Está en la página 1de 18

LA ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA, LAS PLACAS TECTONICAS,

TERREMOTOS Y TSUNAMIS

NATALIA ANDREA LÓPEZ DÍAZ

Trabajo de sociales

Hernán Darío Villegas

Docente

I.E COLEGIO LOYOLA PARA LA CIENCIA E INNOVACION

SOCIALES- 9°3

MEDELLÍN

2011
ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

El estudio de los terremotos ha permitido definir


el interior de la Tierra y distinguir tres capas
principales, desde la superficie avanzando en
profundidad, en función de la velocidad de
propagación de las ondas sísmicas. Dichas
capas, apreciables en un corte transversal, son:
corteza, manto y núcleo. También la información
que nos proporcionan los meteoritos puede ser de gran utilidad para conocer la
composición de los materiales del interior de la Tierra.

Los métodos de datación sitúan la edad de algunos meteoritos en unos 4500 millones de
años coincidente con la edad de la tierra. Se cree que la composición de muchos
meteoritos es idéntica a la de algunas capas del interior terrestre. (Foto arriba: cráter en
Arizona por el impacto de un meteorito, tiene aproximadamente 1,5 Km. de diámetro, y se
cree que su masa era de 300.000 ton. y viajaba a una velocidad de 60.000 Km/h.)

La corteza

Con el nombre de corteza se designa la zona de la Tierra sólida


situada en posición más superficial, en contacto directo con la
atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. La corteza terrestre presenta
dos variedades: corteza oceánica y corteza continental.

La corteza oceánica

La corteza oceánica tiene un grosor aproximado de 10 km; no


obstante, esta cifra decrece notablemente en determinados puntos
del planeta, como en el rift valley, en el área central de las dorsales
oceánicas, donde alcanza un valor prácticamente equivalente a O.
En dicha zona, el magma procedente del manto aflora directamente. En la corteza
oceánica se pueden distinguir diversas capas. Los sedimentos que forman la primera
tienen un espesor situado entre 0 y 4 km; la velocidad media de propagación de las ondas
sísmicas alcanza los 2 km/s.

A continuación se localiza una franja de basaltos metamorfoseados que presentan entre


1,5 y 2 km de grosor; la velocidad de las ondas es en este punto de 5 km/s. La tercera
capa de la corteza oceánica, formada por gabros metamorfoseados, mide
aproximadamente 5 km; en ella, la velocidad media queda comprendida entre 6,7 y 7
km/s. Cabe mencionar una última parte, donde se registra la máxima velocidad (8 km/s);
está constituida por rocas ultra básicas cuyo espesor ronda el medio kilómetro.

La corteza continental

Con un espesor medio de 35 km, la corteza continental incrementa notablemente este


valor por debajo de grandes formaciones montañosas, pudiendo alcanzar hasta 60-70 km.
Aparece dividida en dos zonas principales: superior e inferior, diferenciadas por la
superficie de discontinuidad de Conrad. En este plano existe un brusco aumento de la
velocidad de las ondas sísmicas, que, no obstante, no se registra en todos sus puntos.
Consecuentemente, puede afirmarse que no hay una separación nítida entre ambas
capas. La corteza superior presenta una densidad media de 2,7 kg/dm3 y, en el
continente europeo, su espesor medio se sitúa en algo más de 810 km. Los materiales
que la constituyen son rocas sedimentarias dispuestas sobre rocas volcánicas e intrusivas
graníticas. La corteza inferior contiene rocas metaforizadas cuya composición es
intermedia (entre granito y. diorita o gabro); su densidad equivale a 3 kg/dm3.

El manto

En un nivel inmediatamente inferior se sitúa el manto terrestre, que alcanza una


profundidad de 1900 km. La discontinuidad de Mohorovicic, además de marcar la
separación entre la corteza y el manto terrestres, define una alteración en la composición
de las rocas; si en la corteza —especialmente en la franja inferior— eran principalmente
basálticas, ahora encontramos rocas mucho más rígidas y densas, las peridotitas. Hay
que hacer notar que la discontinuidad de Mohorovicic se encuentra a diferente
profundidad, dependiendo de que se sitúe bajo corteza oceánica o continental. El manto
se puede subdividir en manto superior e inferior.

