL CHORO UN GÉNERO DE LA MÚSI-
CA CALLEJERA DE RÍO DE JANEIRO) QUE MILHAUD
RECORDARÍA MUY BIEN A SU VUELTA A PARÍS.

SEVERO SERVANDO

E
s una excusa como otra cual-
quiera, qué quiere que le diga,
pero aprovechando la muy
reciente interpretación por
parte de la Orquesta Sinfónica
de Tenerife de El buey sobre el tejado (Le
boeuf sur le toit) del autor francés Darius
Milhaud (1892-1974), he pensado que
seguramente ha llegado el momento de
explicar el origen del misterioso nombre
de esta sección, teniendo en cuenta ade-
más que el coordinador de la misma me
ha pedido que lo haga tras reiterar, con su
habitual actitud narcisista, que muchas
personas le preguntan sobre el por qué de
tan extraña denominación al cruzarse con
él durante sus pálidos vagabundeos calle-
jeros. Tal vez sea necesario aclarar en pri- La cercanía personal de algunos de hecho, como las de otras canciones brasi- combinaba aspectos meramente lúdicos,
mer lugar que la página que usted está estos jóvenes –en concreto de Georges leñas, citada en la partitura-. El buey sobre por cierto nada desdeñables, con el inter-
leyendo no se llama así, estrictamente, en Auric (1899-1983) y Francis Poulenc el tejado es un ballet brillante, imagina- cambio de ideas y el debate intelectual y
homenaje a la obra musical aludida al (1899-1963)- con el escritor, cineasta, tivo y lleno de guiños a la cultura urbana estético, debates a veces oscilantes entre
principio sino a un local parisino que lo dibujante y fotógrafo Jean Cocteau del momento que presenta un argumento la extrema lucidez y el delirio debido a la
tomó de la misma, pero para explicar (1889-1963) y su círculo, provocó que, a de corte surrealista, con personajes como presencia del alcohol y otras sustancias.
todos los detalles debemos ir por partes. raíz de una publicación de piezas para un maquetador de libros, una mujer tra- La chanson y el Jazz tenían una destacada
Darius Milhaud nació en Marsella en el piano y de algunas acciones musicales vestida de hombre, un policía decapitado, presencia en sus veladas y todavía entre
seno de una acomodada familia judía y conjuntas, se acuñara por el crítico Henry un enano o un boxeador y fue estrenado los músicos franceses se utiliza con fre-
desde su infancia mostró una marcada Collet el término Los Seis (Les Six) para un en febrero de 1920 en el Teatro de los cuencia la expresión Faire un boeuf
inclinación hacia la música. Mientras cur- grupo que incluía a los ya mencionados Campos Elíseos de París. La dirección (Hacer un buey) para referirse a una
saba estudios en el Conservatorio de París Milhaud, Poulenc y Auric junto a Arthur escénica corrió a cargo de Jean Cocteau, sesión de improvisación conjunta, nor-
entró en contacto con otros jóvenes orien- Honegger (1892-1955), Louis Durey mientras que la escenografía fue obra del malmente de carácter jazzístico pero tam-
tados, como él, hacia el mundo de la com- (1888-1972) y Germaine Tailleferre pintor fauvista Raoul Dufy (1877-1953). bién en el ámbito del rock, en lugar de la
posición musical, cierto, pero también (1892-1983). En 1916 Milhaud viajó a La parte de danza y pantomima fue inter- conocida expresión anglosajona Jam ses-
interesados en la nuevas corrientes de la Brasil como agregado cultural de la emba- pretada por Los Fratellini, famoso con- sion, que es la usada habitualmente en
pintura, el cine, las modernas tecnologías jada francesa y secretario del embajador, junto que entonces triunfaba en la capital otros lugares. Me parece un botón de
(destacable el “amor” que declaraban sen- quien no era otro que el poeta Paul Clau- francesa actuando en el Circo Medrano. muestra significativo del impacto de este
