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Ciencia Ahora, nº 24, año 12, julio a diciembre 2009

LOS PROBIÓTICOS Y SU UTILIDAD TERAPÉUTICA


Sigrid Mennickent1, Karina Green2

1
Facultad de Farmacia, Casilla 237, Universidad de Concepción, Concepción, Chile. FAX: 41-2207086.e-mail:
smennick@udec.cl; 2 Interna Medicina Universidad de Concepción.

Historia

La utilidad de los probióticos se remonta a miles de años. Es así como la transformación de la


leche en queso por medio de la acción de bacterias fue registrada hace 6.000 años atrás en las
tablas Sumerias.

En 1908, Elie Metchnikoff, científico ruso, que recibió el Premio Nóbel en 1908 por sus
estudios en inmunidad celular, descubrió cualidades beneficiosas para la salud en la
fermentación de la leche. El observó que los lactobacilos transformaban la lactosa en ácido
láctico, y que dicha acidez confería un ambiente hostil para las bacterias patógenas.
Metchnikoff se volvió un firme defensor del concepto de que la dieta puede proteger el
organismo humamo de la invasión de patógenos y en consecuencia mejorar y prolongar la
calidad de vida.

Contemporáneo de Metchnikoff, Henry Tissier, un médico pediatra francés, observó que los
niños con diarrea tenían una baja cantidad de bifidobacterias en sus heces. Estas bacterias, por
el contrario, eran abundantes en los niños sanos. Tissier postuló que la administración de
bifidobacterias a pacientes con diarrea podría ayudar a restaurar su flora intestinal.

En 1965, Lilly y Stilwell utilizaron por primera vez el término “probiótico” para representar a
“sustancias secretadas por un organismo y capaces de estimular el crecimiento de otro”. Nueve
años después, Parker describió los probióticos como “organismos y sustancias que contribuyen
al balance microbiano intestinal”. Quince años después, Fuller postuló que los probióticos eran
“suplementos microbianos que influyen beneficiosamente en el huésped animal mejorando su
balance microbiano”. Tiempo después, Salminen definió los probióticos como “alimentos que
contienen bacterias vivas las cuales son beneficiosas para la salud”.

A medida que la investigación en probióticos fue avanzando y confirmando la validez de los


postulados anteriormente descritos, la United Nations Food and Agricultura Organization y la
World Health Organization (Organización mundial de la Salud) (FAO/WHO) en el 2001,
formaron un Comité de Expertos en la materia y se llegó a un consenso en relación a la
definición de probióticos, siendo este “microorganismos vivos los cuales, al ser administrados
en cantidades adecuadas, confieren efectos benéficos en la salud del huésped”.

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Definición

Probiótico es una palabra de origen griego que significa "a favor de la vida”. De acuerdo a la
definición adoptada por la FAO/WHO, mencionada anteriormente, los probióticos son
“microorganismos vivos los cuales, al ser administrados en cantidades adecuadas, confieren
efectos benéficos en la salud del huésped”. Son considerados reguladores biológicos.

El término “probiótico” no debe confundirse con “prebiótico”, que es un compuesto que


estimula la acción de microorganismos comensales, o con el término “simbiótico”, que se
refiere a una asociación de probióticos y prebióticos.

Generalmente, los microorganismos utilizados como probióticos son bacterias comensales que
forman colonias en el tracto gastrointestinal, vaginal y en la boca. Entre ellas están los
Lactobacillus, ciertos cocos gram positivos, las Bifidobacterias, bacillus cereus y Escherichia
coli.Además algunas levaduras, como Saccharomyces cerevisiae y boulardii. La particularidad
de los microorganismos probióticos es que poseen la capacidad de sobrevivir al tránsito por el
tracto gastrointestinal y de colonizar tanto el intestino delgado como el intestino grueso,
favoreciendo el equilibrio del ambiente ecológico bacteriano.Los probióticos pueden
incorporarse a un amplio abanico de productos, tanto en alimentos como en medicamentos y
suplementos dietéticos.

Los alimentos probióticos o alimentos funcionales probióticos, por ende, son aquellos que
contienen microorganismos probióticos en número suficiente para alterar o modificar la flora
intestinal y así ejercer efectos beneficiosos para la salud. Son productos alimenticios que,
además de su valor nutritivo intrínseco, ayudan a mantener el estado de salud general del
organismo y a la vez pueden tener un efecto benéfico adicional, terapéutico o preventivo en el
huésped.

