Está en la página 1de 19

DE LA DEHESA DE CANDELARIO

AL NACIMIENTO DEL
RÍO CUERPO DE HOMBRE
(SIERRAS DE CANDELARIO Y BÉJAR – SALAMANCA)

APROXIMACIÓN EN COCHE HASTA EL INICIO DE LA RUTA


SALIDA DE: Miranda del Castañar (Salamanca) HORA: 07:55
LLEGADA A: La Dehesa de Candelario (Salamanca) H ORA: 08:50
TIEMPO EMPLEADO: 55 minutos KILÓMETROS: 44,5
Se sale de Miranda del Castañar (en la provincia de Salamanca, y en pleno Parque Natural de
las Batuecas-Sª de Francia) por la carretera provincial SA-225 hasta el entronque con la carretera
que lleva a Ciudad Rodrigo, en donde se enlaza con la SA-220 que nos lleva hasta Béjar.
Atravesamos esta localidad, y en el entronque con la N-630 (Gijón-Sevilla, antigua Ruta de la
Plata) hay que tomar la carretera DSA-194 que nos lleva hasta el bonito y típico pueblo de
Candelario.
A la entrada del pueblo se toma la carretera DSA-192 que sale hacia la derecha, con
dirección a la Plataforma y El Travieso, vías de acceso senderistas a lo alto de la sierra. A la salida
del pueblo, en una pronunciada curva a la izquierda existente a la altura de la piscina municipal,
dejamos esa carretera y tomamos otra que parte hacia la derecha, por la que se llega hasta la Dehesa
de Candelario, donde hay un rótulo informativo de la misma y una estupenda explanada para
aparcar el vehículo.

* Fecha: 26 de agosto de 2.010 (jueves)


* Quienes realizaron la ruta: Santos (en solitario)
* Tipo de ruta: De ida y vuelta, prácticamente por el mismo itinerario [Mapa: hojas 553-III y 576-
I del I.G.N.]
* Tiempo total empleado (incluidas las paradas): 6 horas y 47 minutos.
* Distancia total: 16,3 km.
* Desniveles:
- Desnivel máximo de subida: 975 m. (desde los 1.205 m. del aparcamiento de la Dehesa de
Candelario, hasta los 2.180 m. del Circo de Hoya Moros, en el Canchal del nacimiento del río
Cuerpo de Hombre)
- Desnivel de bajada: el mismo.
* Condiciones atmosféricas: Día claro, soleado y despejado; con temperaturas altas y fuerte calor,
que sin embargo se veían suavizadas por el aire y fuerte viento (en ocasiones) que corría por las
lomas de las cresterías por donde discurría el itinerario.
Atmósfera clara y limpia con muy buena visibilidad.

TRAMO I (IDA): DE LA DEHESA DE CANDELARIO AL CIRCO DE HOYA MOROS


(NACIMIENTO DEL RÍO CUERPO DE HOMBRE)
SALIDA DE: La Dehesa de Candelario HORA: 08:58
Circo de Hoya Moros (Canchal del
LLEGADA A: HORA: 12:36
nacimiento del río Cuerpo de Hombre)
TIEMPO EMPLEADO:
(incluidas las paradas) 3 horas y 38 minutos KILÓMETROS: 8,7

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 1


Comenzamos la ruta en la
explanada-aparcamiento bien
visible y señalizado existente en lo
que se podría considerar la entrada a
la Dehesa de Candelario, en la
carretera que partiendo desde esta
localidad lleva hasta el embalse de
Fuente Santa, ubicado un poco más
allá de este lugar.
Atravesando la
portilla de entrada al robledal de la
Dehesa tomamos la amplia pista de
tierra, por la que a los pocos metros
atravesamos un puente que cruza un pequeño regato. En la margen derecha, a corta distancia del
aparcamiento, el propio río Cuerpo de Hombre forma una poza bastante bien cuidada donde por el
verano suelen algunas familias acudir para darse un refrescante chapuzón, así que ésta es una
interesante opción a tener en cuenta
por si hacemos la ruta en un tórrido
día de verano, para no olvidarnos
de meter en el coche el traje de
baño y la toalla.

Pocos metros más arriba nos


encontramos con un cruce de
caminos, debiendo desviarnos
hacia la derecha para proseguir la
pista que continúa hacia ese lado
atravesando una portilla metálica. La pista que va hacia la izquierda conduce a las instalaciones de un
proyecto de aula de la naturaleza, en fase de construcción.

En la margen derecha
veremos una antigua represa
en el cauce del río.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 2


La pista lleva una
continúa y cómoda subida,
encontrándonos en una
margen del camino una
antigua edificación, que en
la actualidad parece estar
destinada a “corralón” para
el ganado vacuno, y donde
las vacas aprovechan para
buscar la sombra y
refugiarse en verano del
sofocante calor.

