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MANUEL HERRANZ MONTERO

Febrero 2.011. Desde ‘Arian seis’. http://arian-seis.blogspot.com/

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LA BATALLA DE LA COMUNICACIÓN.

La izquierda pierde la batalla de la comunicación

Y lo que es peor, no quiere darse cuenta de ello. ‘Hacemos las cosas bien
pero las comunicamos mal, no sabemos explicarlas, no nos entienden’, frases
que pretenden socorridas, escuchadas a militantes responsables del PSOE
(e IU) a cualquier nivel sea Gobierno de la Nación o Ayuntamientos. Al
escucharlas ya sabemos que no hablamos de lo mismo, porque comunicar mal
en política es hacer las cosas mal, porque hacer las cosas mal es comunicar
mal. Si no producen liderazgo social, si no son entendidos por la sociedad
como sus representantes, significa que se está trabajando mal y nunca que
se está haciendo bien pero explicando mal.

Un error de comunicación significa que no se conecta con la sociedad y ello


podría suponer que se están malgastando esfuerzos porque se esté
corriendo mucho pero en dirección equivocada, como pollo sin cabeza. Pensar
que por hacer cosas se está actuando correctamente confiado en que
benefician a la gente, podría llevar a perder apoyos, porque sin comunicarse
con la ciudadanía, que en el caso de izquierdas es fundamental, ésta podría
sentirse apartada de los partidos y candidatos, y ello supone perder una
importante batalla.

El concepto de comunicación puede ser abordado desde diferentes


aspectos, por ejemplo en relación a los medios de prensa, de los que la
izquierda dispone de menos potencia por razones evidentes de
representación de intereses, pero esto ha ocurrido siempre, lo que
supondría poca variación con el pasado. Evidentemente, hoy, hablar de
comunicación resulta imposible sin considerar internet, en donde las
posibilidades podrían igualarse, dada su gratuidad, pero sea internet o
cualquier modelo de relación, todo dependerá de cómo considerar la
importancia de la comunicación en el trabajo colectivo.

El problema que presento se refiere a la comunicación entendida como


relación entre líderes y militantes, entre militantes y votantes, entre
partidos y sociedad, tiene que ver con la poca permeabilidad de los partidos
con la sociedad. Este es el terreno en el que presento la discusión, porque
muchos detectamos que se está produciendo un retroceso evidente desde
hace unos años y pronunciándose en los últimos. Las nuevas hornadas de
militantes posteriores a los de la Transición, (más profesionalizadas que las

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anteriores), y que ocuparon los aparatos de partidos y sindicatos no parecen
tener el mismo espíritu de participación y movilización, cuyo objetivo
fundamental era incorporar a todo el mundo a las tareas. ‘Sumar todo lo que
se mueva’.

Comunicar mejor, mayor participación y mejor democracia

En España la sociedad, los partidos, son extremadamente personalistas,


aumentando últimamente este aspecto tan dañino para la política. Es un
reflejo del franquismo que cortó en seco la incipiente figura del ciudadano
nacida a finales del XIX que confluyó en la República y que posteriormente,
la dictadura, durante largos años impuso socialmente despreocuparse de los
asuntos colectivos y nos ha convertido en una sociedad adoradora del
individualismo, que un solo individuo decida sobre nuestras vidas. El
franquismo, encontró suficientemente abonado el terreno por la sufrida
historia del pueblo español sometido demasiados años a tiranos y
dictadores, reyes y generales, con el papel determinante de la Iglesia en
esta ‘experiencia’ de alejar e impedir participar al pueblo en la cosa pública.

El pasado no justifica la situación actual, pero sirve para explicar lo duro


que resulta modificar comportamientos tan profundamente arraigados. Y no
lo justifica, entre otras razones porque la generación de antifranquistas,
(los militantes de la Transición) demostró ser más participativa que la
actual, incorporando a toda persona que quisiera moverse. Difícilmente
puede entenderse que hace 30 años todas las decisiones fueran tomadas
solo por un individuo, fuera presidente secretario general o alcalde.

Si la Transición salió adelante con una resultante relativamente correcta


para todos, lo fue no porque el rey participara en no se sabe qué, o Suarez o
Carrillo o Felipe…que sí lo hicieron, pero salió bien esencialmente, porque
hubo decenas de miles de protagonistas, no todos al mismo nivel, unos más
que otros desde luego, pero fueron y se sintieron protagonistas de las
transformaciones sociales, de los cambios de costumbres, modificación de
las leyes, de la mayor libertad e igualdad, de la mayor justicia, de las
escuelas y hospitales que se construyeron, de las carreteras y de la
sociedad en que vivimos estos 30 últimos años.

La política es fundamentalmente una actividad pública, por tanto todo lo que


camine por entornos de colectividad preserva y difunde su espíritu mejor
que lo conducido por caminos de individualidad. La política es una actividad
humana que trata de organizar la vida social, pretende dotar a colectivos
humanos de normas y reglas de convivencia para organizar su desarrollo y

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sostenimiento entre individuos diferentes, por tanto una mayor
participación redundará en mejores resultados.

La política se pervierte cuando deriva y profundiza lo individual sobre lo


colectivo. Si camina por territorios de individualidad, la ciudadanía se irá
apartando de ella, quedando convertida la sociedad en manojos de individuos
aislados que serán más fácilmente dominados. Algo de esto hay en la
ideología neoliberal. Y algo de esto está ocurriendo en el funcionamiento de
grupos en la izquierda.