Los requisitos que deben cumplir los alimentos probióticos son:


 Sinergismo entre los cultivos de microorganismos y los iniciadores de la fermentación
(fermentos, cultivos iniciadores), para obtener un producto fermentado con óptimas
características sensoriales.
 Los microorganismos probióticos deben permanecer viables y activos en el alimento y
durante el tránsito gastrointestinal, para garantizar su potencial efecto benéfico en el huésped.
En este aspecto, son importantes el pH derivado del proceso de fermentación, el oxígeno
disuelto (especialmente para las bifidobacterias), el antagonismo entre especies, la
composición química del medio de cultivo, la concentración de azúcares, las prácticas de
inoculación del cultivo probiótico, la temperatura y duración de la fermentación, y las
condiciones de almacenamiento del producto.

TIPOS DE PROBIOTICOS

Probióticos Naturales:

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Se encuentran en lácteos fermentados, como yogurt, leche y quesos, vegetales fermentados,


como aceitunas y chucrut, soya, cereales, carnes y pescados fermentados, y bebidas
alcohólicas artesanales. El problema de los probióticos naturales es que es difícil usarlos en
condiciones terapéuticas y en entornos médicos, porque la mayoría de ellos necesita de
condiciones de almacenamiento a bajas temperaturas y tienen una vida media, en buenas
condiciones, limitada. Sin embargo, la principal limitante para su uso es que la cantidad de
microorganismos que contienen es tan baja que habría que tomar varios litros de yogurt cada
día, por ejemplo, para obtener algún efecto terapéutico. Entonces, estos productos pueden ser
parte de una alimentación sana, pero no tienen eficacia terapéutica.

Probióticos comercializados:

Son los probióticos naturales pero incorporados en algún producto alimenticio, por ejemplo
yogurt en formato comercial, obtenido a partir de diferentes cepas de microorganismos, y
algunas leches maternizadas.

Suplementos alimenticios con probióticos:

Son microorganismos viables, en forma seca, incorporados en gránulos o cápsulas. Su


distribución se rige por criterios de las leyes de alimentos, no de medicamentos

Agentes bioterapéuticos:

Son probióticos con efecto terapéutico comprobado. Se consideran medicamentos. Deben


tener efectos terapéuticos inmediatos, ser resistentes a los antibióticos de uso común, impedir
la adhesión de patógenos, presentar efectos de inmunomodulación, competencia con las
toxinas por los receptores de éstas y competencia por los nutrientes.

UTILIDAD TERAPEUTICA DE LOS PROBIOTICOS

Intolerancia a la lactosa

La intolerancia congénita a la lactosa es causada por una deficiencia en la enzima ß-


galactosidasa, o lactasa, a nivel intestinal, resultando así en la imposibilidad de digerir esta
azúcar. En estos casos la lactosa llega intacta al colon donde es fermentada por las bacterias de
la flora colónica con producción de agua, gas metano e hidrógeno, lo que da lugar a la
sintomatología típica de mala absorción de azúcares: flatulencia, dolor abdominal y diarrea
acuosa. Generalmente las personas que no toleran la leche toleran, sin embargo, el yogurt. Esto
se debe, entre otras causas, a que el yogurt contiene probióticos, principalmente lactobacilos,
los que transforman la lactosa en ácidos orgánicos como el láctico y el acético. Además,
algunos probióticos producen lactasa después de ser ingeridos oralmente y podrían facilitar la

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digestión de lactosa en tramos altos del intestino delgado. Sin embargo, existe controversia en
relación a la real utilidad de los probióticos en el problema de la intolerancia a la lactosa.
REMITIDO

Sindrome de Intestino Irritable

La influencia de la composición de la microflora intestinal en el desarrollo del síndrome de


intestino irritable no está clara. Algunos estudios sugieren que la administración de agentes
probióticos (L. plantarum, L. casei, bacilos coagulans) disminuye los síntomas,
fundamentalmente la flatulencia y el dolor abdominal.