tir hacia las locomotoras veloces o hacia del (1868-1955), permaneciendo en el En 1921 se inauguró, a los pies de la lugar en determinados ambientes parisi-
las máquinas agrícolas, descritas por Mil- país americano durante dos años. La colina de Montmartre, un cabaret con el nos. Con el tiempo debutarían entre sus
haud como “nuevas criaturas mitológicas, estancia le sirvió para familiarizarse con nombre del ballet de Milhaud, propiedad paredes chansonniers como Léo Ferré,
gigantes insectos de metal multicolores”) la música popular brasileña, cuyos ritmos de un amigo de Cocteau. Estaba ubicado Charles Trénet o Marcel Mouloudji. Allí
y la cultura popular urbana. El Dadaísmo, y singularidades armónicas dejaron una en una casa del siglo XVIII, muy cerca de cantó y tocó la trompeta Boris Vian y apa-
el Surrealismo, el Cubismo, el Fauvismo, patente huella en su estilo compositivo, la que había sido la residencia del compo- reció en repetidas ocasiones Juliette
la estética y las músicas del cabaret y del añadiendo cierto matiz de “exotismo” a sitor italofrancés Jean-Baptiste Lully Grecó, vestida de negro y descalza, hipno-
circo, el Jazz, las composiciones de Igor las influencias de la música popular (1632-1687), y pronto se convirtió en tizando con su voz grave a un público
Stravinsky (1882-1971), Maurice Ravel urbana ya mencionadas líneas atrás. El lugar de reunión habitual del círculo de entre el que se encontraba a menudo un
(1875-1937) y, dato esencial a nivel de buey sobre el tejado era el título de un Cocteau y Los Seis, pero también de silencioso y observador Albert Camus.
actitud ante el mundo académico, Erik tango-choro (siendo el choro un género Picasso, Stravinsky y otros artistas y sus Lugares como El buey sobre el tejado,
Satie (1866-1925), todo ello constituía de la música callejera de Río de Janeiro) respectivos entornos, siendo durante rebosantes de diversión y sensualismo,
parte del bagaje de estos artistas adscritos que Milhaud recordaría muy bien a su unos años el cabaret por antonomasia de con su espíritu libertario, su pertinencia
al Neoclasicismo musical en su rechazo vuelta a París. Habiéndose frustrado el gran parte de la intelligentsia residente en como espacio de desordenados debates
del tardoromanticismo wagneriano, por proyecto de colaborar con Charles Cha- la ciudad. espontáneos, reflejos de las novedades
considerarlo pretenciosa y lastrado de plin (1889-1977) componiendo la música Durante las dos décadas siguientes intelectuales y artísticas de su tiempo,
sentimentalidad, y del Impresionismo, de una de sus películas –música para ser cambiaría varias veces de dirección, aun- refugios de belleza y transgresión,
por su tendencia hacia un preciosismo un interpretada en vivo durante las proyec- que siempre sin alejarse demasiado de su poseen, si se quiere, un cierto aire de nos-
tanto kitsch. Parece claro, también, que la ciones, naturalmente, se trataba de cine ubicación original. En la actualidad existe talgia en la memoria colectiva, no voy a
máxima épater le bourgeois (epatar al bur- mudo-, Milhaud transformó esa partitura aún un local que lleva su nombre, si bien negarlo, pero también la capacidad de
gués) anidaba con fuerza, de manera originalmente concebida para violín y se trata de una brasserie o café-restau- servir de marco imaginario a un cierto
seguramente consciente, en su concep- piano en una pieza orquestal en forma de rante, con un ambiente lógicamente muy tipo de actitud vital cuya impronta es la
ción de cómo proyectar una imagen ballet-pantomima titulado como el tango- diferente al de sus orígenes. causa de que la página que usted tiene
pública. choro aludido -su melodía aparece de La atmósfera de los cabarets “artísticos” entre sus manos se llame justamente así.
El perseguidor 7
Sábado, 7
de mayo de 2011

