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Vivir Valdemoro

Cuando la memoria es la pieza de


un rompecabezas
La frontera entre la realidad y la ficción
es el territorio donde Ismael Alonso se
encuentra más cómodo escribiendo.
Este profesor de Lengua Castellana
y Literatura acaba de publicar su
primera novela, Algún día (Bohodón
Ediciones). Para presentarla eligió el
instituto Villa de Valdemoro, donde
lleva cinco años impartiendo clases.
Nada más comenzar el libro, el lector
cae de repente en medio de unos
personajes incompletos. Personas que
fueron felices en el pasado y que ahora
viven el presente a base de recuerdos.
En cada capítulo aprendemos un
poco más de la historia, pero no
mucho, porque el autor no actúa como
narrador omnisciente y prefiere que
los personajes sean dueños de sus
propios pensamientos. “Ya no era
yo quien llevaba el control”, explica
Ismael, “porque los personajes se iban
rebelando”. Así, capítulo a capítulo,
pieza por pieza, el rompecabezas
adquiere sentido.
Todo comienza con un coche volcado
en mitad de la carretera. La conductora
ha muerto. Iba acompañada, pero nadie
sabe por quién, porque el copiloto ha
desaparecido. Desde la ventana de su
habitación, una joven mira fijamente
al hombre que está tirado en la playa.
No sabe cómo ha llegado hasta allí ni
quién es, pero tiene que prepararse
para el examen del día siguiente y los
recuerdos de sus padres, fallecidos voz en
hace tiempo, vuelven a inundar su una grabación y nos parece
cabeza. El hombre de la playa tampoco lejana, nos comparamos con el
sabe quién es: ha perdido la memoria. pasado pero ya no somos los
Sólo tiene un número de teléfono mismos. Somos diferentes, pero
apuntado en un papel. insistimos en mirar atrás para
Poco a poco nos vamos familiarizando dar sentido a las cosas”. De eso
con los personajes y la historia se hace trata Algún día, de la obsesión
más nítida. Parece que las piezas del por recordar el pasado, de la
juego comienzan a encajar. Seguimos importancia de los recuerdos y
los pasos de M. M., el periodista que de lo distorsionados que éstos se
investiga la desaparición. Visitamos vuelven según pasan los años.
la redacción del periódico donde Profesor de instituto y “periodista
trabaja y conocemos al malhablado de en extinción”, tal y como se
su jefe. Una llamada de teléfono nos presenta en su libro, Ismael
llevará hasta un marido despechado Alonso se estrena en el mundo
obsesionado por cambiar el pasado. Y literario con una obra amena y
entremedias, capítulos sueltos de un adictiva, donde los personajes
cuaderno de poemas. parecen tan reales que cuando
Según el autor, estamos marcados acaba la historia nos sentimos un
por el poder hipnótico del pasado: poco vacíos, como si de repente
“Nos vemos en un espejo y no nos nos hubiésemos despedido de un
Mariola García reconocemos, escuchamos nuestra amigo.
10 - Vivir Valdemoro • Diciembre 2010

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