Los ciudadanos no necesitamos individuos que estén por encima, en todo


caso al lado, queremos gente que dentro de las organizaciones sociales,
trabajen para el desarrollo de la cosa pública y que permitan, potencien y
desde luego no impidan mecanismos de intervención colectiva. Los
ciudadanos necesitamos poder intervenir en las actividades públicas y poder
decidir, tomar parte en las decisiones de los partidos y sindicatos, de los
Ayuntamientos y CCAA. Y la intervención ciudadana no tiene que enmarcarse
necesariamente en el estrecho esquema de militancia actual.

Los niveles de participación deben ser mayores, amplios y flexibles, los


núcleos de aportación de trabajo e ideas, de esfuerzos… pueden ser
distantes y deben ser diferentes entre sí, las redes de internet permiten
hoy un desarrollo de comunicación (de relación) infinitamente mayor que en
épocas pasadas y sin embargo hace 40 años la existencia de niveles de
compromiso en torno a los partidos de izquierda era variada y estaba más
desarrollada que ahora.

La existencia de la crisis económica española, la fraguada aquí en España, en


los últimos 20 años en nuestra sociedad, muestra un gran fracaso social, uno
de cuyos aspectos relevantes fue la poca permeabilidad de los grupos
políticos, gobiernos y partidos, sindicatos y patronales, que hicieron oídos
sordos al resto de sociedad civil, a tantos intelectuales que informaban de
lo que estaba ocurriendo y avisaban de las repercusiones. Quizás
hubiéramos podido evitarla o reducir su gravedad, o ahora impedir que se
reproduzca en el futuro de forma similar.

Muchas fuerzas se gastan en discusiones ideológicas, de mayor o menor


correspondencia con teorías abstractas, pero en los aspectos organizativos
y de participación es donde nos jugamos casi todo. Si no podemos participar,
la política se va a la mierda. La discusión de si serán mejores o peores tales
acciones o teorías, servirán de poco, si después un individuo en un momento

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dado, puede tomar la dirección de una organización y modificar su rumbo
colectivo sin contar con la opinión mayoritaria de la misma.

A nadie le sorprende la cantidad de afiliados y/o militantes del PP, muy


superior a la de los partidos de izquierda, a pesar de que todas las
encuestas siempre dieron mayorías de población que se identifican
mayoritariamente con perfiles de izquierda, lo cual parece indicar que han
resuelto de mejor forma los vínculos partido/masas, dotándose de mejores
niveles de acercamiento a los individuos. Desde luego causa estupor ver
tantos militantes progresistas desplazados de sus grupos de origen por
tantas purgas o luchas internas.

Produce inmensa pena ver a tantas personas desperdiciadas con tantas


capacidades susceptibles de ser aportadas a la colectividad, reducidas o
inutilizadas para el bien común por la inexistencia de voluntad y cauces
adecuados desarrollados por los partidos actuales. Nuestra capacidad de
despilfarro es tremenda, nos creemos tan sobrados de todo que
prescindimos alegremente de nuestros recursos (sean humanos o
materiales) y así crecen cada día las listas de personas con sobradas
capacidades apartadas totalmente de la política progresista, lo cual es
perceptible por la ciudadanía que se aparta de la clase política.

Algo falla en nuestra forma de hacer, en nuestra filosofía, por lo que parece
el momento de dar un golpe de timón en las organizaciones progresistas para
volver a la filosofía que nunca debieron abandonar de tratar de movilizar a
la ciudadanía, de implicar al mayor número de personas posible en la cosa
pública y para lograrlo es imprescindible abrir puertas y ventanas y sumar y
sumar, en todas las múltiples tareas posibles, tratar de incorporar a cada
cual en el nivel que desee dentro de una tarea colectiva.

Los líderes que necesitamos

La participación colectiva no está en contra, ni impide, la existencia de


personas con capacidad de arrastre y de ilusionar, que tengan visión de
futuro y capacidad de dirección de grupos. Un líder es un individuo que
recogiendo aspiraciones y sueños de mayorías arrastra hacia adelante a
grupos de gentes y marca caminos de avance.

Un líder no sustituye a la gente ni la suplanta y nunca debe estar solo,


ningún individuo en una organización democrática moderna es capaz de
mover colectivos sin la colaboración de equipos adecuados, que a su vez

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servirán para formar dirigentes. Un líder solo podrá ejercer de tal si es
capaz de promover y desarrollar equipos, de liderar grupos de trabajo que a
su vez generen otros equipos que aporten y de los cuales serán líderes.
Ningún líder moverá una institución sin otros líderes detrás, sin apoyarse en
escalones de trabajo y decisión.

Para un proyecto cualquiera resulta muy poco útil un individuo que ejerza de
jefe y pueda tomar decisiones sin respetar a sus grupos de trabajo, a
equipos, que a su vez deberán considerar a los militantes, que a su vez
deberán recoger la voluntad de votantes que deberían representar una gran
parte de la ciudadanía. Todos ellos deberían promover y potenciar colectivos
de ciudadanos concretos a distintos niveles de participación, debate y
decisión.

Es un error dejar en manos de un solo individuo la representación pública de


un partido, sea estatal o local, como lo es realizar una campaña en la que solo
aparece una persona. Eso vale para la carrera de 100 m y poco más, pero no
da buenos resultados para una actividad colectiva, como la política, porque
los ciudadanos podrían pensar que el colectivo no importa a esas siglas, o que
no se dispone de un grupo fiable, o que esas siglas son demasiado
personalistas y por ende poco amantes de la colectividad.