El manto superior se prolonga hasta los 650 o los 700 km de profundidad. En este punto,
la velocidad de las ondas sísmicas se incrementa, al aumentar la densidad. A su vez, en
el manto superior pueden diferenciarse dos regiones; en la superficial, el incremento de
velocidad es constante con relación a la profundidad, mientras que en la inferior la
velocidad decrece súbitamente. Como resultado de la fusión que experimentan las
peridotitas en esta última capa, su rigidez disminuye con relación a la capa superior.

El grosor del manto inferior varía entre 650-700 km —bajo la astenosfera— y 2.900 km —
en la discontinuidad de Gutenberg, que marca la separación entre el manto y el núcleo—.
En la parte interna de esta capa, tanto la densidad —que pasa de .4 kg/dm3 a 6 kg/dm3,
aproximadamente— como la velocidad aumentan de manera constante.

El núcleo

Los principales elementos constitutivos del núcleo terrestre son dos metales: hierro y
níquel. A partir del límite marcado por la discontinuidad de Gutenberg, la densidad
experimenta un súbito aumento, desde 6 a 10 kg/dm3, aproximadamente. Por otra parte,
la velocidad de las ondas sísmicas primarias experimenta un rápido descenso —se pasa
de 13 km/s a 8 km/s—, al tiempo que no se registra propagación de ondas secundarias
hasta profundidades de 5.080 km. En este último punto, conocido como discontinuidad de
Lehmann, la velocidad de las ondas primarias vuelve a incrementarse, situándose en
torno a los 14 km/s en el centro del globo terrestre.

Existe un núcleo superior y un núcleo inferior; el primero, con ausencia de ondas


secundarias, aparece fundido, mientras que el segundo se encuentra en estado sólido.

La investigación de los fondos oceánicos

La aplicación de grandes avances tecnológicos al estudio de los océanos ha permitido, en


las últimas décadas, conocer a fondo aspectos enormemente relevantes de su geología y
su morfología. Como resultado, existen en la actualidad mapas precisos de los fondos
oceánicos. Elementos característicos de la geografía submarina son los márgenes
continentales, las cuencas oceánicas y las dorsales.

Los márgenes continentales

La prolongación de los continentes por debajo del nivel del mar constituye los márgenes
continentales, formados por corteza continental. Se distinguen tres zonas principales: la
plataforma, el talud y la elevación.

La plataforma continental, una zona que se inclina paulatinamente hasta llegar al talud,
puede no presentarse o, por el contrario, alcanzar una extensión de cientos de kilómetros.
Aparece recubierta por materiales resultantes de la erosión de la tierra emergida, que han
sido transportados por los cursos fluviales.

En torno a —200 m aparece el talud, una pendiente horadada por los denominados
cañones submarinos, por los que «viajan» sedimentos procedentes de la plataforma o
bien consecuencia de grandes desprendimientos submarinos provocados por los
terremotos. La acumulación de sedimentos determina el surgimiento de abanicos, por la
forma que adquiere el depósito, que conforman la elevación continental, a veces muy
extensa pero generalmente con poca pendiente.

Las cuencas

Las cuencas, cuya profundidad puede superar los 4.000 m, están formadas por corteza
oceánica. En ellas pueden individualizarse diversas formas, desde antiguos volcanes, que
hoy son montañas submarinas, hasta áreas deprimidas de perfil estrecho y alargado, las
denominadas fosas oceánicas, que marcan el punto de contacto entre las placas
litosféricas.

Las dorsales oceánicas

Por su parte, las dorsales oceánicas son cadenas montañosas de considerable longitud
—de hecho, las más largas del planeta—, que se extienden de forma ininterrumpida por
los océanos, a través de unos 80.000 km; su anchura es de 2 .000 km aproximadamente.
Están formadas por crestas de origen volcánico, con una altitud media aproximada de
2.000 m sobre el fondo. No obstante, en algunos puntos de la Tierra, por ejemplo en
Islandia, pueden llegar a emerger. Las dorsales, centro de actividad sísmica de notable
intensidad, aparecen cortadas por numerosas fallas de gran tamaño, denominadas fallas
transformantes.

