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7 de mayo, 2011
A la Sociedad Civil
A la Otra Campaña y
A la Opinión Pública
Hermanos y hermanas:
Venimos desde la Tierra Sagrada de Acteal que fue regada con la sangre de nuestros 45
mártires, venimos porque después de la masacre de Acteal no se han detenido las masacres,
porque hoy cada día es una masacre en nuestro país. Cada día sabemos noticias horribles de
asesinados, desaparecidos, mutilados, encarcelados injustamente por los gobiernos federal,
estatal y municipal. El pueblo de México está de luto por tanta muerte y tanta injusticia.
Venimos porque como organización popular no podemos callar ante tanta tragedia en
Ciudad Juárez, Chihuahua, en Nuevo León, Tamaulipas, en Guerrero, Oaxaca, Morelos; en
realidad, a lo largo y ancho de toda la república mexicana.
Hay mucho dolor en México, pero el dolor, lo sabemos por experiencia, también puede dar
frutos buenos: muchos están despertando a la realidad de lo que pasa en México. El dolor
nos convoca a unirnos, como lo estamos viendo en esta movilización.
Venimos desde Acteal porque queremos juntar nuestro dolor con el dolor de muchos
mexicanos, juntar nuestra voz con su voz, juntar el grito de la sangre que desde Chiapas
hasta Chihuahua está exigiendo justicia contra tantos asesinos, la sangre que está clamando
contra tanta impunidad.
Venimos porque queremos decir nuestra tristeza, nuestro dolor, nuestra inconformidad
junto con todo el pueblo de México que siente lo mismo, porque queremos juntar
fuertemente nuestra voz a la de tantos mexicanos que exigen Paz, Justicia, Libertad,
Respeto a sus Derechos.
Venimos porque queremos decir nuestra palabra a Javier Sicilia y a través de él a todos los
que han sufrido por tanta violencia, que no conocemos sus nombres ni sus caras, pero que
les ponemos un nombre y una cara a través de la cara de Javier y de Juan Francisco su hijo
asesinado. Al hablarte a ti Javier les hablamos a todos los papás y mamás que han perdido
un hijo, a todos los que han perdido un ser querido en esta guerra absurda de Calderón.
Compañero Javier, hermano: Venimos a decirte que no estás solo. Cargamos con nosotros
el dolor y la tristeza pero también la indignación y la esperanza de los hombres, mujeres,
niños, jóvenes de Acteal que han sufrido en su propia carne lo mismo que tú. En tsotzil para
decir que le tenemos confianza a alguien decimos que “le mostramos el revés del corazón”,
o sea, que no le ocultamos nada. Venimos a hablarte con todo nuestro corazón, a decirte
que sentimos tu dolor, tu indignación, también tu impotencia, pero sabemos, tú también lo
sabes ya, que esa impotencia se convierte en poder cuando juntamos nuestro dolor, nuestra
indignación, con los de los demás.
***
Nos preguntamos. ¿Cómo empezó esta violencia que ha llegado a cortar la vida de cerca de
40 mil mexicanos y mexicanas en lo que va del sexenio? Nosotros pensamos que toda esta
violencia, que según dice el gobierno es por el combate al crimen organizado, en realidad
no puede separarse de lo que hace mucho estamos viviendo los llamados indígenas, los
pueblos originarios de esta tierra. Vivimos atropellos, despojos, desplazamientos forzosos
por los megaproyectos que promueve el gobierno con los ricos empresarios
transnacionales: carreteras, aeropuertos, centros turísticos de lujo, represas hidroeléctricas.
Por ello vivimos también la represión de nuestras organizaciones y de nuestros líderes; a los
que no se venden, el gobierno los reprime.
Lo que está sucediendo, compañero Javier, no puede separarse tampoco de lo que tú mismo
escribes siempre en tus artículos, no puede separarse de que el gobierno no ha respetado los
Acuerdos de San Andrés. Y en la raíz de todo eso está el primer pecado del gobierno de
donde vienen todos los demás males: que no respeta los Principios del Buen Gobierno.
Estos principios los formularon nuestros hermanos zapatistas pero reflejan el corazón de
todos los pueblos originarios y pensamos que también reflejan las enseñanzas del
Evangelio. Pero el gobierno de México no respeta esos principios: en vez de obedecer,
manda; en vez de representar, suplanta; en vez de proponer, impone; y sus funcionarios del
gobierno, que ganan sueldos altísimos que podrían ser el alimento de cientos de familias
por años enteros, en vez de bajar, suben y en vez de servir… se sirven.