Erradicación del H.Pylori (efecto gastro-protector)

El Helicobacter pylori es una bacteria gram negativa que coloniza la mucosa del estómago
dando lugar a gastritis crónica y úlcera péptica y que está relacionada con el desarrollo de
cáncer gástrico. Generalmente se adquiere en la infancia, siguiendo un modelo de transmisión
fecal-oral, y persiste a lo largo de la vida. La infección por Helicobacter pylori constituye un
problema sanitario de gran envergadura, dado el importante costo para los Servicios de Salud
que acarrea la patología gastroduodenal relacionada con la infección.

Estudios recientes demuestran que el Bacillus subtilis posee actividad antimicrobiana a través
de la secreción de componentes antibióticos. Por otra parte, se ha demostrado que L. reuteri
posee una proteína en su superficie celular que inhibe la unión del Helicobacter pylori a los
receptores de glicolípidos de membrana, lo que da lugar a una competencia por el receptor que
impide la colonización por dicha bacteria.

Los estudios más prometedores se refieren a la acción de L. salivarius, capaz de producir


elevadas cantidades de ácido láctico en el estómago, lo que estimularía la producción de
prostaglandinas endógenas, y estas actuarían como mecanismos de defensa con efecto
protector de la mucosa gástrica.

Enfermedad Inflamatoria Intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal tiene su origen en una regulación defectuosa entre la


inmunidad de la mucosa intestinal y la microflora bacteriana, y ocurre en individuos
genéticamente susceptibles. Por tanto la manipulación de la microflora bacteriana intestinal
podría tener un lugar en el manejo y la estrategia terapéutica de la enfermedad. Se han descrito
múltiples mecanismos de los probióticos para explicar su acción beneficiosa en la enfermedad
inflamatoria intestinal, entre los que se incluyen: producción de antimicrobianos, interacciones
competitivas metabólicas con organismos proinflamatorios e inhibición de la adherencia de
cepas patógenas gracias a los factores de defensa inmune local. En estudios realizados en
modelos animales se ha comprobado que L. salivaris impide la progresión de la colitis
ulcerosa a displasia y a cáncer de colon.

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Se ha comparado la eficacia de cepas no patógenas de E. coli con el uso de mesalazina,


medicamento para tratar la colitis ulcerosa, demostrándose una eficacia similar en el
mantenimiento de la remisión de colitis ulcerosa. Sin embargo, en la enfermedad de Crohn los
resultados de diferentes estudios han sido, en su mayoría, desfavorables.

En el tratamiento de la pouchitis (inflamación de la mucosa del reservorio ileo-anal) se han


obtenido mayores evidencias de la eficacia de los probióticos. En un estudio realizado con
cepas de lactobacilos y bifidobacterias, administradas durante nueve meses a pacientes
voluntarios, se obtuvo una incidencia de recaídas de un 15% en relación a un 100% en el
grupo placebo.

Diarrea asociada a antibióticos

La diarrea es un efecto secundario común al uso de antibióticos y puede ocurrir hasta en el


40% de los niños que reciben antibioterapia de amplio espectro. Los probióticos son una
alternativa razonable para minimizar esta alteración. Tanto en niños como en adultos se ha
demostrado que la administración concomitante de Saccharomyces boulardii reduce la
duración e intensidad de la diarrea. Asimismo amplios estudios realizados con Lactobacillus
GG han demostrado su eficacia, tanto en la disminución de la frecuencia de la diarrea asociada
a la administración de antibióticos, como en la prevención de los efectos secundarios de la
medicación en los pacientes que recibieron tratamiento erradicador frente a Helicobacter
pylori.

Diarrea Aguda en Niños

La diarrea infecciosa constituye la segunda enfermedad infecciosa más frecuente después de


las infecciones respiratorias, y en niños conlleva un importante número de ingresos
hospitalarios. A escala mundial se estima que cada uno de 140 millones de niños nacidos
anualmente experimenta entre 7 y 30 episodios de diarrea en los primeros 5 años de vida y,
aunque ocurre fundamentalmente en países en vías de desarrollo, en los países
industrializados, a pesar de mejores condiciones sanitarias, sigue siendo una de las primeras
causas de morbilidad infantil y de demanda de atención en los servicios de Urgencias. En
nuestro país la principal etiología de la diarrea aguda infantil es vírica aunque los agentes
bacterianos pueden ser los predominantes en determinadas épocas del año y en niños mayores.
No existe un tratamiento específico de la gastroenteritis aguda. En la mayoría de los casos se
trata de un proceso autolimitado y el principal objetivo en el manejo terapéutico es la
corrección de la deshidratación.