EL VUELO DE ÍCARO / NÚMERO:CXXVIII


Coordinación: Coriolano González Montañez

¿TÚ POETA Y YO "POETISA"?

MARCELINE DESBORDES-VALMORE.

RICARDO CANO GAVIRIA obra de la poeta lo espontáneo e irrefle- caso, la sensatez denominativa que reina
xivo -las virtudes maternales y femeninas-, en otros géneros literarios, como en la

D
esde que Flaubert escribió categorías que el mismo Baudelaire reco- novela y el ensayo, en los que "novelista" y
Madame Bovary o, mejor aún, noce como ajenas a lo artificial. "ensayista" están por encima de las distin-
desde que se le atribuye la Pues bien, en el retrato que Baudelaire ciones de sexos, se nos antoja aquí digna
frase: "Madame Bovary soy hace de la "poeta" decimonónica, hay una de atención. Con simétrico criterio, podrí-
yo" (según relata una amiga, alusión final a la histeria, que se nos antoja amos preguntarnos si, de considerar legí-
porque el hecho es que la tan traída decla- lo más significativo del mismo. La histeria timo el uso de poetisa, no deberíamos
ración brilla por su ausencia en sus cartas) a que se refiere el poeta mediante la expre- inaugurar el masculino "poetiso" en el caso
flota en el aire una idea: la de que en la sión hysterical tears, de uso corriente en su de los poetas que incurren en excesos de
modernidad literaria inaugurada por Flau- época, no es una categoría médica en el sensibilidad, en cursilerías al estilo de
bert lo masculino y lo femenino son instan- sentido vulgar, casi peyorativo, que se des- "Teresa en cuya frente el cielo empieza"
cias más bien poco identificables con el prende de una adjetivación negativa. Es (del colombiano Eduardo Carranza), y
sexo de un autor, capaz de extraer de su más bien una categoría psicológica posiblemente descubriríamos que buena
"alma" resonancias que pertenecen a uno y impregnada ya, precursoramente, de una parte de la poesía que ha lastrado el des-
otro sexo. Algo equivalente ocurre en la nueva visión del alma humana que, en vís- arrollo del lenguaje poético en muchos
obra de Baudelaire (en la que se hablaría peras de Charcot y de Freud, se anuncia en lugares tiene que ver con la poesía escrita
de "alma" en un sentido psicológico, con- Flaubert y Baudelaire, hermanados en su por las "poetisas" y los "poetisos" que, sumi-
viene aclarar, frente a los que se empeñan talento por la sensibilidad de la época. Es dos en sus provincianos arrobos, permane-
en atribuir a Las flores del mal un conte- más: hysterical tears, aunque denote en un cieron ajenos a la histeria poética de la
nido metafísico y hasta religioso), un anti- primer nivel las lágrimas que las mujeres modernidad, cuyo barco, cargado de
feminista programático que, en El Arte derraman sin causa aparente -como bien mirada crítica y de moderno pensamiento
Romántico, nos brinda un excelente estí- se encarga de recordar Pichois-, no es una poético, se vio pasar a lo lejos como un
mulo para esta divagación. En efecto, en la categoría masculina ni femenina, sino que buque fantasma por las costas colombia-
sección "Sobre mis contemporáneos" alude a la histeria del creador, aquella a la nas.
encontramos un retrato de Marceline Des- que en apariencia, si su obra se entiende Finalmente, y en un nivel más amplio,
bordes-Valmore, única mujer en un grupo definitivamente como la de un moderno tendría razón quien recuerda, como con
de hombres, para la que el autor no desem- psicólogo de los sentimientos (religiosos, frecuencia se ha hecho, lo ocurrido con tér-
polva el término de "poétesse" (aunque un estéticos, eróticos, etc.) genera ese nuevo minos más neutros, que han sufrido en cas-
siglo después Claude Pichois, el editor de órgano de los sentidos que es su cerebro. tellano una evolución similar: se suelen
la obra de Baudelaire, se empeñe en Finalmente, hysterical tears es precisa- citar palabras como "cualquiera", "profe-
hacerlo). Una lectura vulgar, como las que mente la categoría que invoca Baudelaire sional" o "fulano", cuyo femenino asume
desde cierta óptica feminista se suele hacer en un pasaje crucial de su reseña de un significado muy diferente y, en ese sen-