Más arriba, mismamente al


pie del camino, encontramos un
pilón de agua, en el que mana la
fuente de la Dehesa. A esta
temprana hora de la mañana no nos
llaman demasiado la atención sus
refrescantes aguas, las cuales
agradeceremos enormemente a la
vuelta, cansados, sudorosos,
sedientos y asfixiados de calor.

Proseguimos por la pista


arriba, con el cauce del río
Cuerpo de Hombre a nuestra
derecha, pero que apenas
llegaremos a ver al estar
bastante tapado por el bosque
de robles y la vegetación, hasta
llegar a una pronunciada curva
a la izquierda. En este punto
abandonaremos la pista para
adentrarnos hacia la derecha
con dirección a unas praderías,
habiendo cruzado previamente
el arroyuelo de Peñas Gordas. Si desconocemos por completo la zona, y no llevamos un buen mapa o
GPS con el track correspondiente, es preferible proseguir la marcha por la pista, pues este desvío es
meramente un atajo para ahorrarnos parte del tránsito por la misma, y además es un tramo algo
complicado de caminar.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 3


Atravesamos la
pradería dirigiéndonos hacia
la parte alta de la misma,
buscando los restos de una
alambrada por donde
localizar un precario y
estrecho sendero a cuyo
inicio encontraremos un
pequeño “hito” sobre una
roca. Este sendero se adentra
en el bosque de robles, con
tendencia a continuar hacia la
derecha, y por aquí ya no
encontraremos ningún otro
hito o señal, y si continuamos
por el mismo, que es lo que
a mi me sucedió,
llegaremos hasta el cauce
del río Cuerpo de Hombre,
pues me parece que es el
sendero de la ruta de subida
hacia los Dos Hermanitos.
Yo no llegué hasta el río,
pues mirando el GPS y
consultando el mapa ya me
di cuenta que me había
pasado, por lo que desandé
unas decenas de metros, y a
pesar de llevar el track
metido en el GPS no logré
hallar el sendero adecuado
y marcado, así que no
quedó más remedio que
tirar hacia arriba
abriéndome paso entre la
vegetación de monte bajo
del bosque. Luego, a la
vuelta, sí que logré hallar el
sendero correcto y más
marcado, que así y todo
tampoco está tan fácil de
caminar.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 4


Algún claro del
bosque nos permite
contemplar hacia atrás el
amplio monte de la Dehesa
de Candelario.

Tras salir del robledal entramos en un


pequeño pinar, algo más despejado de vegetación
y por donde el sendero a seguir es más visible.

Para poco más arriba enlazar con la pista


forestal de tierra que anteriormente habíamos
abandonado. Pero dejamos que esa pista siga su
rumbo hacia la margen izquierda de la ladera,
tomando otro sendero que se adentra hacia el
lomo de la cumbrera que tenemos por delante.

El sendero bien claro y


visible discurre por entre
vegetación de escoberas y
retama, y al poco rato
comenzamos a divisar en lo
alto las cumbres gemelas de los
Dos Hermanitos; mientras que
si nos volvemos y miramos
hacia atrás contemplamos la
inconfundible mole de Peña
Negra, la amplia Dehesa de
© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 5
Candelario y el embalse de Fuente Santa.

En el trayecto
encontraremos algún
que otro espaciado hito
de piedras, aunque el
trayecto a seguir no
ofrece dudas. En otro
tramo bordeamos un
pequeño pinar y luego
accedemos a un paso
habilitado por donde
saltamos una
alambrada, donde hay
pintadas unas marcas
senderistas.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 6


Nos acercamos a las
llamadas rocas del
“Cascanueces”, desconociendo
el significado de dicho nombre,
y su visión tampoco ayuda
realmente mucho a desvelarlo.
Echándole un poco de
imaginación ¿pudiera
asemejarse a una enorme nuez
casada o rota a la mitad?
Abajo, metido en la
hondura del valle no se notaba
tanto, pero aquí sopla el viento,
en ocasiones con fuertes

ráfagas; e incluso con


sensación de frío. Parece
mentira que en pleno mes de
agosto, en esta tierra de calor y
casi rayando con Extremadura,
haya que ir con el forro polar
puesto, ¡una auténtica
paradoja!; pero mirándole el
lado positivo, si realmente
hubiera apretado el calor, como
habitualmente lo hace, ya
estaría asfixiado.
Hubiera tenido
intención de sacarme una foto

junto a estas rocas


para que se apreciara
las dimensiones de las
mismas, pero ese
fuerte viento me
impidió poder montar
el trípode.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 7