LITOSFERA Y ASTENOSFERA

La franja superior de la superficie terrestre se encuentra dividida en dos partes:

• La litosfera, formada por la corteza y la zona externa del manto superior, es bastante
rígida, presenta aproximadamente 100 km de espesor y en ella, la velocidad de las ondas
sísmicas aumenta constantemente en función de la profundidad.

• La astenosfera es la franja inferior del manto superior, que se encuentra fundida


parcialmente. Se extiende hasta los 400 km, punto en el que el manto recupera sus
características de solidez y rigidez, puesto que la velocidad de las ondas sufre una nueva
alteración muy brusca.

MODELOS DE LA ESTRUCTURA DE GEOSFERA

Al interior de la tierra también se la conoce con el nombre de geosfera, y si se intenta


hacer un estudio directo, solo se puede profundizar unos pocos kilómetros, por lo que son
necesarios métodos indirectos. Acá se presentan los dos modelos que intentan explicar
cómo es la estructura interior de nuestro planeta.

Está claro que el interior terrestre está formado por varias capas, y en esto coinciden
todos los modelos. Pero las investigaciones sobre el interior de la Tierra se han centrado
en dos aspectos. En la composición de los materiales que forman las distintas capas del
planeta y en el comportamiento mecánico de dichos materiales (su elasticidad,
plasticidad, el estado físico...)

Por eso, se distinguen dos tipos de modelos que presentan diferentes capas, aunque
coinciden en muchos puntos: el modelo estático y el modelo dinámico.
Capas en el modelo estático

La corteza es la capa externa de la Tierra. Se diferencian dos partes: la corteza


continental, con materiales de composición y edad variada (pueden superar los 3.800
millones de años) y la corteza oceánica, más homogénea y formada por rocas
relativamente jóvenes desde un punto de vista geológico.

Por debajo de la corteza se encuentra el manto, mucho más uniforme, pero con dos
sectores de composición ligeramente distinta: el manto superior, en el que destaca la
presencia de olivino, y el superior, con materiales más densos, como los silicatos.

Por último, la capa más interna es el núcleo, que se caracteriza por su elevada densidad
debido a la presencia de aleaciones de hierro y níquel en sus materiales. El núcleo interno
podría estar formado por hierro puro.

Capas en el modelo dinámico

La capa más externa es la litosfera, que comprende la corteza y parte del manto superior.
Es una capa rígida. La litosfera descansa sobre la astenosfera, que equivale a la parte
menos profunda del manto. Es una capa plástica, en la que la temperatura y la presión
alcanzan valores que permiten que se fundan las rocas en algunos puntos.
A continuación se encuentra la mesosfera, que equivale al resto del manto. En la zona de
contacto con el núcleo se encuentra la región denominada zona D”, en la que se cree que
podría haber materiales fundidos. La capa más interna es la endosfera, que comprende el
núcleo interno y el núcleo externo. Los estudios de propagación de las ondas sísmicas
han puesto de manifiesto que la parte externa de la endosfera (el núcleo externo) está
compuesta por materiales fundidos, ya que en esa zona se interrumpe la transmisión de
algunas de las ondas.

ONDAS SÍSMICAS

Son las vibraciones (ondas sonoras) emitidas tras un movimiento sísmico (terremoto). Se
transmiten por todo el interior de la Tierra.

-Ondas p (longitudinales o primarias): Son las más rápidas. Se transmiten por sólidos y
líquidos.

-Ondas s (transversales o secundarias): Son más lentas. Sólo se transmiten por sólidos

-Ondas L (superficiales o largas): Se transmiten por la superficie terrestre. Son las


verdaderas causantes del terremoto y no nos "hablan" del interior.

Al cambiar de medio de propagación, como todas las ondas, se refractan y cambian su


trayectoria y su velocidad, lo que nos permite observar cambios de material en el interior
de la Tierra.

Estas refracciones generan "zonas de sombra" que permiten saber a qué profundidad se
produce el cambio de material.