No se trata elegir entre uno o dos papas, uno o dos generales, uno o dos
grandes hombres, en España se eligen listas de partidos (o sindicatos) se
eligen grupos de personas que figuran en ellas, hombres y mujeres que
puedan organizar y trabajar en un Ayuntamiento, Comunidad o Estado. Es
importante conocer que ante una situación imprevista serán capaces de
reunirse y tomar decisiones previa discusión y ponderación de argumentos y
situaciones.

Un individuo aislado en la tribuna marcándose un discurso puede tener


explicación y justificación un día, pero no puede ser un método de trabajo, y
desde luego en una campaña preelectoral es el momento más inadecuado,
porque es uno de los espacios preferentes de la feria para mostrar
‘productos’, por eso la presentación de programas de actuación, que estarán
cojos sin los equipos con los que se cuenta y sus posibilidades.

La campaña de Obama fue mal interpretada por algunos líderes españoles


que fijaron su atención fundamentalmente en su carácter individual en el
cartel, sin percatarse de que en EEUU en general eligen candidatos y no
listas como aquí, lo cual potenciaría allí los aspectos individualistas, ello sin

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contar que allí los candidatos rinden cuentas a sus electores además de al
partido. En cualquier caso el eje central de sus propuestas nunca fueron las
medidas concretas, sino el intangible de un futuro de ilusión y esperanza en
mejores condiciones económicas y sociales, (crisis paro y sanidad). Aquí
tiende a confundirse las propuestas concretas de acciones, o el hacer más
cosas con la consecución de más votos, cuando rebasado un nivel, fácilmente
se produce lo contrario; a mas cosas menos votos, porque aumentan las
reacciones adversas y no suman las favorables.

No obstante, se prestó poca atención al aspecto esencial que le hizo


triunfar y es que su campaña estaba plagada de multitud de comités de
apoyo, de animadores y agitadores, de recaudadores de dinero, de miles de
páginas y blogs individuales que sumaban y distribuían mensajes, ello en un
país como EEUU con la práctica habitual de funcionamiento por comités, por
equipos para todo. Equipo de exteriores, de economía, de discursos, de
comunicación, etc. etc. equipos cuyos miembros son públicamente conocidos
y tienen tras ellos a su vez otros equipos de segundo nivel que les facilitan
su trabajo de preparación, búsqueda y selección y acumulación de esfuerzos.

¿Reconquistar Madrid? Realidad local y autonómica

En la Comunidad de Madrid, capital y pueblos, resulta difícil encontrar


militantes de izquierdas explicando acciones de sus partidos en los barrios y
calles, comercios y bares, asociaciones o trabajos, lugares en los que uno se
tropieza permanentemente con agitadores derechistas envalentonados
desde hace años. Los militantes de izquierdas no participan, ‘para qué’,
votantes que se apartan, ‘para el caso que nos hacen’.

En Madrid, las ondas e imágenes están dominadas por la potencia de las TDT
regaladas a la derechona y las radios ultras, se unen la prensa de pago mas
los periódicos gratuitos y todo tipo de revistas locales y sectoriales,
también gratuitas (semifinanciadas por anuncios o aportaciones interesadas
privadas o públicas) plagados de escritores franquistas y populistas, que
junto a la militancia del PP, los nacionalcatólicos y sus nuevas versiones de
guerrilleros, unido todo a su masiva presencia en internet, han convertido lo
público en un ágora dominado ostentosamente por ellos.

En la red las páginas oficiales de los partidos o sindicatos de izquierda, en


general pesadas, poco variadas y excesivamente individualistas, son hoy
poco efectivas para la labor de sumar y relacionar, porque
fundamentalmente fueron concebidas para otra finalidad. Importante es la
poca atención prestada por los partidos y sindicatos a la red de blogs

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independientes, no se percibe atención a nuclear ni siquiera a estar o
difundir ese entorno, parecería como si los militantes solo pudieran entrar
en sus grupos predeterminados y cocerse en su propia salsa.

Las críticas a la derecha salen por muchos blogs, pero no existen las
correspondientes a la defensa de políticas en positivo, al igual que en la calle
su papel es como el de casi toda la izquierda estar a la contra en todo, a
derecha e izquierda, por lo que se echa en falta la implicación en contar
proyectos, en aclarar y defender las políticas de tu Ayuntamiento o
Gobierno, o de los partidos rojos. Casi nadie en las distancias cortas se
considera comprometido, (incluso algunos tienen miedo) y pocos se sienten
con fuerzas para defender algo en lo que no les han dejado participar.

Así los actos públicos anunciados con siglas de partido si veo a un individuo
solo, proponiendo y lanzando un mensaje colectivo, la primera pregunta que
me hago es ¿cómo va a conseguirlo?, por muy bonito que sea lo que dice,
buscaré los colaboradores y si no los veo, desconfiaré. Necesitamos ver un
grupo, un equipo, que trabajará y movilizará colectivos, es preciso conocer
que las decisiones a tomar serán discutidas por personas, que existen, y soy
yo, el posible votante quien necesita conocer que los que discutirán las
decisiones están preparados.