de textos tildados de machistas -lecturas Podría decirse, en Madame Bovary, cuando, al referirse al tido, revelador. Las “poetisas” no han
que por lo general solo delatan lo mal que temperamento de la heroína de su amigo estado bajo sospecha como las fulanas,
las feministas defienden su causa, al igno-
suma, que una nueva novelista, encuentra que tiene las mismas pero han sido confinadas a la sensibilidad
rar la importancia que para la misma debe-
ría tener la producción teórica, la creación
visión casi fisiológica aptitudes del "poeta histérico"... "¡La histe-
ria! ¿Por qué este misterio fisiológico no
mujeril de las "précieuses ridicules" o a la
rancia sensibilidad de nuevas sacerdotisas,
de un espacio propio de reflexión alejado
de los tópicos-, pasaría de largo no solo por
del alma como órgano podría ser el fondo y el humus primordial
de una obra literaria, ese misterio que la
sumamente decorativas en plena sociedad
burguesa: así y todo, solo aplicado a algu-
su obra poética, sino también por su obra de los sentidos es lo Academia de Medicina todavía no ha nos casos extremos, como el de Santa
reflexiva y crítica, sin advertir que está resuelto, y que, expresándose en las muje- Teresa, a pesar de la sensibilidad femenina
atravesada por sentimientos encontrados, vendría a caracterizar res mediante la sensación de una bola que respiran los versos de la poeta de Ávila,
incluso contradictorios. Destaca, en este ascendente y asfixiante (tan solo hablo del el término revelaría en su doméstica estre-
caso, que Baudelaire aplique a Marceline a las poetas que síntoma principal), en los hombres nervio- chez que no está a la altura de las circuns-
Desbordes-Valmore, igual que a los demás sos se traduce en todas las impotencias y tancias. Porque, ¿podría dormir alguien
invitados de su galería, el tratamiento de toman distancia de también en la aptitud hacia todos los exce- tranquilo después de tildar a Santa Teresa
poeta, deslindando por cierto su quehacer sos)?" de "poetisa"?
del de las poetisas : "Si el grito, si el suspiro las poetisas; en ellas Podría decirse, en suma, que una nueva Poseída por la histeria de la poesía, Santa
natural de un alma selecta, su desesperada visión casi fisiológica del alma como Teresa, mística y carnal, en la que todo era
ambición de corazón, si las facultades la nueva sensibilidad órgano de los sentidos es lo vendría a gratuito y venía de Dios, para decirlo con
espontáneas, irreflexivas, si todo lo que es caracterizar a las poetas que toman distan- las mismas palabras de Baudelaire, es posi-
gratuito y viene de Dios, bastan para hacer
está por encima de la cia de las poetisas; en ellas la nueva sensi- blemente el más señalado faro de la poesía
al gran poeta, Marceline Desbordes-Val-
more es y será siempre una gran poeta”,
diferencia sexual, que bilidad está por encima de la diferencia
sexual, que es lo que cuenta a la hora de
femenina en español, y su tan moderna
histeria queda en alto como un referente
para aludir más adelante a varias especies es lo que cuenta a la consagrar la validez de la denominación. que permite distinguir entre el estado de
de poetisas, la “poetisa republicana”, la ¿Podría encontrarse una base más sólida histeria divino y la simple culequera a que
“poetisa del futuro”, la “poetisa de la impie- hora de consagrar la para respaldar el argumento de que ambos hace alusión "poetisa", un término que,
dad”... Pero si ello es así, también es cierto términos significan en realidad cosas dife- antes que al futuro, parece destinado al
que elogia en ella precisamente los aspec- validez de la rentes, y por lo tanto debería resultar más museo de los usos y abusos a que, a lo largo
tos que establecen un desacuerdo al menos adecuado el uso de uno en detrimento del de los siglos, se ha visto sometida la condi-
aparente con su estética, al resaltar en la denominación otro? Resulta poco probable: en cualquier ción femenina.
8 El perseguidor Sábado, 7
de mayo de 2011

