Está en la página 1de 3

ASÍ VEMOS LA EDUCACIÓN

Compañeros hay que hacer algo,


compañeros hay que luchar,
que la muerte nos va ganando,
pero no nos va a acabar

E l problema de la educación está ligado al contexto histórico en el cual nos


encontremos. Hacer referencia a la educación implica necesariamente pensar en
nociones sobre los hombres y las mujeres, sus capacidades y potencialidades y, por
supuesto, una idea sobre la sociedad.

Encontramos en el debate educativo diferentes proyectos de educación y sociedad


enfrentados, abierta o soterradamente. En el contexto actual se enfrentan el proyecto del
capital globalizado contra la posibilidad de un nuevo proyecto de humanidad. Este
enfrentamiento no es nada nuevo y está relacionado con el problema de la dominación 1.

En la actualidad nos encontramos ante un conjunto de ideas de la clase dominante: la


ideología del mercado. Este conjunto de ideas nos sugiere que el triunfo del capitalismo a
nivel mundial demuestra que es la única forma de organizar la sociedad y marca el fin de
las ideologías. Por supuesto, la mano invisible del mercado como eje regulador de la
sociedad y garantía de la redistribución social 2.

Este conjunto de ideas se ha conocido como neoliberalismo y se vienen instalando como


prácticas en diversos escenarios de la sociedad. Uno de estos escenarios es la
educación, espacio privilegiado para la producción/reproducción de ideas y por qué no:
control del espíritu de la humanidad. En esta lógica, es pertinente sólo aquel conocimiento
que puede ser útil para el mercado. Es decir, la educación en el modelo, deja de ser un
derecho para convertirse en un servicio que ingresa al libre mercado y al que deben
aplicarse los estándares de competitividad -medios de cualquier proceso productivo:
calidad, cobertura, eficiencia y racionalización del gasto. La ampliación y liberación de los
mercados cambia los enfoques académicos, los perfiles profesionales, la duración de los
ciclos formativos, las dinámicas de financiación y las nociones de gestión y gobierno
educativo.

1
“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase
que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”.
(MARX)
2
El mercado es, entonces, un Leviatán con piel de oveja: su función no es alentar y perpetuar la libertad
(menos aún una libertad de tipo político) sino más bien reprimirla (...) La ideología de mercado nos asegura
que los humanos causan desastres cuando intentan controlar sus destinos (“el socialismo es imposible”) y que
somos afortunados al poseer un mecanismo interpersonal (el mercado) que puede sustituir a la hubris humana
y la planificación, y reemplazar por completo las decisiones humanas. (JAMESON. 2003)
La relación universidad - sociedad se reduce a la relación universidad – empresa. Se trata
de una adaptación funcional y acrítica al contexto mundial (innovación, competitividad,
etc); en esta visión “Lo importante no es el ser humano y el desarrollo de su potencial sino
su posibilidad de inserción en el mercado del trabajo.” (CONDE).

Es así como la educación empieza a ser reformada con unos objetivos muy claros:

1. Aumentar la productividad económica, condicionando la educación a las nuevas


exigencias de la empresa privada, que presupone un estudio calculado para la
adaptación acrítica al modelo, internacionalización y mercantilización de la misma.
2. Liberar al Estado de los gastos de funcionamiento, impulsando la autofinanciación
a través de la venta de servicios, el aumento de matrículas y la reducción del
bienestar universitario.
3. Coartar, manipular y controlar el desarrollo de todo tipo de actividades sociales,
políticas, culturales y pedagógicas que no se inserten en las lógicas de mercado.
4. Controlar la investigación, orientando sus fines hacia el desarrollo del sector
productivo.
5. Fortalecer la universidad privada en detrimento de la pública.

Para el logro de estos objetivos se han diseñado políticas como la Ley 30 de 1992, la cual
determina los aportes que la nación debe dar a las universidades y que hoy pretende ser
reformada para avanzar en el camino privatizador de las mismas, enfrentándolas a la des-
financiación, argumentando la falta de presupuesto y la ineficiencia de las instituciones
públicas. Esto contrasta con el desmedido gasto presupuestal en políticas de Seguridad.

Hay que decir que a partir del año 2002, estas medidas se profundizan con la entrada en
vigencia de políticas funcionales al sistema, entre las cuales encontramos la mal llamada
“Revolución Educativa”, el Plan Decenal de Educación y el Plan Visión 2019. Políticas
educativas que se fundan básicamente en la Centralización curricular trayendo como
consecuencias:

1. La asignación basada en la demanda

2. Altas tasas de deserción

3. Un alto déficit presupuestal que hace inviable a las universidades

4. Una brecha entre ciencia, desarrollo y educación.

5. insuficiente apoyo a carreras de las artes, las ciencias sociales y humanas.

Todas estas políticas no sólo restringen el acceso a las universidades y elevan los costos
en las matrículas, también modifican la orientación del conocimiento, promoviendo una
idea del mismo al servicio del capital nacional y transnacional. Esto desemboca en la no
producción de saberes pertinentes y necesarios para la sociedad; situación que se ve
reflejada a diario en la venta de investigaciones al capital transnacional, las reformas
académicas que promueven la formación técnica y tecnológica en detrimento de la
formación profesional y los procesos de extensión universitaria que se convierten en
convenios con la empresa privada.

Como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales, las universidades


acaban formando técnicos que se insertan acríticamente en el precario mercado laboral
colombiano, dejando de lado la posibilidad de una universidad que forme hombres y
mujeres libres, que lean y actúen críticamente en su entorno y sean capaces de proponer
caminos para superar los grandes problemas del presente.

En general y debido al desarrollo desigual y conflictivo de la política del bloque dominante,


en el sector específico de análisis, el educativo, se presentan problemas endémicos que
desarrollan coyunturas cíclicas, entre ellos financiación, acceso y cobertura, calidad,
construcción y reproducción del conocimiento, docencia, investigación y extensión,
autonomía e ingobernabilidad.

PROCESO NACIONAL IDENTIDAD ESTUDIANTIL

También podría gustarte