Soy yo, el ciudadano no militante, quien quiere ver las caras y comprobar su
capacidad de empatía, miradas, gestos, palabras, saber cómo hablan y qué
discurso tienen, si son fuertes para responder a preguntas y críticas, ello
permitirá deducir su fortaleza ante los problemas que encontrarán. Si en un
acto de precampaña no aparecen colaboradores, entonces ¿cuándo
aparecerán? Otro aspecto de mejora colateral de grupos respecto a
individuo, es el que se refiere a no ofrecer un único blanco a los ‘dardos’ de
los adversarios y enemigos, diversidad de colaboradores públicos implica
diminución de impactos, menor desgaste para el líder y diversidad en las
respuestas, menor soledad.

No podemos despreciar otras mejoras colaterales en actos públicos. Un solo


individuo en tribuna, supone mayor pesadez en las charlas, mayor
aburrimiento para el auditorio. Un equipo, mas voces, mayor musicalidad,
ayuda para ablandar las reuniones que mejoran la imagen de mayor
participación y dinamismo y sugieren a los asistentes que tendrán mejores
posibilidades de comunicarse con personas diferentes, por consiguiente
pueden entenderlos y atenderlos mejor que uno solo. El mecanismo mental
de diversidad funcionará, (por sexo, edad, sector, segmento…),

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aprovecharemos mejor la oportunidad, si una persona conecta mal con un
individuo, otras podrán caer mejor, por similitud de edad o sexo, o... Como
es lógico estas mejoras se producirán también en la red aplicando similares
criterios, varios blogs en general realizarán mejor función de relación y
diversificación que uno solo.

Si tienes dudas sobre si lo estás haciendo bien o mal en este terreno de la


comunicación, unas preguntas en cada acto al que asistas, te lo pueden
aclarar, sea un acto individual o colectivo. Comenzando por la más
importante ¿Has sumado en este acto a alguien al proyecto común, a
cualquier nivel?

Has conseguido hablar con otra gente diferente a los militantes que te
rodean? Has logrado crear dudas en los adversarios? y resolver las dudas
de los indecisos? O solo has convencido a los que ya lo estaban. Has creado
ilusión vinculada a las acciones anunciadas? Y encajar los discursos en otra
visión global de mayor justicia, libertad e igualdad? Has logrado encargar
una tarea a las nuevas incorporaciones o concertar una entrevista, o
vincularles de alguna manera no necesariamente ‘afiliativa’?

Todo aquello que tapone, que no favorezca la incorporación de gente a la


actividad pública será un error, porque alejará a la ciudadanía de esos
grupos políticos y sindicales de izquierda y llevará a la abstención pasiva.
Incluso es preferible realizar menos cosas con más gente que lo contrario, a
largo plazo tendrá una presencia superior la democracia en nuestras vidas.

La desafección que ha provocado la crisis puede dejar lastrada por muchos


años esta sociedad egoísta e individualista, por favor, al menos los partidos
de izquierda sean colectivos, muestren equipos, dejen participar, sumen
voluntades, no levanten paredes, abran puertas y ventanas y recuerden que
en la política en general y con mayor importancia en la local; a más cosas
hechas mas adversarios sumados y menos votos. La ideología pesa en lo local
tanto como en lo general, menos cosas realizadas con mayores apoyos
ciudadanos será mejor que lo contrario.

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El mensaje perdido,

La batalla de la comunicación percibo que se ha perdido en varias


direcciones, una respecto a las relaciones verticales y horizontales
generadas por el propio ‘emisor’, los partidos, como trataba de argumentar
en las páginas anteriores.

Pero no solo el emisor tiene responsabilidad en este proceso, también hay


que considerar el mensaje en sí mismo, que ha perdido fuerza respecto al
pasado, ‘el mensaje perdido’. Y lógicamente, además de emisor y mensaje,
está el receptor, otro aspecto de la cuestión, a quien debemos considerar
con los cambios producidos para encontrar el camino del ‘mensaje
necesario’.

Veamos ahora el mensaje perdido. Los clásicos mensajes de la izquierda de


hace 150 años se articulaban en dos grandes direcciones:
a) uno dirigido a la revolución, tendente a cambiar violentamente el modelo
de producción y distribución económica y como consecuencia las relaciones
sociales y
b) otro socialdemócrata, que en ausencia de violencia armada pretendía
mejorar las relaciones sociales y económicas.

El mensaje revolucionario pierde fuerzas a medida que el socialdemócrata


las va ganando. A ello contribuye la lucha global entre capitalismo y
socialismo, pero sin duda las contradicciones internas del modelo llamado
socialista, son las principales causantes del fracaso del mensaje
revolucionario. En otro momento escribí que ‘casi todo lo que nos contaron
del comunismo resultó mentira, mientras que, los mismos, todo lo que nos
contaron del capitalismo, por desgracia, era verdad’, lo cual deja abierta la
necesidad de mejorar la sociedad en la que vivimos causante de grandes
crímenes y miserias contra la humanidad, al margen de que algunas teorías
no fueran útiles.

