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Señor director:

El problema que voy a relatar es el que está sufriendo mi hermana Ana Coral, pero
también es el de muchos otros ciudadanos que sufren algún tipo de discapacidad.
Muchos de ellos acaban resignándose a no salir a la calle, a no gestionar nada
personalmente, a solicitar una incapacidad y quedarse en su casa en lugar de ir a
trabajar…
Mi hermana tiene una enfermedad rara, oncológica, hereditaria, progresiva,
altamente incapacitante e invalidante, llamada VHL (von Hippel-Lindau). Tiene 37
años, y desde que fue diagnosticada en 1995 (con 21) ha sufrido 4 neurocirugías,
una cirugía por cáncer renal, ha perdido la visión de un ojo y la audición de un oído.
La última neurocirugía le dejó múltiples secuelas y requirió rehabilitación durante
meses. Se incorporó a su puesto de trabajo en febrero de 2010. Actualmente tiene
problemas de equilibrio (tiene la tarjeta de aparcamiento para discapacitados) y
tiene reconocido un grado de minusvalía de un 48%, pero quiere seguir trabajando.
El edificio donde trabaja (Delegación de Agricultura y Medio Ambiente de Toledo, de
la Junta de Castilla-La Mancha) no cumple con la legislación vigente en materia de
accesibilidad, no dispone de ascensor, rampas o plataformas elevadoras. Para llegar
a su puesto de trabajo ha de bajar dos tramos de escaleras (22 escalones). Nadie le
hizo ninguna valoración tras su incorporación. Vacilante pero voluntariosa, comenzó
hace más de un año a subir y bajar las escaleras para llegar a su oficina.
El 18 de febrero de este año se cayó en los últimos escalones, y ante el temor de
una nueva caída, pidió a sus superiores que buscaran una solución al problema de
accesibilidad a su puesto de trabajo, y por ende, del edificio. Incluso les planteó -
con el consenso de todos sus compañeros de despacho, con los que lleva
trabajando 10 años -, el cambio de ubicación de su departamento, que además
tiene atención al público, a otra dependencia del edificio accesible a la calle. La
respuesta – obviando toda la legislación vigente tanto internacional*, como nacional
y autonómica en materia de atención a la discapacidad – ha sido la notificación
escrita de que su puesto de trabajo, a partir del 8 de abril, queda reubicado en otro
edificio (traslado de ella sola). Ella, sabiendo que la legislación la ampara, se ha
negado a cambiarse.
Tanto Ana Coral como su familia creemos que se la está discriminando debido a su
discapacidad y a que el edificio donde trabaja incumple la legislación vigente en
materia de accesibilidad (Ley 1/1994, de 24 de mayo, de accesibilidad y
eliminación de barreras en Castilla-La Mancha), que estableció un plazo
máximo de 10 años para que todos los edificios públicos fueran accesibles o al
menos practicables. Ana ya tiene bastante con su enfermedad, por lo que me pidió
ayuda… y hasta la fecha he escrito al Consejero de Agricultura y Medio Ambiente
(18 de marzo), al Servicio de Accesibilidad de la Consejería de Salud y Bienestar
Social (8 de abril), al Defensor del Pueblo, al presidente de nuestra comunidad
autónoma D. José María Barreda (la última carta registrada el 19 de abril). De
momento no hay respuesta. También contactamos con COCEMFE Castilla-La
Mancha y con CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con
Discapacidad) de Castilla-La Mancha. El servicio jurídico de CERMI-CLM respondió
rápidamente elaborando un informe en el que argumenta jurídicamente la defensa
de los derechos de Ana como trabajadora pública discapacitada, que ya ha sido
remitido tanto a la Delegación de Agricultura como al señor Barreda. Hemos abierto
una página de recogida de firmas http://actuable.es/peticiones/dile-al-presidente-
castilla-la-mancha-termine-con-la, donde ya han firmado más de 1800 personas, y
hemos creado un blog que vamos actualizando
www.elblogdeanacoral.blogspot.com.
No puede ser que la Administración sea tan lenta en dar solución a un problema
como este, y no puede ser que la única solución que da se salte la legislación,
porque en ese caso, ¿por qué tanto bombo y platillo con la protección a los
discapacitados? ¿por qué hacer leyes para no cumplirlas? ¿por qué ratificar
acuerdos internacionales para no cumplirlos?. Tenemos una completa legislación de
protección para las personas discapacitadas y ¿ no se aplica ni vigila su
cumplimiento?. Algunas personas me han dicho que el problema es que no hay
dinero para hacer accesible el edificio. ¿Tampoco hay imaginación para reorganizar
los departamentos de éste y otros organismos públicos y ubicar en las plantas de
acceso a la calle los que tienen atención al público?. ¿No tienen nuestros gestores
una capacidad superior para resolver los problemas que el vulgo no puede
resolver?. Tampoco puede ser que mientras se resuelve (o no), nadie dé señales de
vida. Nuestros gobernantes y gestores tendrían que verse obligados a moverse en
silla de ruedas durante un mes para hacerse una idea de lo que es vivir en un
sistema tan desmotivador. Seguro que entonces protestaban enérgicamente y
arreglaban unas cuantas cosas en materia de discapacidad.
Y mientras seguimos esperando, el día 4 de mayo el presidente de Castilla-La
Mancha ha presentado en Guadalajara el II Plan de Acción para Personas con
Discapacidad en Castilla-La Mancha.

*Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, de 13


de diciembre de 2006, ratificada por España y por tanto de obligado cumplimiento
en todo el territorio nacional.

Atención a Personas con Discapacidad:


http://www.jccm.es/web/es/CastillaLaMancha/index/plan1212675651383pl/1212674992164.h
tml
Accesibilidad Integral
http://www.jccm.es/web/index/plan1212675666860pl/1212675656284.html

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