HOSPITAL CENTRAL ES UNA


PRODUCCIÓN DE VIDEOMEDIA
PARA TELECINCO.

ANFITEATRO de share), en determinados existenciales: Javier opinión de los expertos) con


TELEVISIVO momentos. Para quienes hemos (Antonio Zabálburu), las pulsiones dramático-
Hospital Central: seguido, más o menos, con totalmente perdido emocionales, y sentimentales,
alguna lógica ausencia, su en su vida de los médicos y enfermeras
renovarse o morir desarrollo, hemos sido testigos sentimental, Gimeno que encabezan los repartos.
de los mejores momentos de la (Pablo Carbonell), Nuestro Hospital Central recoge
ENRIQUE CARRASCO serie y también de los peores y, sufriendo lo indecible inteligentemente algunos
sobre todo, hemos constatado por su joven alumna testigos, como esos repasos
Hospital Central está en coma que los guiones de los capítulos fallecida a causa de musicales a los pensamientos
irreversible. Y lo está porque ya iban languideciendo a medida una injusta íntimos de los personajes
se extingue la serie de ficción que iba avanzando la evolución durante tantas noches, han enfermedad, Vilches (Jordi mientras escuchamos notas de
española más longeva y exitosa dramática de los protagonistas, sabido entretenernos. Rebellón), cuestionado por su blues, pero sin duda nos ha
de la pequeña pantalla y especialmente en las últimas Esta lógica de que todo tiene hijo Guille (Luis Castro) dada dejado buen sabor de boca con
porque sus planteamientos no dos temporadas. El evidente un principio y un fin ha la lenta reacción de su padre ciertos momentos estelares
dan para mucho más. Sería estancamiento argumental, la terminado por imponer la cuando se enteran de que (accidentes muy resueltos
muy curioso realizar un escasez de ideas aún inéditas, desaparición de Hospital quieren cerrar el hospital, …y visualmente, casos muy
análisis de los vaivenes de o, básicamente, la incapacidad Central con más bien pena que así un largo etcétera. actuales sobre patologías,
audiencia y contenidos de este de generar nuevos escenarios gloria para quienes Hospital Central arrastra la cameos de actores o actrices
audiovisual de la productora de conflicto, y originales retos defendemos la ficción frente al tradición del mainstream del mundo del cine, o
Videomedia para Telecinco, para el elenco de personajes, bombardeo de telebasura y televisivo norteamericano con resoluciones de realización
que se estrenó en 2000 han sido los síntomas que han para quienes seguíamos series médicas de gran éxito muy acertadas por parte de
superando como ninguna obra llevado al diagnóstico preciso interesándonos a medias por como Urgencias, Anatomía de profesionales de la pantalla
similar un decenio de emisión sobre el estado actual de la este grupo de profesionales de Grey, o House, magníficas grande).
continuada y alcanzado picos cuestión. O renovarse o morir: la salud que muy exposiciones actorales donde Desde esta tribuna te deseamos
de audiencia de hasta así lo han dicho quienes recientemente se debatían se combinan casos clínicos un hasta siempre, Hospital
6.527.000 espectadores (35,3% durante más de una década, y entre profundos cambios (más o menos fantasiosos, en Central.

ENSAYOS DE UN CRIMEN/ Eduardo García Rojas

A PROPÓSITO DE
por cerrar muy bien.
La edad de Cristo, de Pablo Martín Car-
bajal es más que un cuento un diverti-
mento que no termina de cuajar como

GENERACIÓN 21: NUEVOS relato. Está escrito con ironía, lo que se


agradece, pero carece de brújula para
orientar al lector en la propuesta que

NOVELISTAS CANARIOS
quiere narrar.
Nicolás Melini es el décimo escritor de
esta antología, que incluye Una supervi-
viente, tal vez eso lo explica todo publicado
en su libro Pulsión del amigo. Melini es, a