Por contradicciones internas simplifico el resultado del desastre del


socialismo real en la URSS y los países del Este, en China y el Sudeste
asiático y los fracasos en otros países del mundo, en los que el modelo de
sociedad allí implantado durante años, no instauró para grandes grupos de
población mayor libertad e igualdad, mayor justicia y solidaridad, al tiempo
de mayor respeto por el entorno y medios naturales que los encontrados en
Europa occidental. Contradicciones internas, a las que hay que sumar sin
duda, las atrocidades producidas por todo tipo de represión masiva, campos
de concentración y gulags, y los millones de muertes entre sus gentes.
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Después de la Segunda Guerra mundial, sobre todo y casi únicamente, en
Europa se produce un estilo un modelo de sociedad que dulcifica el
capitalismo y asume muchos de los sueños revolucionarios del comunismo (y
del anarquismo). Las presiones, los miedos y luchas entre ambos modelos que
lucharon juntos como aliados y se constituyen en bloques victoriosos de la
guerra van a permitir, ayudar y empujar la creación a escala europea de un
modelo de Estado de Bienestar, de sociedad socialdemócrata. Dichas
presiones para su creación no se producen solamente por la lucha externa
entre bloques entendidos como países, no podemos olvidar al menos dos
aspectos influyentes:

a) Recién terminada la guerra en muchas partes de Europa hay sectores de


pueblos armados y/o existen fuertes organizaciones comunistas con amplia
implantación social, por lo que la presión para mejorar condiciones de vida y
trabajo empiezan desde dentro de cada país en reconstrucción.

b) El mensaje difundido profusa y machaconamente durante toda la


contienda atacaba las dictaduras, nazi, fascista e imperial, atacaba al
capitalismo salvaje de medio mundo, ensalzando la democracia de los
pueblos, a los trabajadores y campesinos, a las mujeres y la burguesía
democrática aliada.

El asunto para simplificar es que tantos vectores en lucha producen como


resultado un espacio de libertades y derechos nunca probado
históricamente con tanta profundidad ni amplitud, durante varias décadas y
para decenas de millones de personas en Europa, y que se constituyó en un
modelo de sociedad para quienes no disfrutaban de él en el resto del mundo.
Dicho modelo de sociedad es el llamado Estado de Bienestar, liderado con
grandes dosis ideológicas de, socialdemocracia y democracia burguesa, cada
una de ellas contenedora y/o cercana a otras variadas ideologías existentes
de menor fuerza representativa.

Conviene recordar que en el caso de España este aspecto de creación de un


Estado de Bienestar comienza mucho mas tarde, en la Transición, 30 años
después de la Segunda Guerra Mundial, porque el franquismo que aquí
gobernaba pertenecía política, económica, militar e ideológicamente, al
bloque nazi, fascista e imperial, que perdió la guerra mundial contra las
democracias occidentales, pero en España perdió la democracia y ganó la
dictadura.

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Hay muchas cuestiones a plantear en torno a este asunto, referido aquí, en
España y ahora. Podemos empezar por éstas afirmaciones formuladas como
preguntas, que tomo prestadas de un colega por su carga polémica (gracias):
¿El mensaje de la izquierda ha dejado de ser creíble?
¿No se diferencia del mensaje de la derecha?
¿La izquierda no tiene mensaje porque no tiene nada que ofrecer?
¿La izquierda se ha hecho socialdemócrata?
¿La izquierda se diferencia poco de la democracia cristiana?
¿La única salvación pasa por los movimientos sociales, por ejemplo
ecologistas?

Se suponen referidas al PSOE porque pierde votos, pero extensibles a IU u


otras formaciones de izquierdas. Quiere ello decir que ¿todo el mensaje de
izquierdas ha dejado de ser creíble? El problema afecta a todas las
izquierdas.

No comparto la idea de que haya dejado de ser creíble el mensaje de


izquierdas, porque para empezar habría que definirlo, concretarlo, emitirlo
y difundirlo. Solo después de ello podríamos determinar qué partes no son
creíbles. Mi opinión va por la idea de que no ha existido tal mensaje desde
hace tiempo, (mas tarde veremos algunos ejemplos de lo que mantengo),
creo que hemos vivido instalados en una postura ‘acomodaticia’ por haber
logrado una posición supuestamente inalterable, posición que comportaba
increíbles mejoras respecto a otras épocas y lugares del mundo y que fue
apreciada mayoritariamente por generaciones de españoles que vivieron el
pasado. Al mismo tiempo, esa posición, fue levemente defendida
colectivamente y poco apreciada de forma mayoritaria por generaciones
nuevas que daban por hecho inmutable y universal el punto de partida que
aquí tenía el Estado de Bienestar.

Es cierto que en demasiadas ocasiones, el mensaje se hace coincidente con


el de otras opciones políticas de la derecha, pero entonces ¿por qué no
recoge votos de esa zona o del centro, por qué no suma y sí resta?
¿Creemos que existen amplias mayorías de izquierdas que quieren mensajes
revolucionarios? Yo no lo creo, pero hay opiniones que parecen indicarlo así.
Aquí un paréntesis. En muchas ocasiones damos excesiva importancia a
opiniones y tendencias que vemos escritas, porque son adecuadas para
trabajar con ellas, pero deberíamos acostumbrarnos a no asimilar la
importancia de lo publicado con su incidencia y representatividad social. En
las votaciones no se refleja esa pretendida acogida del mensaje
revolucionario.

