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Todas las partículas que hemos descrito en esta serie hasta hoy son
consecuencias inevitables de esta teoría, de ahí que se diga que son
partículas “del Modelo Estándar”, y que estemos tan satisfechos con el
modelo. Fíjate además en que hemos hablado del fotón, los bosones W y
Z y los gluones, de modo que el Modelo Estándar predice la existencia y
propiedades de las interacciones fundamentales correspondientes – la
eléctromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Es decir, es un
modelo muy completo y que describe muy bien el Universo que vemos.
Por supuesto, nadie supuso que la “forma simple” del Modelo fuera la
correcta. Es evidente que hay muchas partículas que sí tienen masa, y
que nunca se mueven a la velocidad de la luz. De hecho, sólo algunas no
tienen masa, y son justo ésas las que sí se mueven siempre a la
velocidad de la luz. La pregunta inmediata que se hicieron los científicos,
naturalmente, fue ¿por qué? Si la versión simple del modelo no
funcionaba, es que faltaba algo más: una extensión al modelo, algún tipo
de mecanismo por el que pudiera deducirse la existencia de la masa.
La respuesta a este problema fue dada por varios físicos casi al mismo
tiempo, en varios equipos y de manera independiente, en 1964. Entre
ellos se encuentran Robert Brout, Francois Englert, Gerald Guralnik, C.
R. Hagen, Tom Kibble y Peter Higgs. Sin embargo, en 1971 Gerardus ‘t
Hooft denominó al proceso por el que se deduce la existencia de la
masa mecanismo de Higgs, y así seguimos llamándolo. No olvidemos,
por otro lado, que hubo muchos otros físicos involucrados en el proceso y
no es justo olvidarlos, aunque Higgs fuera un paso más allá que los
demás (en breve veremos cómo) y por eso su nombre sea el que ha
perdurado.
Peter Higgs.
Finalmente, una partícula con mucha masa tiene una onda que oscila en
una dirección casi perpendicular a la de las hojas de hierba: al moverse
por el espacio, debe apartar casi todas las hojas de la hierba, de modo
que (vista “desde fuera”) es una partícula con mucha masa. Lo crucial del
asunto es que la “masa” de todas las partículas conocidas es el
nombre que damos a la intensidad de su interacción con el campo
de Higgs. El propio concepto de “masa” es una forma de referirnos a
algo más profundo y fundamental: la interacción mayor o menor de cada
partícula con el campo de Higgs.