A los cambios de material deducidos de los cambios bruscos en el comportamiento de las


ondas p y s en el interior de la Tierra se les denomina discontinuidades.

ORIGEN Y FUNCIONAMIENTO DE LAS PLACAS TECTONICAS

Se piensa que su origen se debe a corrientes de convección en el interior del manto


terrestre, en la capa conocida como astenosfera, las cuales fragmentan a la litosfera. Las
corrientes de convección son patrones circulatorios que se presentan en fluidos que se
calientan en su base. Al calentarse la parte inferior del fluido se dilata. Este cambio de
densidad produce una fuerza de flotación que hace que el fluido caliente ascienda. Al
alcanzar la superficie se enfría, desciende y se vuelve a calentar, estableciéndose un
movimiento circular auto-organizado. En el caso de la Tierra se sabe, a partir de estudios
de reajuste glaciar, que la astenosfera se comporta como un fluido en escalas de tiempo
de miles de años y se considera que la fuente de calor es el núcleo terrestre. Se estima
que éste tiene una temperatura de 4500 °C. De esta manera, las corrientes de convección
en el interior del planeta contribuyen a liberar el calor original almacenado en su interior,
que fue adquirido durante la formación de la Tierra.

Así, en zonas donde dos placas se mueven en direcciones opuestas (como es el caso de
la placa Africana y de Norteamérica, que se separan a lo largo de la cordillera del
Atlántico) las corrientes de convección forman nuevo piso oceánico, caliente y flotante,
formando las cordilleras meso-oceánicas o centros de dispersión. Conforme se alejan de
los centros de dispersión las placas se enfrían, tornándose más densas y hundiéndose en
el manto a lo largo de zonas de subducción, donde el material litosférico es fundido y
reciclado.

Una analogía frecuentemente empleada para describir el movimiento de las placas es que
éstas "flotan" sobre la astenósfera como el hielo sobre el agua. Sin embargo, esta
analogía es parcialmente válida ya que las placas tienden a hundirse en el manto como se
describió anteriormente

Placas tectónicas

La Tierra, hace 225 millones de años, estaba conformada en su superficie por una sola
estructura llamada "Pangea" (todas las tierras, en griego), la que se fue fragmentando
hasta conformar los continentes tal como los conocemos en la actualidad. Ahora la
superficie del planeta está cubierta por placas en movimiento relativo entre ellas.

¿Por qué se mueven las placas?

El verdadero motivo no se tiene muy claro pero se cree que pasa algo parecido a cuando
se calienta un líquido. Cuando se hierve agua o cualquier otro líquido se produce una
transferencia convectiva de calor, término que significa que el calor es llevado de un lugar
a otro por el movimiento mismo del medio. El fluido más cercano a la fuente de calor se
expande, se vuelve menos denso y tiende por lo tanto a subir a la superficie donde se
enfría y cae de nuevo al fondo. De esta manera se establece un proceso continuo de
ascenso y descenso del líquido en celdas permanentes formadas por las corrientes del
fluido.

¿Por qué se provocan los terremotos?

El movimiento de una placa bajo contra otra se realiza venciendo las fuerzas de fricción.
Es un movimiento que tiene lugar discontinuamente, por "brincos". Es esto precisamente
lo que genera los temblores.

Formas de contactar las placas

Fronteras divergentes: Donde se genera nueva costra que rellena la brecha de las
placas al separarse. El caso mejor conocido de frontera divergente es esta cordillera
meso atlántica, que se extiende desde el Océano Ártico hasta el sur de África. En esta
frontera se están separando las placas norteamericana y Euroasiática a una velocidad de
2,5 cm cada año

Fronteras convergentes: donde la costra es destruida al hundirse una placa bajo la otra
(subducción). El ejemplo más conocido es el de la Placa de Nazca (o Nazca), que se
está hundiendo bajo la placa Sudamericana frente a las costas de Perú y Chile, dando
origen a una de las zonas más sísmicas del planeta. Las placas pueden converger en el
continente y dar origen a cadenas montañosas como la como los Himalaya. También
pueden converger en los océanos, como ocurre frente a las Islas Marianas, cerca de
Filipinas, dando origen a fosas marinas que pueden llegar a los 11.000 m de profundidad
o bien originar volcanes submarinos.
Fronteras de transformación: donde la costra ni se destruye ni se produce y las placas
sólo se deslizan horizontalmente entre sí. Un ejemplo de este tipo de fronteras es la tan
conocida Falla de San Andrés, en California.

