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Afortunadamente existe un sistema integral que ayuda a saber

exactamente cuáles son los patrones que han sido grabados en tu ADN, y los resultados han sido
muy satisfactorios para todas las personas que lo han tratado. Quise compartir este artículo con
ustedes, debido a que cuando lo leí, me parecía estar viviendo lo que leía, y es que muchas veces
he tratado a personas que quieren salir de su sistema de creencias y pasan los años y siguen igual.
Los papeles de “VICTIMAS” que muchas veces tomamos en nuestra vida pudieron haber sido
heredados de nuestros antepasados y ser la causa de constantes recaídas en un mismo patrón de
conducta.
Recuerda que todos en nuestras vidas hemos tenido experiencias buenas, malas y caóticas, sin
embargo el repetir nuestro patrón de sobrevivencia como sentirnos las víctimas, para ser algo que
en realidad no soy, no es un camino que lleve a un buen desarrollo espiritual.
La Espiritualidad es LIBERTAD, y eso sólo se consigue dejando atrás los patrones, emociones y
sentimientos antiguos que se han creado en ti.
Por Margaret Ruby.
Después de la cirugía para remover el tumor, empecé a cuidar mi cuerpo de una manera más
natural. Sin embargo, todavía seguía siendo golpeada en la cabeza con una tras otra llamada de
atención. Colaboraciones que ya no funcionaban, relaciones que se venían abajo. Algo de lo que
no me daba cuenta, estaba causando un patrón que se repetía a sí mismo en mi vida, y yo
necesitaba saber de qué se trataba. Por muchos años, viajé por todo el país enseñando a la gente
como cambiar su sistema de creencias. Trataba de enseñar que cuando cambiamos nuestro
sistema de creencias, nuestras actitudes también cambian y entonces somos capaces de
enfrentarnos a nuevas cosas de manera efectiva. Los seminarios fueron maravillosos…
Mientras trabajaba con los participantes, encontré un tema recurrente. Cuando la gente veía
cómo sus creencias se encontraban en el centro de sus dificultades, se sentían de maravilla.
Estaban maravillados de ver sus problemas a través de un nuevo par de ojos y dejaban los
seminarios sintiéndose más seguros. Sin embargo cuando los volví a ver, me contaban las mismas
historias. Todavía seguían pensando en el divorcio, odiando ese trabajo o el dinero seguía siendo
un problema. “¿PORQUE ME SIGUEN CONTANDO LA MISMA HISTORIA?” “SI ENTENDISTE COMO
CAMBIAR TU SISTEMA DE CREENCIAS, ¿PORQUÉ NO CAMBIAN LAS COSAS?”
Descubría algo fascinante: La sola conciencia no es suficiente para cambiar un patrón. ¿Cuántos de
nosotros hemos prometido que no repetiríamos cierto patrón que nos disgustaba de nuestros
padres, para encontrarnos después nosotros mismos haciendo lo mismo que dijimos que no
haríamos? ¿Por qué repetimos un patrón incluso cuando NO QUEREMOS?
He estudiado diferentes métodos y me han encantado todos ellos, pero ninguno de ellos dio los
resultados permanentes que me hubieran gustado. Este fenómeno me llevo a buscar los factores
escondidos que podrían responder mis preguntas:
Si ser conscientes y tener una actitud positiva son todo lo que necesitamos para vivir una vida
saludable y feliz, ¿Por qué no más gente cambia más rápidamente?
¿Por qué repetimos patrones de los que nos queremos deshacer?
¿Por qué es tan difícil cambiar esos patrones?
Si ser conscientes no es suficiente, Entonces ¿Qué si lo es?
En ese momento, tuve la fortuna de haber aprendido de un grupo de personas que trabajaban con
energía y ADN. Uno de ellos es Gregg Braden, cuyo trabajo pionero en campo de la física y el ADN
fue un paso importante en mi interpretación de las creencias y emociones y en cómo éstas pueden
afectar el ADN.
A través de muchas experiencias, experimentos y estudios, comencé a unir otra parte del
rompecabezas – uno que estaba profundamente escondido en nuestro ADN. Descubrí que
heredamos las emociones y creencias de nuestros ancestros. Programados en nuestras células,
estos patrones profundamente incrustados influencian nuestra salud, abundancia y relaciones. De
esta forma, la razón por la que no cambiamos es, primero, porque el patrón en sí mismo está
programado en nuestras células. Segundo, los programas no vienen solamente de esta vida sino
de generaciones pasadas. Como los secretos de familia largamente guardados, nuestras historias
ancestrales – escondidas en lo profundo de la memoria de nuestro ADN – nos influencian en
formas de la que ni siquiera notamos. Estos programas internos son como cintas que están
corriendo, no dicen qué hacer y qué no hacer.
Healer Minister ADriana de la Cruz

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