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¿Por qué ha dejado de ser creíble? es una buena pregunta a la que todos
deberíamos responder. Supuesto que fuera verdad que el mensaje de la
izquierda ha dejado de ser creíble, desde cuándo y por qué, se supone que lo
sería por algo: por viejo y anticuado, porque no se dirige a su base social,
porque dice pero no hace…

Mientras tanto el mensaje de la derecha no ha dejado de ser creíble, no se


desgasta en la misma medida y podríamos decir que viene siendo utilizado
desde la misma época, incluso aunque alguna de sus partes tiene la misma
antigüedad, hay otros aspectos del mensaje de la derecha española que son
los más viejos del mundo, procedentes de la religión católica, anclados en el
egoísmo humano, el mito de la superioridad del hombre sobre la mujer, como
recoge la Biblia en múltiples versículos e historias, aspectos del franquismo,
etc. todos ellos con sobrada vejez respecto a las ideas socialdemócratas.

La base social de la derecha, o su cuerpo electoral es prácticamente el


mismo en todo momento y lugar, nuevas generaciones se incorporan
cubriendo el lugar dejado vacío por las viejas, lo cual implica que no
disminuye su público. Siguen creyendo que el mensaje del PP en este caso
representa bastante fielmente sus valores y concepción del mundo, como
asimismo sus intereses concretos. Pero de mayor importancia aún para
responder a la pregunta, es que tampoco suma, se mantiene, pero no
aumenta. Si este mensaje se hubiera constituido más creíble, moderno, y
captador, etc. aumentaría el colectivo de votantes y no lo hace en España.
Sus mayorías conseguidas en resultados o reflejadas en encuestas lo son
por disminución de votos a la izquierda, no por sumas de apoyos sociales al
mensaje de la derecha.

Lo anterior vale también como argumento para demostrar que no parecen


ser dos mensajes parecidos que tiendan a identificarse, izquierda y
derecha, puesto que si así fuera se produciría permeabilidad de uno a otro
fácilmente y no parece que esto sea así, y menos aún que se identifique
socialdemocracia con democracia cristiana, una parte pequeña de la derecha
hoy dentro del PP en su entorno más derechista, (Mayor Oreja). La igualdad
del mensaje se utiliza mas como argumento crítico en la izquierda que en la
derecha, cuyos votantes tienen meridianamente claro que el mensaje que les
representa no está en el PSOE, ni mucho menos, más allá.

La izquierda española se hizo socialdemócrata en la Transición, como


indicaba en páginas anteriores, con retraso respecto a la izquierda europea,

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y como tal socialdemocracia comenzó a construir el Estado de Bienestar en
España desde los años 80, lo cual entre otras cosas fue seguido y apoyado
mayoritariamente por el pueblo español. Pero son los colectivos de
izquierdas quienes no están a gusto con el mensaje de izquierdas, somos
nosotros quienes ganamos y perdemos con nuestro voto y nuestra
abstención, no son ellos quienes ganan por abrumadoras mayorías, son las
izquierdas españolas quienes no se encuentran cómodas con el papel de
socialdemócratas.

Ejemplos de mensaje perdidos hay demasiados, es mucho tiempo sin realizar


un trabajo de similar magnitud al desarrollado por la derecha desde hace
años, para entenderlo voy a recoger una pequeña muestra de los mismos, sin
orden ni concierto, solo para demostrar que en ningún caso se realiza una
labor de preparación y explicación, de agitación y propaganda, (como hace la
derechona) de difusión a diferentes niveles de compromiso y de
comprensión, de encajar acciones concretas en modelos de vida, de hilar
hechos aislados en un discurso global, en todos los casos pensaron que
estaba todo muy claro y no era necesario explicarlo.

Si tienen dudas, por favor den un paseo por la red, páginas progres,
rojiverdes, revolucionarias, alter, izquierdistas y comprueben sus mensajes
machaconamente críticos y reiterativos en su anti, (capitalismo, PP, Aguirre,
derecha, Iglesia, fachas…) solo para los ya convencidos. Si los lectores
están en la onda de lo malos que son, para qué leerlos más allá de varios días,
(salvo los que sean igual y quieran agruparse) y si los lectores no están en la
onda saldrán huyendo por su vacío y aburrimiento. La pregunta a formular
será a cuantos individuos sumarán o convencerán.

Mientras tanto desde la derecha, se realizaban campañas, se orientaban y


dirigían mensajes cuyas piezas sueltas componían tenían un claro sentido
global, componiendo un puzle que resaltaba un estilo de vida y tapaba otros.
La prensa diaria, radios y las TDT, desde hace años, se curran intensamente
el mensaje un día y otro, a todas horas, por diferentes tertulianos, con
teorías de fondo, con ejemplos de perjuicios y beneficios, etc. etc. lo cual
nutría de argumentarios a los de segundo nivel como los gratuitos y
boletines, las webs, blogs y redes sociales, y los agitadores callejeros,
consiguiendo todos juntos una potencia de difusión extraordinariamente
mayor que la de las izquierdas.

Veamos algunos ejemplos, pero antes un matiz aclaratorio para lectores no


habituales. Mis posiciones políticas defienden más Estado, más política y

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más Europa. Mayor defensa de lo público, menor peso de los poderes
económicos ejercitando mayores controles desde lo político y mayor
integración y cohesión en Europa.

Huelga de metro de Madrid. De repente una huelga que se supone debe


presionar a la patronal y perjudica a cientos de miles de ciudadanos que se
encuentran inmovilizados para llegar al trabajo. Se da por hecho que la
ciudadanía tenía que comprender y apoyar.

Liberados sindicales. Nadie explicaba por qué son necesarios, para qué,
como surgen, que hacen, que pasaría sin ellos y que mejora o empeora para el
resto de trabajadores su existencia. Al final se opusieron tímidamente en
Madrid y acaban de llegar a acuerdos. Sería posible explicar tanta distancia
entre 2 meses.