Los probióticos pueden ser una alternativa en el manejo de la diarrea aguda infantil,
especialmente en el caso de las gastroenteritis virales, como las ocasionadas por rotavirus.
Estudios controlados han demostrado un efecto beneficioso de estos agentes en la disminución
de la severidad y la duración de la diarrea. Algunas Bifidobacterias y varios Lactobacilos

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(L.casei, L. GG, L. reuteri, L.rhamnosus) han demostrado efecto beneficioso cuando se


administran precozmente al inicio de la enfermedad.
Por otra parte, en gastroenteritis por rotavirus se ha demostrado que la administración de
probióticos disminuye y acorta la excreción del virus y por tanto la transmisión de la
enfermedad, lo que podría suponer una importante repercusión sobre la epidemiología de esta
enfermedad.

Diarrea del Viajero

La diarrea del viajero es una patología que afecta entre un 5% a un 50% de los viajeros,
dependiendo del lugar que visiten. Estudios aleatorios controlados realizados entre 1977 al
2005 han mostrado una eficacia significativa de los probióticos en reducir la duración de la
enfermedad.

Alergias (efecto inmunomodulador)

Los alergenos alimenticios pueden provocar una respuesta pro-inflamatoria en el intestino por
alteración de la función de la barrera intestinal. Se ha postulado que las bacterias probióticas
podrían prevenir esta disfunción intestinal, pero existe además una relación directa entre la
función del tejido linfoide asociado al intestino y la respuesta alérgica. Los probióticos actúan
reduciendo la inflamación intestinal, corrigen el desbalance de linfocitos y estimulan a las
citoquinas supresoras de los eventos proniflamatorios del intestino. Algunos de los
lactobacilos y bifidobacterias usados como probióticos favorecerían la producción de IgA y
reducirían la secreción de IgE.

Infecciones del Tracto Vaginal

Varias especies de lactobacilos han demostrado eficacia clínica en el tratamiento de


infecciones vaginales. Los mecanismos de acción que explicarían esta utilidad se basan en la
capacidad de los lactobacilos de adherirse y colonizar el tracto urogenital, previniendo e
impidiendo el crecimiento de gérmenes patógenos; y en la producción de un ambiente ácido,
que impide el crecimiento de otras especies bacterianas.

Cáncer Colorrectal

Estudios indican que los probióticos serían de utilidad en prevenir el cáncer colorrectal,
mediante la producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales acidifican el medio
ambiente. Un pH bajo se asocia a menor riesgo de cáncer colorrectal. También se ha
observado que las bacterias probióticas reducen el nivel de enzimas pro-carcinogénicas, tales
como ß-glucuronidasa, nitroreductasa y azoreductasa.

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Hipercolesterolemia

El exceso de colesterol en el ser humano es un factor de riesgo en el desarrollo de


ateroesclerosis y otras enfermedades coronarias. Estudios observacionales realizados en la
tribu Massai revelaron niveles de colesterol inferiores al valor promedio normal. Este hecho se
atribuyó al consumo de leches fermentadas, alimento básico de la tribu, siendo una cepa de
lactobacilo la responsable de la fermentación natural de la leche. Estudios posteriores han sido
contradictorios en relación al consumo de lácteos fermentados y su eficacia en la disminución
del colesterol sérico. Sin embargo, se ha comprobado efecto hipocolesterolémico terapéutico y
preventivo de L. reuteri administrado a bajas dosis, sin efectos colaterales, obteniéndose una
reducción de un 20%-30% del colesterol total y de un 22%-35% de los triglicéridos. Al mismo
tiempo, la administración de L. reuteri produjo un aumento de la razón HDL/LDL. Estos
resultados son muy promisorios.

Referencias

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AGRADECIMIENTOS A: Nicole Cisternas B., Cecilia Monsalve G., Macarena Retamal V.,
M.José Rodríguez G., Katherine Véjar C.

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