L
a aparición de la antología Gene- bien en estas lagunas. Isabel y los visionau- aprecia, de todas formas y en su fondo, a mí modesto entender, uno de los mejores
ración 21: nuevos novelistas cana- tas es un relato de aventuras disfrazado de un autor que si cuidara más el esqueleto cuentistas del panorama literario nacional
rios es oportuna para que el lec- fantasía donde su autor crea –como creó de lo que quiere contar, daría carne y grasa y el relato que incluye en Generación 21:
tor se aproxime a las distintas Anthony Burgess en La naranja mecánica– a sus propuestas literarias. El escritor San- nuevos novelistas canarios pone de mani-
realidades narrativas que propo- una especie de dialecto que deja buen tiago Gil participa en Generación 21 con El fiesto que sigo pensando lo mismo.
nen los doce autores seleccionados. Con sabor de boca porque está descrito con iro- encargo, para quien les escribe uno de los Con el título de Otra vida (que ya fue
independencia de la calidad de algunos nía. Es un cuento desenfadado y por lo mejores cuentos de esta antología. Y digo publicado en Ceremonias de interior), Ale-
de sus textos, se trata de un volumen que tanto divertido no solo para especialistas que se trata de uno de los mejores porque xis Ravelo juega con uno de los temas para
lleva camino de convertirse en referencia en el género de la ciencia ficción y la fan- es el que más me ha sabido a auténtico. A mi más atractivos de la literatura. Y no se
no solo en la literatura que se escribe a tasía. sincero. También a canalla. Se trata, como trata del doble, precisamente. El cuento
este lado del Atlántico sino también fuera El humor es también la herramienta que muchos otros cuentos de este libro, de un empieza muy bien, cuando su protago-
de sus fronteras. emplea José Luis Correa para su Vida, largo monólogo donde un personaje a la nista se percata que gente a la que conoce
En la mayoría de estos cuentos planea pasión y muerte de Felipe Marqués, una his- contra toma la decisión de su vida. El no existe… O sí. Desgraciadamente, el
casi como una obsesión lo erótico. Lo eró- toria que suscita lecturas varias aunque el mismo Gil se confunde con quien narra escritor desaprovecha las posibilidades de
tico desde una perspectiva irónica y el oca- relato no termina por estar lo bien cons- este cuento que concluye con un inevita- la historia con un final que si bien quiere
siones desastrosa. También la sombra de truido que, como lector, desearía. ble ajuste de cuentas de lo que se conoce dar una vuelta de tuerca a lo anterior-
la traición y la muerte. La muerte como Aún así, no deja de leerse con cierto como complejo de Edipo. mente narrado no termina de cuajar por-
liberación. asombro ya que a su manera se trata tam- Las seis caras del azar, de Cristo Hernán- que resulta forzado.
Generación 21: nuevos novelistas cana- bién de una aventura. La aventura de un dez, es un relato loco. Y cuando digo loco Cierra esta antología El perro, de Anelio
rios, una iniciativa de Ánghel Morales de tipo que parece que no supo superar su me refiero a loco divertido. Se desarrolla Rodríguez Concepción, cuento que junto
ediciones Aguere, y se inicia con el relato adolescencia. Tiene momentos hermosos, en la ciudad de Nueva York y mientras lo a El encargo de Gil, me parece uno de los
Vino con el azúcar, de Víctor Álamo de la en especial cuando el escritor recrea la lees no se te va la cabeza que algo va a mejores de esta antología. No merece la
Rosa, y trabajo por el que su autor obtuvo infancia del protagonista describiendo pasar. Con o sin dados. Lo de los dados lo pena deshuesarlo sino invitar a que lo
el premio Taramela 2008. una excursión del colegio a ver la nieve escribo porque son claves para entender lean. Solo apuntaré que su autor maneja
Álamo de la Rosa ambienta su historia que manchan las cumbres de Gran Cana- esta curiosa fantasía animada de ayer y con sabiduría literaria un aparente cos-
en Isla Menor, geografía en la que se des- ria y aprovechar para contarnos su primer hoy. Más cerca del espíritu de Mike Spi- tumbrismo que se hace añicos y deja
arrolla casi toda su producción narrativa, amor. llane está Los ojos de Henry Fonda, que tarumba al lector.
y si bien captura por su descripción de El cuarto cuento está firmado por David firma Javier Hernández Velázquez. Her- A modo de conclusión, Generación 21:
ambientes no termina de convencer por la Galloway y es una adaptación del relato nández Velázquez rinde en su relato nuevos novelistas canarios es una antolo-
rusticidad de su final. Sin cara ni cruz publicado en el libro El homenaje a Fonda mientras nos cuenta gía necesaria. Es verdad que faltan otras
Isabel y los visionautas es el segundo perfil de las esquinas. una historia --más que policíaca, negra-- tantas voces pero como adelanto de lo que
cuento de esta antología y lo firma Víctor Galloway más que un narrador es un donde lo que más le importa es la atmós- hay sí que merece la pena como libro.
Conde (pseudónimo de Alfredo Moreno creador de atmósferas y en este sentido fera y menos la historia. Libro que se tiene que leer como lo que es,
Santana). pienso que las primeras y últimas páginas Huellas en el barro, de Álvaro Marcos ventanas que dan voz a un grupo de escri-
Conde se ha especializado en fantasía y de su relato son las mejores de esta histo- Arvelo, es un curioso relato fantástico que tores que sin renunciar a su pasado ya ocu-
ciencia ficción y se nota que se mueve muy ria de traiciones en nombre del amor. Se comienza muy bien pero que no termina pan nuestro presente.

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