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Hola Luis, tengo unas pocas preguntas, el espacio es acotado, sobre tu excelente

texto dramático:

1. Cómo desde la noticia del descuartizamiento de Hans Pozo llegas a elaborar un


texto, cómo procesaste ese hecho criminal, por qué pensaste que podía tener
interés teatral? Qué estaría señalando para ti ese crimen?

La intención surge de un deseo de la compañía Teatro La Nacional, de Isidora en


particular. Luego me traspasan el deseo y me hago cargo de la dramaturgia. El
crimen se configuraba como un hecho estético notable. Era en si mismo una puesta
en escena, pues recontextualizaba lo que comúnmente consumimos como crónica
roja y se reelaboraba hasta convertirse en una saga con ribetes brechtianos, dónde
la prensa desarrollaba un seguimiento en conjunto con la opinión pública y así se
iba reconstruyendo la historia. Y el fenómeno era así de potente por la radicalidad
política de acto mismo como de su protagonista fundamental: Hans Pozo es el
paradigma de la marginalidad tercermundista. No sólo era huacho, sino además
pastabasero, prostituto, delincuente y padre soltero. A todos eso poderosos
componentes se le agregaba un hecho paradójico según para nuestro imaginario: el
chiquillo era rubio y de tez clara. Ni siquiera ese determinante genético pudo
salvarlo de su tragedia social. La tesis que manejamos es el de la imposibilidad de
la resiliencia para la clase entera. Podrán algunos, jamás todos, porque su
existencia marginal está entendida como requisito sine quanon para la existencia de
la otra clase privilegiada. Entonces, HP venía con un oráculo de tragedia inevitable.
Un oráculo de clase. Y HP es una especie de abanderado de dicha clase. Por algún
motivo su estampa y su tragedia permitieron que la sociedad integrada se
interesase de distintos modos en su sociología. Desde el periodismo hasta las artes.
Y un fenómeno transversal es por definición un fenómeno político. Siempre me he
preguntado que hubiese ocurrido si HP hubiese sido un mocoso moreno, de
facciones indias, de estampa chola.

2. Me parece que hay un uso de Hans Pozo como metáfora de otras cosas, de la
pobreza, la marginación , el abandono, la orfandad, la sociedad de libre mercado
donde todo se compra y vende. Hay muchos HP en la sociedad. Cómo trabajaste
todos los sentidos/niveles de la obra?

Uno de los objetos como compañía es desarrollar voces autorales. Y una autoría
debe ser sincera. Entonces debíamos abordar HP desde nuestra sinceridad en sus
distintos niveles. Y uno de nuestros rasgos característicos es ser miembros de la
pequeña burguesía, aunque a algunos les signifique culpas y contradicciones.
Entonces, pretender elaborar un discurso sobre marginalidad “desde” la
marginalidad nos parecía un ejercicio inútil, además de arrogante. Como
consecuencia, decidimos abordar el problema de la marginalidad y sus asociaciones
como una otredad. No somos marginales, pero tenemos absoluta conciencia de que
somos, de alguna manera, responsables de la existencia y generación de
marginalidad al ser parte de un sistema y avalarlo aunque sea por omisión. Existe
también conciencia que dicha marginalidad percibe la vereda contraria como
enemigos, nos percibe a nosotros como enemigos. Es una percepción
absolutamente lógica. Por lo mismo desarrolla mecánicas bastante inconcientes de
resistencia en esta lucha de clases en donde ellos son los más perjudicados, los
vencidos hasta ahora. Surge entonces la violencia y sus derivados: la delincuencia,
la fricción social. Son sus mecanismos de defensa y subsistencia. Son, sin duda,
violentos, pero de cualquier forma menos violentos que los que reciben a diario y
los perpetúan en su condición de marginados. Entonces hablamos que HP Hans
Pozo se producen en serie, lo mismo que HP Hewlett Packard. Son un subproducto
del sistema. Los desechos biológicos de las materias primas explotadas. Los HP son
la mano de obra no utilizada. Lo son sus padres, sus hermanos, pero ellos, por una
cuestión aritmética de economía de mercado, no alcanzan a ser absorbidos como
mano de obra. Entonces quedan al margen.

3. la repetición es un recurso que se usa en varias escenas que le van dando fuerza
al montaje (el olor a pobre es....), qué buscabas en ese ensamblamiento de voces

Se intentó facturar a partir de la lógica de lo criticado. Si nuestro objeto de crítica


era el mercado, debíamos decir desde el mercado. Y el mercado es caótico. Basta
fijarse en la concepción pura del mercado. Vaya al Mercado Central. Y oirá cientos
de voces. A veces en pugna, a veces en coro. Ese es el discurso del Mercado,
equívocamente achacado a la postmodernidad. La postmodernidad es solo una
consecuencia de los acoples del mercado. Vivimos en la sociedad del capitalismo
tardío, no en la era de la información, como quieren algunos hacer creer. Si el
conocimiento se masificó y de alguna manera hasta se democratizó, es y fue
consecuencia de la apertura del mercado. Vea Internet, es el mejor ejemplo. Nace
como tecnología militar, luego se la apropia el Mercado para acelerar el flujo y
tránsito de mercancías y como consecuencia de eso, la información se libera.
En términos estrictos, la estética del mercado de las comunicaciones encuentra su
paradigma en el video clip. Y el arte del siglo XXI es la publicidad, que apela a la
voz aislada para entender el todo. Ya no cuenta historias, solo las sugiere. En el
caso de HP la historia era conocida por todos. No era necesario volver a contarla
desde una concepción aristotélica, sino penetrar en la intrahistoria. Optamos por la
óptica del testigo, incluso del personaje abordándose como su propio testigo. Y eso
se traducía en una textualidad donde el objeto central aparece chorreado por lo
accesorio, pues lo accesorio constituye la quintaesencia de nuestra época. En el
caso específico de “Olor a Pobre”, es una voz que dice desde nuestra burguesía, y
es un intento por recordarnos que hasta hace no muy poco éramos pobres de una
manera que queremos olvidar. Somos hijos de los que se creen nuevos ricos.

4. Cómo fue el proceso de escritura del texto, mucha investigación? creación


colectiva?

En un principio se recoge todo la información existente en la prensa. Se coteja con


material más específico proveniente de las ciencias sociales, y se somete el objeto a
análisis a través de distintas teorías de dicho material. Luego se aventuran algunas
síntesis y se da forma al texto escrito. Posteriormente el texto toma forma final en
los procesos de ensayo, pues estos ensayos iluminaron claramente las zonas
políticas y emocionales que el texto ignoró en su primera etapa. La metodología es
simple y estuvo siempre planificada de esa forma, pues existe la conciencia que lo
que distingue a una dramaturgia de un simple buen texto, es la coherencia teatral
que solo da el escenario. El Word carece de eso.

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