Continúo sendero
arriba, al tiempo que
hacia abajo van quedando las
zonas de arbolado, y la
vegetación se va haciendo
más escasa y rala,
contemplando a la derecha la
cuenca rocosa de Hoya
Cuevas, por donde desciende
el río Cuerpo de Hombre.
Llegados a una
especie de planicie donde
comienza la ladera de la
Barrera del Canterón, que
culmina en la Loma de la
Culebrilla, y que sería por
donde bajaría luego en el
trayecto de vuelta, me
desvío hacia la derecha por
otro difuminado sendero.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 8


El cual me encamina a
esa zona alta de Hoya
Cuevas, por donde tomo
contacto directo con el río
Cuerpo de Hombre, siendo
por aquí apenas un exiguo
regato cuyas aguas arroyan
por las duras y lisas
superficies de las piedras,
vistiéndolas de unas
tonalidades oscuras.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 9


Se asciende por el mismo roquedal por
donde corre el río, para alcanzar una
amplia explanada a modo de gran vega, por
donde discurre el mismo de manera remansado
y formando pequeños meandros, y en cuyas
orillas crece el verde y jugoso pasto.

Si nos fijamos, hacia la derecha, y


en la ladera de la crestería que
enfila hacia los Dos Hermanitos,
veremos la cabaña refugio hacia donde
me dirijo a continuación, tomando un
difuminado sendero que asciende
cómodamente parte de esa ladera.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 10


Aquí se levanta una
sólida cabaña de piedra que
cumple las funciones de
refugio invernal de
emergencia y con capacidad
para un pequeño grupo de
personas, aunque las
comodidades en su interior
son inexistentes.
Este lugar es un buen
mirador para contemplar esta
amplia vega por donde
discurre el río, y en cuya
zona más fondera me
imagino que se formará en

época invernal una pequeña laguna que


incluso quedará helada, pero que ahora en
el verano está prácticamente seca.

Intenté proseguir la marcha


bordeando por la margen de la derecha con
la intención de no perder demasiada altura,
pero desistí debido a los escabrosos
pedreros que dificultan bastante el

caminar, así que opté


finalmente por bajar hacia
el fondo de la vega a
entroncar con el río,
subiendo desde ahí por su
propio cauce por un terreno
mixto de piedra y
vegetación de pasto bajo;
según se gana algo de altura
disfrutamos de una bonita
vista panorámica sobre esta
amplia vega por la que el

río forma unos pequeños meandros.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 11


Se alcanza luego
otra pequeña
plataforma, desde la que
hay que proseguir
subiendo de frente por un
apenas visible sendero
que discurre por entre la
pedrera, mientras que
vamos dejando el curso
del río a nuestra derecha.

Al tiempo que culminamos la subida por


esta pequeña cuesta, nos vamos desviando
progresivamente hacia la derecha para volver a
encontrarnos con el cauce del río, y saliendo a
otra amplia y llana vega, en un bonito rincón que
nos ofrece el paisaje de esta sierra.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 12


Siguiendo el cauce
del río arriba se nos
presenta por delante el
denominado Paso del
Laberinto. Los enormes
peñascos y rocas de grandes
dimensiones que durante
siglos se han ido
desprendiendo de la ladera
de los dos Hermanitos, se
amontonan aquí
caóticamente. El río ha ido
buscando y excavando su
paso por debajo de estos
peñascales. Ya no hay

sendero ni marcas que


nos indiquen el camino a
seguir, así que toca ir
buscando “nuestro paso”,
sorteando estos
descomunales bloques de
piedra de suaves
contornos; en algún sitito
pasando por encima, en
otro atravesando una
especie de galería, ahora
agachándote para pasar
por debajo, …..
Aunque cuando te
encuentras de frente
parece impresionar, sin
embargo es un corto
tramo, que se acaba
haciendo entretenido e interesante. Realmente impresiona mucho más cuando se ha tenido la
oportunidad de contemplarlo desde arriba, por ejemplo desde el collado de las Agujas de Hoya
Moros, desde donde sí da la impresión de laberinto.

Tras atravesarlo
recuperamos otra
vez el cauce del río y ante
nosotros se abre la
enorme cubeta del Circo
de Hoya Moros, rodeada
y cerrada al frente por la
Sierra de Candelario (La
Ceja, Agujas de Hoya
Moros, Talamanca, El
Torreón), y a nuestra
derecha por la Sierra de
Béjar (Los Dos
Hermanitos), de origen y
formación claramente
glaciar.
© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 13
Voy dejando de
lado el arroyo,
desviándome hacia la
izquierda por esta enorme
y suave ladera, buscando
el llamado “vivac de
Hoya Moros” (del que
tenía metido un waypont
en el GPS descargado de
internet), descubriendo
que no es más que un
rudimentario abrigo al
amparo de varios enormes
peñascos que forman un

círculo, y que tiene enseres


y vestigios de que alguien
está allí acampado.