Javier, hermano, sabemos que tienes un corazón no-violento como las Abejas. Alonso, el
catequista de las Abejas que encabezaba el ayuno y la oración por la paz en Acteal el día de
la masacre murió diciendo: “Padre, perdona a tu pueblo”. Sabemos que tú también tienes la
sabiduría en tu corazón y en tu pensamiento de que la venganza y el odio no son el camino
para encontrar la justicia y la paz. Sabes que la no-violencia es la única que puede detener
la espiral de violencia y sabes que los pacíficos pueden ganar una guerra, aunque haya
muchos que esto les parece imposible.
***
Dice el Felipe Calderón que el “Ya Basta” se lo digamos a los criminales y no al gobierno
que trata de detenerlos. Dice que la policía, el ejército, la marina, son para proteger a los
ciudadanos.
Nosotros vamos a hablar, no de teorías, ni de cosas que hayamos leído en libros, sino de lo
que hemos vivido en nuestra propia carne. Después de la masacre de Acteal el ejército
invadió el municipio de Chenalhó y en especial nuestros campamentos de desplazados.
Mientras los soldados se enfrentaban a golpes y empujones e insultaban a las valientes
mujeres de las Abejas que resistían frente a ellos, sus jefes de los soldados nos repetían
“venimos a protegerlos”. Nosotros sabíamos a quienes protegían. Los habíamos visto
entrenar, armar y proteger a los paramilitares y por eso rechazábamos su presencia en
nuestros campamentos. Así es que ahora ¿cómo le vamos a creer a Felipe Calderón cuando
dice “el ejército está para protegerlos? Y nosotros no somos los únicos que han visto cómo
el ejército viola los Derechos Humanos.
No. Lo que propone el gobierno de Calderón y los diputados del PRI y el PAN es cambiar
la ley para legalizar las violaciones del ejército. Quiere aprobar una ley de Seguridad
Nacional que permita al ejército seguir haciendo lo que ya hace sin preocuparse por las
denuncias de los organismos de Derechos Humanos. Pero ¿acaso cree que una cosa es justa
nada más porque lo dice su ley? Se ve que no conoce la Palabra de Dios. Las leyes pueden
ser injustas aunque las aprueben los gobiernos y los congresos corruptos. Dice el profeta
Isaías ¡Ay de los que dictan leyes injustas y con sus decretos organizan la opresión! (Isaías
10,1-2).
A los sacerdotes y obispos que todavía no despiertan y le siguen creyendo al gobierno, les
pedimos que recuerden que en los documentos de Puebla que se aprobaron cuando el Papa
vino a México la primera vez se condena la ideología de la Seguridad Nacional como una
idolatría que no respeta los derechos humanos. Así mismo lo hizo el obispo Romero en el
Salvador denunciando la ideología de la seguridad nacional y las leyes injustas que se
aplicaban haciendo derramar la sangre del pueblo.
***
Las Abejas llevamos casi 14 años demandando justicia contra los autores materiales e
intelectuales de la matanza de Acteal. No la hemos obtenido ni de las procuradurías, ni de
los jueces, ni de la Suprema Corte, sino todo lo contrario, se han dedicado en los últimos
años a liberar a los autores materiales que estaban presos. Por esto las Abejas y el Centro de
Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas nos hemos visto obligados a exigir justicia
ante los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
Necesitamos dialogar entre todas las organizaciones ciudadanas que se están movilizando,
poner juntos nuestro pensamiento, nuestras ideas, nuestros corazones para encontrar una
estrategia. Es bueno marchar y movilizarnos, pero no podemos quedarnos en eso.
Necesitamos juntar no solo nuestros pasos como lo estamos haciendo, sino nuestros
corazones y nuestras cabezas para juntos encontrar la manera de sacar a nuestro país del
infierno en que estamos metidos.
Como han dicho nuestros hermanos y hermanas de Morelos, que no queremos que nuestros
muertos se conviertan en solo un número, sino que hay que recuperar su rostro y su
nombre, queremos pasar lista de presente a nuestros Mártires de Acteal que nunca nos han
abandonado en la lucha por la justicia y la dignidad:
2 María 44 años
3 Rosa 24 años
4 Verónica 20 años
5 Antonia 17 años
6 Margarita 3 años
7 Juana 8 meses
8 Juana 61 años
9 Victorio 22 años
11 Micaela 9 años
12 Josefa 7 años
14 Lucía 7 años
15 Vicente 5 años
17 Paulina 22 años
18 Roselia 5 años
19 Graciela 3 años
20 Guadalupe 2 años
24 Margarita 23 años
26 Antonia 21 años
28 Sebastián 9 años
30 Susana 17 años
34 Marcela 35 años
35 Alejandro 15 años
36 Juana 9 años
37 Silvia 6 años
Atentamente