La crisis económica. Este es un paradigma de actuaciones erróneas,


mensajes perdidos y otros erróneos, etc. este es un paradigma del fracaso
de las izquierdas españolas. Sería importante preguntar por qué hubo tanto
silencio en los años iniciales de la burbuja inmobiliaria, por qué tan poca
permeabilidad de partidos y sindicatos a los teóricos, intelectuales,
analistas, economistas, etc.

Por qué no hubo propuestas cuando era tiempo de hacerlas antes de la


debacle de la deuda, cuando la realidad soportada era terrible y
poderosamente más fuerte que la realidad soñada. La inanición llevó al
fracaso, queríamos todo y no salvamos nada, la responsabilidad es social,
colectiva, pero desde luego no se salva ninguna organización. Demasiados
pensaban (y muchos aún piensan), que de ésta podríamos salir casi como
entramos, sin reformas profundas de todo el entramado económico y social
y por ello hay pocas explicaciones pocos discursos sobre lo que ha pasado,
dónde estamos y cómo es posible salir. Casi todos se limitan a decir que
queremos esto que tenemos y aquello otro, ‘todos queremos más’, mientras
los muros se agrietan y caen. Y pueden caer más y más, y seguiremos
pidiendo todo, como niños. Metemos la cabeza bajo la manta y pensamos que
la realidad no existe, Asia no existe, el resto del mundo ha desaparecido.

No criticar al comienzo, invalidó las críticas posteriores a las


responsabilidades de los gobiernos del PP, quedarse en las muletillas de la
crisis internacional, tapó los ojos a la crisis nacional y quedarse en la
fraseología teórica anticapitalista evitó explicar en concreto lo que ocurría
y por qué y cómo aquello afectaba a nuestras vidas. Reducirlo a citas de

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Marx y Lenin, aún era más trágico y solo servía para llorar al recordar
aquello del análisis concreto de la realidad concreta.

Peor resulta observar los medios de prensa ligados a la izquierda,


negándose al debate, criticando entrar a discutir problemas. He visto varias
portadas de ‘Público’ en esa dirección, sirva como modelos las referentes a
la crítica del sistema financiero y al Estado Autonómico, que al ser asuntos
abordadas por el PP, la portada proclamaba cuidado al hablar.

China, India, y los demás. Que poquito se ha escrito sobre lo ocurrido en


nuestras vidas mientras un tercio del planeta se ha incorporado a la
dinámica del mercado, es imposible pretender que no nos afectará
decisivamente.

Lo público, por qué lo defendemos. Las críticas son a las privatizaciones,


pocas veces demostrando que lo público sea mejor, por eficiente o más
justo, en positivo

La socialdemocracia, todos hablamos de ella, en general con mala prensa,


pocos desarrollan sus diferencias con otros modelos, pocos los encajan en
proyectos globales. Mala prensa tiene entre los jóvenes, que dan por
sentado que este mundo que tenemos nos viene dado al planeta entero
cuando nacemos.

Los sindicatos ¿son necesarios? ¿Y los partidos? ¿Los políticos son


necesarios?, el supuesto apoliticismo que se extiende como un incendio
conduce al populismo antesala del fascismo.

¿Qué es la democracia? Las normas benefician a los débiles, su ausencia


beneficia a los poderosos y tenemos que seguir escuchando a jóvenes y
supuestos izquierdistas la defensa del anarco-liberalismo.

¿Cuales son los problemas del Estado Autonómico? Porque tendrá


problemas digo yo, incluso en su base misma o que formas de estado existen.

¿Qué sucede con la energía, cuanta necesitamos, como producirla, con qué
costes y posibilidades? Que modelos de sociedad queremos, con cuanto
consumo, pero si no tenemos energía como lo hacemos. Los tópicos,
consignas derechistas, se extienden como la espuma, ‘compramos energía
nuclear a Francia’. Se mueven alrededor de medias verdades, parece que no
tenemos capacidad de producción y necesitamos comprar, no que haya unas

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conexiones (que deberían ampliarse muchísimo) que permiten compravender
cuando hay excesos a un lado u otro. En general somos vendedores,
pequeños, pero vendedores, pero da igual, el debate de fondo es la nuclear
en España y ellos hacen su campaña, compramos al otro lado de la frontera
cuando deberíamos tenerla aquí, dicen. Al margen quedaría el debate, como
el del resto de temas, los debates se meten en cajones y cierran con llave,
lo que se mueve por la superficie son las consignas y mensajes derechistas.

Gurtell, todos entramos al trapo del sobreentendido, financiación ilegal,


trapicheos, desvío de fondos públicos, y un largo etc. de corrupción, pero en
la calle estoy harto de escuchar que se trata de 2 trajes que reglaron a
Camps. Nos movemos solamente en nuestro ambiente y tenemos lenguajes
comunes para casi todo, pero fuera de nosotros la gente piensa otras cosas.
¿Por qué no afecta la corrupción a los votantes peperos? una razón podría
ser porque no se entiende como corrupción, por descontado otra puede ser
porque los nuestros pueden hacer lo que quieran.

La lista es larguísima, aquí solo unos ejemplos manejados libremente por las
derechas y obviados por las izquierdas.