Zonas fronterizas de las placas: es un ancho cinturón en que las fronteras no están bien
definidas y el efecto de la interacción de las placas no es claro.
¿QUE ES UNTERREMOTO?

R//: Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra, causado por la brusca liberación


de energía acumulada durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada
por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes
características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están acomodando en un
proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la
superficie de nuestro planeta, originando los continentes y los relieves geográficos en un
proceso que está lejos de completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e
imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos
témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la
Tierra, impidiendo su desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre
o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es
dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se
liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y
liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto.

Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y son,
desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos sísmicos.
Sólo el 10% de los
terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.

La actividad subterránea originada por un volcán en proceso de erupción puede originar


un fenómeno similar.

En general se asocia el término terremoto con los movimientos sísmicos de dimensión


considerable, aunque rigurosamente su etimología significa "movimiento de la Tierra".

2. Los terremotos, sismos, seísmos, temblores de tierra,... son reajustes de la corteza


terrestre causados por los movimientos de grandes fragmentos. Por sí mismos, son
fenómenos naturales que no afectan demasiado al hombre. El movimiento de la superficie
terrestre que provoca un terremoto no representa un riesgo, salvo en casos
excepcionales, pero sí nos afectan sus consecuencias, ocasionando catástrofes: caída de
construcciones, incendio de ciudades, avalanchas y tsunamis.

Aunque todos los días se registran una buena cantidad de terremotos en el mundo, la
inmensa mayoría son de poca magnitud. Sin embargo, se suelen producir dos o tres
terremotos de gran magnitud cada año, con consecuencias imprevisibles.

MEDICION DE TERREMOTOS
Se realiza a través de un instrumento llamado sismógrafo, el que registra en un papel la
vibración de la Tierra producida por el sismo (sismograma). Nos informa la magnitud y la
duración.

Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a través de la
superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta (y probablemente el mayor
daño) y las centrales o corporales, que viajan a través de la Tierra desde su profundidad.

Año Magnitud Lugar Víctimas


1960 9.5 Sur de Chile 5.700
1964 9.4 Alaska 131
1933 8.9 Sanriku, Japón 2.990
1906 8.9 Colombia 1.000
1950 8.7 India/Assam/Tibet 1.530
1897 8.7 Assam, India 1.500
1906 8.6 Santiago/Valparaiso, Chile 20.000
1905 8.6 Kangra, India 19.000
1950 8.6 Assam, India 1.526
1899 8.6 Yakutat Bay, Alaska
1920 8.5 Kansu, China 180.000
1934 8.4 India/Nepal 10.700
1946 8.4 Tonankai, Japón 1.330
1927 8.3 Xining, China 200.000
1939 8.3 Chillan, Chile 28.000
1976 8.2 Tangshan, China 240.000
1923 8.2 Kwanto,Yokohama, Japón 143.000
1906 8.2 San Francisco, California 700
1907 8.1 Asia cnetral 12.000
1939 8.0 Ezrican, Turquía 23.000

Movimientos sísmicos

Las placas de la corteza terrestre están


sometidas a tensiones. En la zona de roce
(falla), la tensión es muy alta y, a veces, supera
a la fuerza de sujeción entre las placas.
Entonces, las placas se mueven violentamente,
provocando ondulaciones y liberando una
enorme cantidad de energía. Este proceso se
llama movimiento sísmico o terremoto.

La intensidad o magnitud de un sismo, en la


escala de Richter, representa la energía liberada
y se mide en forma logarítmica, del uno al nueve. La ciencia que estudia los sismos es la
sismología y los científicos que la practican, sismólogos.
La estadística sobre los sismos a través de la historia es más bien pobre. Se tiene
información de desastres desde hace más de tres mil años, pero además de ser
incompleta, los instrumentos de precisión para registrar sismos datan de principios del
siglo XX y la Escala de Richter fue ideada en 1935.