A continuación giro la
marcha hacia la
derecha, en busca otra vez
del cauce por donde discurre
el arroyo, cada vez con menos
cantidad de agua según se va
ganando altitud; y
ascendiendo por una
pedregosa ladera.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 14


Hasta alcanzar el
Canchal del nacimiento
del río Cuerpo de
Hombre, ubicado en la
plataforma de la cubeta
que forman las
estribaciones de los Dos
Hermanitos, El Torreón y
la Cumbre de Talamanca,
salpicada toda ella de
© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 15
enormes bloque de peñascos y rocas, entre las que van surgiendo los pequeños manantiales que
posteriormente formarán el arroyo. Contemplando este paisaje de bestiales moles de piedra se siente
uno empequeñecido.
Al pie del
nacimiento de uno de los
regatos que brota de debajo
de los peñascos, aprovecho
para enfriar la bebida en sus
gélidas aguas y comer el
bocadillo. Aunque al
principio había buscado la
sombra de la roca, casi de
inmediato me tengo que
poner al sol, debido a la
fresca brisa que hay, y eso
que estamos en el mes de
agosto.
Desde aquí, y en
apenas media hora más, se
podría subir sin problema
alguno indistintamente a la cumbre de los Dos Hermanitos o a la del Torreón.

TRAMO II (VUELTA): DEL CIRCO DE HOYA MOROS (NACIMIENTO DEL


RÍO CUERPO DE HOMBRE) A LA DEHESA DE CANDELARIO
Circo de Hoya Moros (canchal del nacimiento
SALIDA DE: HORA: 13:17
del río Cuerpo de Hombre)
LLEGADA A: La Dehesa de Candelario HORA: 15:45
TIEMPO EMPLEADO:
(incluidas las paradas) 2 horas y 28 minutos KILÓMETROS: 7,6

Siguiendo más o menos el mismo itinerario bajo otra vez hasta el enorme Circo de Hoya
Moros, con dirección al vivac que ya anteriormente había reseñado, comprobando que hay
otro vivac más, que al igual que el anterior no deja de ser más que un abrigo entre dos grandes rocas,
algo mejor acondicionado y en el que parece que también hay alguien acampado.

Voy cruzando esta suave ladera en diagonal, por la que fluyen pequeños regatos, que algunos
bajan desde las Charcas de Venerofrío, situadas un poco más arriba, y otros prácticamente
brotan del interior de la tierra, con intención de dirigirme hacia la Loma de la Culebrilla para bajar
por esa zona.
Por el camino me
llama la atención a lo lejos
una especie de trapo o bolsa
al pie de dos enormes y
aisladas moles de roca, y al
acercarme compruebo que
entre la mismas se forma una
cueva y que el trapo que veía
es una cortina a modo de
puerta. Es una cueva casi
perfecta, totalmente protegida
y aislada del exterior y con el
suelo plano y liso, y cuyo
interior por lo que se puede
ver es también utilizado

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 16


habitualmente como refugio.
Comparando esta cueva con los
otros dos vivacs encontrados,
me inclino a pensar que el
llamado “vivac de Hoya
Moros” sea realmente éste, por
sus mejores condiciones de
habitabilidad.

Continúo
atravesando
la pedregosa ladera,
con dirección a la
Loma de la
Culebrilla, y lo que
en principio parecía
que pudiera ser un
camino fácil de
hacer, se vuelve
más pesado e
intransitable, debido
al tupido y cerrado

matorral subalpino que hace


casi intransitable este tramo.
Voy bordeando la loma
por su ladera occidental,
buscando las zonas pedregosas
por donde ir poniendo los pies.
Este lugar es también un buen
mirador para contemplar la
gran vega por donde se
remansa el río formando
curiosos meandros, y donde se
localiza la cabaña-refugio, por
donde he pasado en el trayecto
de subida.

Hasta salir a la ladera de la Barrera del Canterón, más despejada de matorral, y por donde
enlazo con el trayecto del itinerario realizado en la subida. Desde aquí solo resta realizar el
camino de bajada ya conocido hasta la explanada de la Dehesa de Candelario, donde a la mañana
había dejado estacionado el coche.

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 17


MAPA GENERAL DEL TRAZADO DEL ITINERARIO DE LA RUTA

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 18


GRAFICO DE COTAS DE ALTITUD, DISTANCIAS, HORARIO Y TIEMPOS

© by Santos J. Álvarez (Principáu d´ Asturies) Página - 19

También podría gustarte