Velocidad máxima. Energía, otro mensaje perdido

La realidad me brinda otra oportunidad de comprobar la diferente rapidez y


concepción de utilizar mensajes políticos a derecha e izquierda. Reducir la
velocidad máxima de circulación, puede ser una medida de ahorro
energético, o tener poca influencia en ello, dará lo mismo, para la derecha el
mensaje está lanzado y en marcha desde el primer minuto. Igual da, que sea
verdad o mentira, ellos no necesitan estudiar sus efectos, solo es otro
mensaje con el que poder atacar al Gobierno y a la izquierda. La retahíla de
chistes de cortes de luz a las 12, o apagar la tele a las 10 correrá como la
pólvora, (precisamente ellos saben muy bien lo que sucedía durante el
franquismo con los cortes de energía).

Este es un nuevo ejemplo de cómo abordan mensajes los nuevos anarco-


liberales, estilo Aznar, Sánchez Dragó, Jiménez Losantos, C. Vidal, etc. etc.
y los ultramedios. Se mete en coctelera unas dosis de ‘defensa de
libertades’ ya que todo individuo pretende hacer lo que le dé la real gana y
mira con malos ojos a quien se lo impide, se agitan supuestas ironías y
sarcasmos que ridiculicen y empequeñezcan a gobiernos de izquierdas,
procurando que los infantilicen por indocumentados y tenemos una pequeña
acción política convertida en una más pero del conjunto global de inutilidad
de las izquierdas.

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Su desparpajo y cara dura no tiene límites, resulta que un ex presidente del
Gobierno de la Nación, ex presidente del PP, partido que gobernó y lo hace
en miles de ayuntamientos y la mitad de las CCAA de España, y que por
tanto ponen reglas, normas y leyes que limitan las libertades individuales de
millones de españoles respecto a multitud de acciones de la vida cotidiana,
sean horarios, impuestos, circulación, características de locales, o pisos,
educativas o de condiciones laborales, alimentarias, higiénicas y sanitarias, y
un larguísimo etc., resulta que éste y otros tipos, se quejan cuando otro
gobierno hace lo mismo que ellos. Y la gente se queda tan pancha sin querer
percatarse de la diferente vara de medir.

Mientras tanto, ¿en la acera de las izquierdas que ha ocurrido en torno a


este mensaje?

a) Una medida de reducción de velocidad para ahorrar combustible está


aceptada por todos los especialistas en tráfico y energía del planeta,
contribuyendo a mejorar la contaminación del aire. Y a reducir accidentes.

b) La reducción de velocidad, en unos u otros casos, está puesta en práctica


en la mayoría de estados mundiales, sean europeos, occidentales o del resto
del planetas. La discusión podrá establecerse en torno a qué cifra máxima
utilizar, si 110, 120 o 130, pero muy poquitos estados del mundo funcionan
sin límites de velocidad.

c) Podría discutirse la eficacia en cuanto a la cantidad de ahorro, pero qué


duda cabe que la rentabilidad económica a obtener por costo de la operación
puede resultar interesante.

d) Por descontado todos aceptamos que existen otras medidas de ahorro


energético de mayor empuje que tendrán que ponerse en marcha, ‘hace
varios años atrás’. Somos un país derrochón, nuevos ricos en todo nuestro
comportamiento y energéticamente hablando vamos sobrados.

e) Nuestra dependencia energética es tradicionalmente enorme, no tenemos


capacidad para comprar petróleo y la crisis nos ha puesto contra la pared a
toda Europa y a nosotros en particular en temas energéticos. Pero la
proverbial chulería de la derechona española parece no ver problemas
energéticos.

f) Apuesto doble contra sencillo a que los problemas del mensaje ecologista

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son muy similares a los de las izquierdas, ‘dos cabalgan juntos’, y no me
refiero a que las opciones y alternativas sean parecidas, que si en este caso,
la energía, no se diferencian, pues ya me dirán, me refiero a su eficacia en
cuanto a llegar a la población. Me refiero a que el derroche energético en el
que estamos instalados es problema colectivo porque la sociedad en su
conjunto acepta y difunde estos patrones de consumo, evidentemente
alejados de nuestras posibilidades y no solo económicas.

g) Patrones de consumo y derroche en producción de mercancías y servicios


y en transportes que es de lo que ahora hablamos, en el excesivo transporte
de mercancías por carretera y poquísimo por ferrocarril y agua, derroche
en la venta masiva de coches gigantes todoterrenos que plagan nuestras
ciudades con su inmenso consumo y poca fiscalidad, derroche en cuanto lo
fomentamos con nuestro urbanismo de locos de extrarradios residenciales,
derroche en cuanto a precios no reales de producción energética y de
utilización masiva de petróleo.

h) Sin necesidad de los conflictos en el norte de África que probablemente


creará dificultades energéticas en suministro y precio, como es posible que
el mensaje de izquierdas para este problema quede (además del cambio de
bombillas) en una medida de reducción de velocidad de 120 a 110 sin
explicaciones anteriores y posteriores que sitúen el problema en su
contexto, que pudieran entroncar la medida precisamente en un acierto de
previsión en vez de en un error infantil.

Manuhermon, Febrero 2.011. Desde ‘Arian seis’

OTROS ESCRITOS CON REFERENCIAS AL MISMO TEMA:


Funcionamiento interno y cuestión organizativa. 6 de septiembre de 2010
La pelea por Madrid (PSOE). 25 de agosto de 2010
Las primarias en Madrid

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