Un terremoto de gran magnitud puede afectar más la superficie terrestre si el epifoco u


origen del mismo se encuentra a menor profundidad. La destrucción de ciudades no
depende únicamente de la magnitud del fenómeno, sino también de la distancia a que se
encuentren del mismo, de la constitución geológica del subsuelo y de otros factores, entre
los cuales hay que destacar las técnicas de construcción empleadas.

Los intentos de predecir cuándo y dónde se producirán los terremotos han tenido cierto
éxito en los últimos años. En la actualidad, China, Japón, Rusia y Estados Unidos son los
países que apoyan más estas investigaciones. En 1975, sismólogos chinos predijeron el
sismo de magnitud 7,3 de Haicheng, y lograron evacuar a 90.000 residentes sólo dos días
antes de que destruyera el 90% de los edificios de la ciudad. Una de las pistas que
llevaron a esta predicción fue una serie de temblores de baja intensidad, llamados
sacudidas precursoras, que empezaron a notarse cinco años antes.

Otras pistas potenciales son la inclinación o el pandeo de las superficies de tierra y los
cambios en el campo magnético terrestre, en los niveles de agua de los pozos e incluso
en el comportamiento de los animales. También hay un nuevo método en estudio basado
en la medida del cambio de las tensiones sobre la corteza terrestre. Basándose en estos
métodos, es posible pronosticar muchos terremotos, aunque estas predicciones no sean
siempre acertadas.

Magnitud Ritcher Equivalencia en TNT Ejemplo


-1.5 1 gr Romper una piedra
1.0 6 onz barreno pequeño
1.5 2 libras
2.0 13 libras
2.5 63 libras
3.0 397 libras
3.5 1000 libras Mina
4.0 6 tn
4.5 32 tn Tornado
5.0 199 tn
5.5 500 tn Terremotos
6.0 1270 tn
6.5 31550 tn
7.0 199000 tn
7.5 1 Megatón
8.0 3.27 Megatones
8.5 31.55 Megatones
9.0 200 Megatones
10.0 6300 Megatones Falla de San Andrés
Romper la tierra en 2 o
12.0 1 Gigatón Energía solar diariamente
recibida

TERREMOTO DE JAPÓN PODRÍA HABER CAMBIADO EJE DE LA TIERRA Y


ACORTADO LOS DÍAS

El terremoto de 9 grados de magnitud en la escala de Richter que asoló Japón el


pasado 11 de marzo, podría haber cambiado el eje de la Tierra y acortado los días, según
han detectado científicos de la NASA.

Sus cálculos indican que, al cambiar la distribución de la masa de la Tierra, el sismo


debe haber causado que esta gire un poco más rápido, acortando la duración de un día
cerca de 1,8 microsegundos (un microsegundo es la millonésima parte de un segundo).

El investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, Richard


Gross, y su equipo han aplicado un complejo modelo geológico para realizar un cálculo
teórico preliminar de cómo el terremoto de Japón, el quinto más grande desde 1900, ha
afectado la rotación de la Tierra.

Los cálculos también indican que el movimiento debería haber cambiado la posición del
eje (alrededor del cual se equilibra la masa del planeta) cerca de 17 centímetros, en
dirección 133 grados longitud este.

Esto no debe confundirse con el eje norte-sur, que también se ha movido unos 10 metros,
y hará que la Tierra se tambalee diferente a medida que gira, pero no va a causar un
cambio significativo.

La NASA informó en un comunicado que ambos cálculos probablemente cambiarán a


medida que los datos sobre el terremoto sean más precisos. Gross calculó que el
terremoto de magnitud 8,8 que se produjo en Chile el año pasado debería haber acortado
la duración del día en cerca de 1,26 microsegundos y cambió el eje de la Tierra en unos 8
centímetros. Un cálculo similar se hizo después del terremoto de magnitud 9,1 que
asoló Sumatra en 2004, e indicó que el fenómeno natural debería haber acortado la
duración del día 6,8 microsegundos y cambió el eje de la Tierra cerca de 7 centímetros.

Según explicó Gross, en teoría, cualquier fenómeno que redistribuya la masa de la


Tierra va a cambiar la rotación del planeta.
"La rotación de la Tierra cambia todo el tiempo, no sólo como consecuencia de los
terremotos, sino también por efectos mayores como los cambios en los vientos
atmosféricos y las corrientes oceánicas", señaló.
"En el transcurso de un año, la longitud del día aumenta y disminuye alrededor de una
milésima de segundo, que es un cambio aproximadamente 550 veces mayor que el
cambio causado por el terremoto de Japón", agregó. En este sentido, indicó que los
cambios en la rotación del eje de la Tierra por los terremotos no deberían tener ningún
impacto en la vida cotidiana, "son perfectamente naturales y suceden todo el tiempo".

"La gente no debe preocuparse por ellos", concluyó.

TSUNAMI

Un tsunami se puede definir como una serie de olas que se producen cuando un gran
cuerpo de agua es desplazado a gran escala. Entre las principales causas de un tsunami
cabe destacar: los terremotos, los movimientos de masa de tierra bajo las aguas del
océano, erupciones volcánicas submarinas, e impactos de meteoritos. Los efectos de un
tsunami pueden variar desde la imperceptibilidad a escala humana hasta ser
devastadores.

El término tsunami se deriva de la palabra japonesa "tsu" que significa bahía y de la


palabra "nami" que significa ola. El término fue adoptado por pescadores nipones, quienes
cuando retornaban de su labor en alta mar, se encontraban con la sorpresa que el litoral
estaba devastado producto de este fenómeno. Para ellos, que estaban en alta mar, un
tsunami era casi imperceptible, pues las olas que se generan tienen un gran poder
devastador sólo cuando están cercanas a lo que es el litoral costero.

Entre los tsunamis que han hecho historia en el planeta, cabe destacar el que se produjo
en la isla Vancouver en el año 1700 de nuestra era, que abarcó desde Japón hasta la
costa de Norteamérica. En el año 1753, se detectó un tsunami de gran escala en la
ciudad portuguesa de Lisboa que mató a miles de personas. En nuestro siglo, uno de los
fenómenos más notables de este tipo, tuvo lugar en la ciudad chilena de Valdivia, el cuál
se produjo luego de un terremoto de escala 9,5. Éste se hizo notar fuertemente en Hawai
así como en Japón, donde cobró un número importante de víctimas humanas.
Finalmente, es importante destacar el tsunami que tuvo lugar el año 2004 en el océano
Índico, el cuál produjo la muerte de aproximadamente 230.000 personas. Éste llegó
incluso a las costas de Somalia y Tanzania en el continente africano.

En mar abierto las olas asociadas a un tsunami tienen un período extremadamente largo,
es decir, hay un lapso de tiempo considerable entre una ola y otra asociada al mismo
evento, ya que las longitudes de onda pueden abarcar cientos de kilómetros. Esto es
diferente de las olas generadas por vientos o tormentas tropicales, donde el lapso de
tiempo entre una ola y la siguiente es en promedio de 10 segundos, ya que la longitud de
onda es de aproximadamente 150 metros. La velocidad de las olas en un tsunami
alcanzan en promedio a 800 km/h en mar abierto. Sin embargo, cuando se acercan a la
costa y la profundidad del mar disminuye, la velocidad tiende a disminuir y la altura tiende
a aumentar considerablemente, alcanzando valores que pueden llegar a los 30 metros.

El párrafo final de este artículo hablará de las características que se sienten en el medio
ambiente antes que se produzca un tsunami. Entre éstas, cabe mencionar las siguientes:
terremotos, grandes cantidades de burbujas de gas salen del agua (hay una sensación de
que el océano está hirviendo), el agua de la costa se siente inusualmente cálida, olor a
azufre o petróleo, y finalmente ruidos inusuales. Debido a los potenciales poderes
devastadores que se puedan producir, es necesario que las autoridades gubernamentales
y de otros organismos tomen medidas en todas aquellas zonas que presenten un peligro
potencial de ser afectadas, tomando en cuenta todas estas característica mencionadas
para prevenir a la población.

También podría gustarte